La jefa distrital de Educación apuntó a bajar la deserción, que se evidencia desde los 15 años
Carola Figueroa dialogó con El Eco de Tandil sobre los desafíos del nuevo cargo que acaba de asumir. Si bien no cuenta aún con estadísticas para comparar la deserción escolar con otros años, aseguró que se encuentran realizando un relevamiento para lograr precisiones que les permitan adoptar políticas educativas distritales. Anunció que abrirán las aulas de aceleración que faltaban.
La flamante jefa distrital de Educación, Carola Figueroa, quien asumió días atrás en reemplazo de Rodolfo Badín, dialogó con El Eco de Tandil acerca de las metas y desafíos de cara al futuro educativo a nivel local. Aseguró que bajar la deserción está entre los objetivos principales.
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Explicó que uno de los desafíos en su gestión que recién comienza es bajar la deserción escolar. En ese sentido, aseguró que tienen “varias líneas que apuntan a que el alumno ingrese a la escuela, egrese en tiempo y forma y que pueda tener formación de calidad. “Durante años venimos trabajando la inclusión, y que el alumno tiene que estar dentro de la escuela. Ahora ya los tenemos dentro de la escuela, el desafío es que estén todos aprendiendo”, resaltó.
Detectó más dificultades “en secundaria, no solo en la deserción, para eso tenemos varias líneas de trabajo, factores que tenemos que atender como sobre edad, repitencia”, indicó.
En tanto, consideró que a veces se “invisibiliza” al alumno porque “se porta bien y no molesta”, pero el desafío es “encontrar lo mejor de cada uno y poder potenciarlo, que a través de la escuela puedan encontrar su mejor versión. No es sencillo, se requiere una planificación estratégica, un grupo de gente planificando, gestionando”.
Y enfatizó la importancia de que el alumno tenga pensamiento crítico. “Es necesario que los docentes estén apasionados, preparados, capacitados, que se sientan libres de poder desarrollar ideas innovadoras. El desafío es pensar fuera de la caja, fuera de los límites de lo tradicional. La educación fue muy rígida en muchos aspectos durante muchos años, seguimos usando una pizarra, las mismas tizas que hace cien años, el modo lineal de sentarse, no quiere decir que lo tradicional sea malo, pero los cambios requieren que nos adaptemos”, sostuvo.
Vulnerabilidad educativa
Carola Figueroa planteó que es importante que el alumno “sea activo en su aprendizaje, curioso, que quiera descubrir y el docente crearle el ambiente para que eso sea posible. De esa forma cuestiones como abandono, sobre edad, repitencia, se pueden estar trabajando desde otro lugar, porque un alumno comprometido es más difícil que abandone la escuela, que tenga problemas de conducta”.
Asimismo, recalcó que trabajan en diferentes cuestiones de vulnerabilidad educativa que se da en todos los niveles, pero se hacen más visibles en secundaria, donde se registra la mayor tasa de abandono escolar.
No obstante, aseguró que aún no tienen datos acerca de la deserción escolar en el distrito, pero se encuentran realizando un relevamiento para intervenir de acuerdo a los resultados.
“Vamos a hacer un diagnóstico distrital para saber en qué situación estamos. Estamos haciendo diferentes mediciones, de las calificaciones parciales de los alumnos, los cierres de trimestre, como para ver en qué materias hay mayores dificultades, para armar un proyecto institucional para poder trabajar sobre esa materia, por ejemplo. Se puede armar un proyecto distrital de capacitación para los docentes, quizás el problema no está en el dictado de las clases sino en la evaluación”, afirmó.
Y recalcó que todo eso tiene como finalidad bajar el abandono y la sobre edad.
En secundaria, la mayor tasa de abandono, indicó, se da a partir de los 15 años porque “en los primeros años es más difícil que haya deserción a no ser por factores familiares, económicos, que tengan que salir a trabajar. Sucede que cuando hay historias de fracaso reiterado, como que ingresa a primer año, repite, de vuelta y repite y lo hace por tercera vez y tal vez deja la escuela”.
“A partir de los 15 es donde más se da el abandono, por eso es importante armar un andamiaje para sostener las trayectorias”, manifestó.
Las largamente reclamadas aulas de
aceleración que no terminan de abrirse
A principio de año, cuando se cerraron los bachilleratos de adultos que funcionaban en las escuelas secundarias y al que concurrían también chicos de 15 a 17 años con sobre edad y dificultades en la trayectoria escolar, el Gobierno provincial se comprometió a abrir aulas de aceleración para atender esa demanda de alumnos que quedaron fuera del sistema.
Tras varios reclamos de comunidades educativas, se abrieron las aulas en la Escuela Secundaria 8 (exEscuela de Comercio), en la Secundaria 2 de Villa Italia y en la Secundaria 1 (de Azcuénaga y Fugl). Sin embargo, quedaron sin el servicio educativo la Escuela Secundaria 20 del barrio Las Tunitas, la Secundaria 7 de Arco Iris, la Secundaria 14 de Villa Gaucho y la Secundaria 4 de Villa Aguirre.
La jefa distrital Carola Figueroa aseguró que el último día antes de vacaciones de invierno le enviaron desde la Provincia el aval para la apertura de las aulas de aceleración que faltaban, pero aún resta que autoricen los recursos económicos para la cobertura de cargos.
Al respecto, sostuvo que “las aulas de aceleración son un proyecto anual para alumnos desfasados en edad o que han tenido trayectoria de fracaso en las escuela y para acelerar su trayectoria. Hasta ahora estaban los bachilleratos de adultos con un programa especial para atender a chicos de 15 a 17 años. Desde la Dirección Provincial se planteó una desigualdad, por eso los bachilleratos se dejaron específicamente para adultos y los de 15 a 17 años se propuso aulas de aceleración, que durante un año puedan ponerse a tono con los tres primeros años del secundario, para que los alumnos estén listos para incluirse en la escuela nuevamente”.
Explicó que “desde la Provincia se crearon aulas de aceleración en las escuelas que tenían bachilleratos de adultos. Distritalmente se vio como una buena idea, se pidieron más aulas para otras escuelas que consideramos que sería bueno tenerlas aunque no hayan tenido bachillerato de adultos, o que no hayan estado en la primera etapa del pedido, por eso tarda hasta que se aprueba la propuesta”.
El reclamo de los directivos
Sin embargo, directivos de establecimientos como la Escuela Secundaria 20 siguen reclamando desde principio de año que abran las aulas de aceleración, ya que llevan medio año con alrededor de 30 jóvenes desvinculados de la escuela por esta situación.
En el caso de esa institución, tenía bachillerato de adultos, es decir que ya contaba con la matrícula de chicos de entre 15 y 17 que se quedaron afuera del sistema y siguen sin respuestas porque tampoco saben si van a estar incluidos en las que se abrirían, siempre que se garanticen los recursos económicos.
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