La comunidad educativa del Conservatorio marchó al Municipio tras la caída del cielorraso de un aula
Ayer en horas de la tarde el cielorraso se desplomó en un aula en la cual no había alumnos debido a la adhesión del docente al paro. Gracias a eso no sucedió una tragedia. Indignados, tras innumerable cantidad de reclamos por la situación edilicia, alumnos, docentes y directivos se movilizaron acompañados por otras instituciones educativas . Se suspendieron las clases por tiempo indeterminado.
Un hecho que podría haber tenido un desenlace trágico fue el desencadenante para que la comunidad educativa del Conservatorio de Música Isaías Orbe decidiera salir a la calle para exigir respuestas. Profundamente indignados por una situación que habían advertido en innumerable cantidad de oportunidades, se congregaron rápidamente luego que el cielorraso de un aula se cayera por completo ayer por la tarde.
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El hecho sucedió cerca de las 14 cuando el cielorraso de madera del aula 9, que se encontraba vacía por la adhesión del docente al paro, se desplomó.
El presidente de la cooperadora, Ernesto Invernizzi, explicó que eran alrededor de las 14 cuando una portera ingresó al aula 9 y se encontró con el desolador panorama. El cielorraso en el suelo, bancos y mesas llenos de tierra y escombros.
“Es un aula en la que habitualmente hay clases pero el docente se había adherido al paro y por suerte y por azar no estamos hablando de una desgracia que se sume a las que vienen viviendo las escuelas de la Provincia por falta de mantenimiento, de inversión”, manifestó.
Inmediatamente se comunicaron con el Consejo Escolar y con los sindicatos docentes. Las autoridades educativas firmaron un acta en la cual se determinó suspender las clases por tiempo indeterminado y el presidente del Consejo Escolar se comprometió en la misma a elevar lo sucedido a las autoridades provinciales.
“Estamos inmersos en una lucha que venimos dando no solo desde el Conservatorio sino de todas las instituciones de la Provincia, porque la infraestructura es un tema crítico. Lamentablemente, esto agrega más razones para que la clase política de Tandil y de la Provincia tomen debida nota de que no estamos hablando de gusto”, sostuvo.
Y agregó que “esperamos que los que tienen poder de decisión en Tandil se hagan cargo de una vez por todas con la celeridad del caso. El Conservatorio estaba en crisis, lo anunciamos hace años, las respuestas han sido insatisfactorias, tardías, estuvimos un año dando vueltas sin respuestas cuando había un informe de los arreglos que había que hacer, esto no hace más que señalar que tenemos razón”.
“Acá no sucedió una tragedia de casualidad. Entonces los que están en el Estado tienen que hacerse cargo o dar un paso al costado y dejar que lo haga alguien que tenga ganas de hacerlo. Esto no admite mucha más discusión”, enfatizó.
Marcha
Rápidamente los alumnos convocaron a la comunidad educativa a una manifestación que comenzó en la esquina de la institución, en Belgrano y Alem, y desde donde se movilizaron hacia el Municipio.
A la marcha se sumaron alumnos y docentes de varias escuelas e instituciones públicas como Polivalente, Normal, el Instituto de Formación Docente 10 y el Ipat. También hubo referentes de los gremios.
Bajo la consigna “Por un edificio digno”, estudiantes, directivos, docentes y referentes gremiales se encolumnaron hacia la Municipalidad por Belgrano. Uno de los alumnos sostenía un cartel con fotografías que reflejaban el avanzado estado de deterioro del edificio.
“Sin educación no hay futuro”, expresaba una de las pancartas. Una vez en la explanada municipal, colgaron el cartel “Por un edificio digno” en las columnas del Municipio y cantaron canciones alusivas al reclamo. “Luche y que se escuche”, “Traigan a Macri y a Vidal para que vean, que el pueblo no cambia de idea, pelea, pelea por la educación”.
A las 18.30 el intendente Miguel Lunghi y el presidente del Consejo Escolar Cristian Cisneros recibieron a un grupo de referentes de la comunidad educativa.
La reunión
Al finalizar la reunión, el presidente del Consejo Escolar Cristian Cisneros, indicó que hoy van a ir al edificio los arquitectos de Provincia para analizar los arreglos necesarios, y mientras tanto van a evaluar un lugar alternativo para que puedan continuar las clases, para lo cual la Municipalidad podría conseguir algún espacio.
