La Cámara de Transporte presentó el estudio de costos
El titular de la entidad acercó al Concejo Deliberante la herramienta de cálculo que proyecta los costos para solventar el sistema de transporte público de Tandil, en un año que calificó como “complejo”. Apeló a la creatividad para buscar beneficios que puedan llegar a los usuarios y deslizó que el boleto podría superar los 20 pesos.
Cerrando la semana, Daniel Albanese, presidente de la Cámara de Transporte local, puso a disposición de los integrantes de la comisión interviniente el estudio de costos que elabora la entidad a fin de acercar la proyección económica que tendrá el sistema de transporte público en un año en el que los subsidios podrían dejar de percibirse a partir de octubre.
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Precisamente el miércoles, el camarista se había reunido con el presidente de la Comisión de Seguimiento de Transporte, concejal José Luis Labaroni y expuso junto al asesor de la entidad, Juan Bilbao la necesidad de imprimir mayor dinámica a los tiempos de discusión atendiendo a la movilidad de precios que están manifestando los insumos propios del sector.
Asimismo, en el encuentro trasladaron la preocupación por la posibilidad de que a partir de octubre los subsidios que la nación trasladó a la provincia de Buenos Aires puedan dejar de ingresar, situación que haría inviable la prestación que actualmente se brinda.
En este contexto, Albanese sostuvo que “la herramienta que dejamos para que los concejales analicen, es el estudio que muestra el costo del sistema pero no hemos realizado ninguna propuesta de tarifa porque entendemos que esto debe darse en el ámbito de un debate más amplio”.
Aseguró que “hay que tomar en cuenta muchos aspectos, como por ejemplo, el carácter nominal que tienen los subsidios para el sector que serán iguales a lo largo del año sin tener en cuenta la inflación de 2019 que se estima, podría rondar el 30, 35 por ciento”.
Según describió el titular de la Cámara de Transporte, el instrumento de cálculo ofrece proyecciones en distintos escenarios económicos donde también quedan plasmados los resultados. El informe presentado, se basa en el costo de las variables que competen a la actividad al 31 de enero.
“El valor por kilómetro nos está dando 56,68 pesos y hay que tener en cuenta que la misma medición en enero de 2018 arrojaba un costo de 40”. Albanese aclaró que estos guarismos son una referencia para establecer luego el precio del boleto que con cautela, esbozó podría rondar los 20 pesos.
Recordó también que la tarifa está atada a la decisión política “ya que el costo es unívoco” y que el Municipio encargó su propio informe al Instituto Argentino de Profesionales de Costos (IAPUCO) que también se utilizará al momento de discutir el incremento.
Cuestión de métodos
Bajo una mirada más crítica, el camarista destacó que el ámbito propicio para discutir las cuestiones que atañen al servicio de transporte público, es la Comisión de Seguimiento y que la misma, podría solicitar a la Unicen la elaboración de la herramienta sin recurrir al organismo cuya metodología no es la que determina la Secretaría de Transporte.
En este sentido Albanese señaló que “en Tandil tenemos gente muy capaz en la Universidad o técnicos con los que cuenta el Gobierno para poder realizar un estudio serio”. A manera de ejemplo, indicó que mientras el IAPUCO toma como parámetro de medición el recorrido por cuadras, el sistema actual cuenta con unidades de gps en cada colectivo que brindan datos precisos sobre la cantidad de kilómetros que se transitan. “Lo del IAPUCO es anacrónico”, sentrenció.
Según refiere, la asociación nacional implementa costos estandarizados y los resultados en la comparativa de ambos estudios, mucha veces llega a valores tarifarios similares o mayores.
“Ellos hacen el cálculo sobre 11 millones y pico de pasajeros que incluyen 560 mil usuarios con capacidades diferentes que no pagan y esto no puede ser contemplado en nuestro estudio de costos, de modo que ahí ya están modificando el IPK (índice de pasajeros por kilómetro) y por eso les da más pero insisten que por convenio, están obligados a sumar a todos”, detalló Albanese.
Basado en proyectos que ya han presentado, apeló a la creatividad para que el costo del servicio no impacte de lleno en la tarifa en un año que visualiza como “complejo” y mencionó que desde el sector han acercado distintas propuestas sobre movilidad urbana y beneficios directos para distintos segmentos de usuarios. “Tenemos que trabajar para encontrar el equilibrio más que nunca”, opinó.
El sistema SUMO
Vale recordar que en noviembre del corriente año, vence el plazo del contrato que liga al Gobierno comunal con la empresa EYCON, actual prestataria del Sistema Único de Movilidad Ordenada (SUMO).
En relación a este punto, Albanese manifestó que “nosotros creemos que ya hay una decisión tomada por parte del Ejecutivo de continuar con el sistema SUMO lo que no implica, que sea con el mismo operador”, comentó.
A su entender, existen en la ciudad distintas entidades que se podrían hacer cargo del soporte técnico que requiere el sistema de transferencia de datos tanto para el estacionamiento medido como para el transporte público. “Esto a su vez generaría empleo en una industria que aquí está muy potenciada como es la del software”, argumentó el camarista.
Finalmente, insistió en que “tanto la Universidad como otros organismos, pueden atender las necesidades del sistema con la importancia que también tiene desarrollar, transferir tecnología y conocimiento al Municipio porque hoy por hoy, esa transparencia no existe y cuando se termine el contrato, nos quedaremos con las manos vacías”.