La Asamblea Ciudadana elevó una nueva carta: “¡Ni una casa más en las sierras!”
El debate por la construcción en la zona de Villa del Lago volvió a resurgir y las críticas en torno a la polémica afloraron nuevamente, luego de que la Asamblea Ciudadana por la Preservación de las Sierras compartiera un comunicado cargando contra el Municipio.
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Bajo el título “¿Quién gobierna en Villa del Lago?”, desde la agrupación arremetieron contra el Ejecutivo por no controlar las construcciones ni los tendidos eléctricos que se están instalando.
“Más construcciones, más torres de luz, más alambrados, más carteles de venta. En Villa del Lago lo que parece suspendido es el Estado presente haciendo cumplir lo que aprueba y pregona”, clamaron en la misiva.
Advirtieron que de nada sirve aprobar ordenanzas para que queden simplemente en papeles mientras se deja que se avance sobre las sierras. “Se nota el apuro por ocupar, mientras el Gobierno calma a la opinión pública con ordenanzas de suspensión de construcciones”, agregaron.
En tanto, acusaron a las autoridades de hipócritas aludiendo que si en realidad quieren dejar que se construya allí no deberían anunciar la prohibición sino decir abiertamente lo que piensan y hacerse cargo de ello.
La misiva
En teoría, el Municipio suspendió la construcción en Villa del Lago, pero parece que se olvidó de controlar y de avisarle a la Usina, para que deje de hacer grandes tendidos de energía.
Más construcciones, más torres de luz, más alambrados, más carteles de venta. En Villa del Lago lo que parece suspendido es el Estado presente haciendo cumplir lo que aprueba y pregona.
No sirve aprobar papeles para que se queden en papeles, mientras se deja que avancen sobre las sierras. Se nota el apuro por ocupar, mientras el Gobierno calma a la opinión pública con ordenanzas de suspensión de construcciones.
No sirve para cuidar las sierras y es muy hipócrita. Si lo que quieren es dejar que se construya en Villa del Lago, y todo lo que vendrá después, lo deberían decir abiertamente y hacerse cargo.
Sí, hacerse cargo éticamente y pecuniariamente de los perjuicios ambientales y económicos que genera construir donde no hay agua, donde no hay posibilidades de tratar adecuadamente los efluentes y donde mantener calles y los servicios que las requieren en condiciones es muchísimo más caro que en las zonas apropiadas para el crecimiento urbano. Como ciudad perdemos Sierras y ganamos problemas. Hace años denunciamos el avance y lejos de evitarlo los gobernantes les llevan la luz y permiten que construyan. El resto de los ciudadanos nos recibimos de giles. Gobernantes: ¡¡¡Ni una casa más en las Sierras!!!