“El Intendente pidió una audiencia con la Gobernadora para tratar el tema de Polivalente y el Conservatorio”, aseguró.
“Es una vergüenza que pase esto con la cantidad
de veces que reclamamos”, dijo una alumna
Indignados, los alumnos rápidamente salieron a las calles. Ana Fernández, del Centro de Estudiantes, contó que “nosotros estábamos teniendo clase en el aula 7, entramos a las 13. Alrededor de las 13.30 yo estaba tocando y de pronto escuché un ruido como que se había caído algo. Pero seguí tocando y no le presté atención porque generalmente se escuchan ruidos todo el tiempo en el Conservatorio”.
Más tarde, terminó la clase y se fueron a la movida por la educación pública que se realizó en la Plaza. En ese momento, les avisaron que ese ruido que habían escuchado era que se había empezado a caer el techo del aula 9.
“Enseguida nos movilizamos, le avisamos a gremios y docentes que estaban en la Plaza. De alguna manera hay que moverse y que nos escuchen, no podemos tener clase con el techo que se cae. Por suerte el profesor que daba clase en esa aula estaba de paro, entonces por eso no había clase porque no sé qué hubiera pasado. La noticia hubiera sido ‘tragedia en el Conservatorio’”, manifestó.
Por su lado, Martina D´Anunzio explicó que representantes del Consejo Escolar que se acercaron a la institución les confirmaron que se suspendían las clases por tiempo indeterminado.
“Va a haber chicos que no van a poder rendir sus exámenes, que van a perder clases porque se nos acaba de caer el techo de un aula. Es una vergüenza que pase esto con la cantidad de veces que reclamamos, con la cantidad de reuniones que tuvimos para expresar lo que estaba pasando”, cuestionó.
Y agregó que “no podemos vivir teniendo clase con la incertidumbre de no saber si vamos a salir lastimados o vivos. Necesitamos ir a clase siendo felices, no valientes, o ¿se tiene que caer un techo y matar a un pibe para que nos presten atención?. Nosotros nos enteramos y por Whatssapp convocamos a juntarnos en la esquina, fue improvisado pero la respuesta fue buena”.
Otra de las estudiantes, Rocío Benítez, explicó que “desde los 9 años concurro al Conservatorio unas 6, 8 o 10 horas por semana, y desde que entré hay ratas, demasiado frío en invierno, demasiado calor en primavera, la humedad nos mataba. Mientras estoy tocando el piano escucho el saxo del aula de al lado y la flauta traversa de la otra, se caen pedazos de techo y se escuchan correr ratas por las cañerías”.
Cuando la negligencia hace caso omiso a los reclamos
Cabe recordar que los reclamos de la comunidad educativa del Conservatorio no son nuevos. Hace años que vienen señalando las falencias edilicias de un edificio que data de 1911.
De hecho, a fines de junio El Eco de Tandil realizó una nota donde exigían que las autoridades se hicieran cargo de los arreglos necesarios para continuar estudiando en ese edificio sin correr riesgos. A mediados de 2017, tras innumerables reclamos, consejeros escolares y la arquitecta que estaba en ese momento en la unidad ejecutora del Fondo de Financiamiento Educativo elaboraron un informe en el que marcaban unos 11 puntos para que se arreglara el edificio.
Meses después, sin ninguna de esas reparaciones hechas manifestaron que se sentían “defraudados” por la falta de respuestas del Consejo Escolar.
En el caso del arreglo del techo, que eran los trabajos más importantes porque la arquitecta recomendaba hacer un techo nuevo, la obra real que ordenó hacer Consejo Escolar fue emparchar la membrana que ya estaba.
En el informe, elaborado el 4 de julio del año pasado entre múltiples observaciones de arreglos a hacer en lo inmediato, la arquitecta claramente mencionaba que los techos están en un mal estado de conservación general, siendo imposible aislar los problemas en algunos lugares ya que están cubiertos con membrana, la recomendación que hizo la arquitecta fue hacerlos de nuevo, “lo ideal es elevar las cargas y realizar un techo nuevo sobre el existente”, planteó. Sin embargo, esa obra nunca se hizo y ahora hay que lamentar las consecuencias.
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