La Cámara de Transporte solicitó al Ejecutivo que aumente por decreto el boleto plano y lo lleve a 36,40 pesos
Para evitar más dilaciones, la entidad presentó su estudio de costos y pidió que por esta vez se autorice una suba sin pasar por el Concejo Deliberante. Según el informe, la tarifa técnica debería anclarse en 59,94 pesos para garantizar la rentabilidad del sistema, pero frente a la imposibilidad de cobrar ese valor, fijaron una tarifa intermedia. Así, el boleto pasaría de 26 pesos a 36,40 pesos. El presidente de la Cámara aseguró que la situación es "insostenible" y que las empresas se "desangran" para hacer funcionar el servicio.
La Cámara de Transporte elevó al Departamento Ejecutivo el estudio de costos hecho por Juan Antonio Bilbao y solicitó al Intendente que actualice por decreto el valor del boleto plano.
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De acuerdo al análisis técnico, la tarifa debería fijarse en 59,94 pesos para cubrir todos los gastos, pero para acortar la brecha desde la entidad sugirieron un boleto de 36,40. Esto implica un aumento del 40 por ciento con respecto al precio actual de 26 pesos.
Así lo explicó el titular de la Cámara, Daniel Albanese, quien en comunicación telefónica con el ciclo “Cosas que pasan” (104.1 Tandil FM), refirió que el pedido de actualización de tarifa quedó pendiente desde marzo. “El Concejo Deliberante se había comprometido a otorgarnos el incremento que no pudo ser el 30 de diciembre, pero justó llegó la pandemia”, indicó y sostuvo que es “imposible” aplicar la tarifa técnica de casi 60 pesos, por eso optaron por una “tarifa política”.
“Todo el mundo sabe de las dificultades que tenemos. Pensamos que se podría hacer por decreto, como se hizo en Mar del Plata, para obtener un trámite rápido. No podemos esperar dos meses como pasa siempre cuando planteamos esto, a que el Concejo lo debata”, ponderó y expuso que “pedimos un aumento que deja de lado la tarifa técnica mas allá de que se presenta el estudio pertinente”.
En tanto, también detalló que el pedido de aumento se hace para cubrir el gasto de combustible y paliar algunas otras cuestiones, hasta que se normalice el contexto. No obstante, la eventual suba no serviría para cubrir todo el espectro de egresos que tienen para poner en funcionamiento el sistema con la magra recaudación, que se ubica en el orden del 15 por ciento con respecto a la generada en otros tiempos.
“Trabajamos hace rato a pérdida y estamos endeudados, esta es una actualización para paliar algunos recursos como el combustible y los sueldos, en lo demás seguimos endeudando con proveedores y el Estado”, aseveró.
Subsidios y ayudas
Las actuales circunstancias dispararon la tarifa de una manera que no es posible trasladar al boleto, pero los empresarios buscan mantener una mínima rentabilidad para que el transporte se siga solventando. Según describió, se trata de un contexto “insostenible” porque las deudas se acumulan y no avizoran un escenario más alentador en cuanto a la cantidad de pasajeros en el corto plazo o de mejorías en el plano económico.
Por otro lado, recordó que hay un remanente de 30 millones de pesos anuales del Fondo de Financiamiento Educativo que el Municipio destinaba al Programa de Asistencia Socioeducativa (PASE) para subsidiar los pasajes de los estudiantes de primaria, secundaria y universitarios. Con la interrupción de las clases presenciales, ese caudal de dinero quedó ocioso y es recaudación que el sistema de transporte se perdió. Sobre esto, Albanese dijo que la partida podría ser girada igual a las empresas como colaboración para abonar el combustible, pero esta instancia está en plena discusión en el Ejecutivo municipal.
“Debemos a cada santo una vela, prestamos un servicio con un esfuerzo enorme y nos han encomendado esta tarea esencial, que es fundamental para la ciudad, pero cada día que pasa son más deudas y no sabemos cómo seguir”, expresó.
Asimismo, informó que el pasado lunes presentaron junto a otras jurisdicciones del territorio bonaerense una nota al Gobernador, para dar a conocer la necesidad del sector y pedir la actualización de los subsidios que bajan de Provincia y Nación, cuyos montos no alcanzan a paliar la inflación de los últimos dos años.
En este punto, precisó que existe una gran diferencia entre el trato que se le prodiga al servicio de transporte en la zona del AMBA y en el interior, que es el segmento que se lleva siempre la peor parte y halla mayores dificultades para subsistir. “Necesitamos una proyección que se adecúe a los costos actuales porque las empresas se desangran, nos cuesta juntar el dinero para pagar el gasoil”, afirmó con vehemencia.