La obra en la rotonda de Rauch suma conflictividad en el tránsito y pone en alerta a los comerciantes
Las tareas se extienden desde hace algunas semanas y la actividad comercial de las colectoras se ajusta a las nuevas condiciones. Con mayor circulación, vieron la oportunidad de sumar clientes, aunque las tareas complican el desplazamiento vehicular.
El plan de obras en las rotondas que atraviesan el tramo urbano de la Ruta Nacional 226 genera repercusiones. Al intenso flujo de tránsito, que se mantiene constante durante el día y se incrementa en horas pico, se suman las restricciones en la circulación a partir de las mejoras que se llevan adelante en el cruce con Rauch.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailIndependientemente del caudal de vehículos que circula por esa vía, que se estima en más de 40 mil por día en el cruce de Actis y Espora, el abordaje incrementa la peligrosidad y situaciones de conflicto, que ponen en alerta a vecinos.
Con la atención puesta en este aspecto, también los comerciantes buscan adaptarse a este nuevo escenario y mantener la actividad. Las voces consultadas por este Diario no advirtieron un impacto negativo en las ventas producto de las obras, pero sí observaron rotación de clientes que transitan por las colectoras “de paso”.
Los vecinos se quejaron por las obras y las complicaciones que generan en el movimiento cotidiano del barrio. Sin embargo, reconocieron que es una etapa a transitar para obtener mejoras en la infraestructura urbana, con la salvedad que la circulación quedaría resuelta con una travesía urbana que se eleve en los cuatro cruces que atraviesan la traza nacional.
Las opiniones
En una recorrida por Colectora Pugliese, este Diario recolectó opiniones de un grupo de vecinos que tienen emprendimientos de distintos rubros sobre esa vía.
En primer lugar, la encargada de la caja de la carnicería de la empresa Cagnoli, María Dolores Ferreyra, observó la presencia de “clientela nueva”, que se vio atraída al pasar por un lugar que no era habitual.
“Las personas que circulaban por la Ruta, al bajar a colectora por las obras en la rotonda, descubrieron la propuesta” y eventualmente se detuvieron a hacer una compra, mientras que otras postergaron su paso ante las nuevas circunstancias de la infraestructura urbana.
Desde su perspectiva, consideró que la apertura del negocio –hace casi un año- renovó la actividad y el movimiento en ese sector y amplió la propuesta del rubro gastronómico, y para finalizar se mostró a favor de estas intervenciones, mientras sean “en beneficio” de la ciudad, por lo que consideró válido el sacrificio ante el cambio que se viene.
En tanto, otro de los empleados hizo referencia al polvillo que circula por el aire producto del movimiento y remoción de las placas de hormigón, circunstancia que quedará resuelta una vez que se concluya la obra.
Y ambos coincidieron en reflejar los comentarios de los clientes en torno a los trastornos que genera la interrupción de la circulación en la rotonda.
“Mejoró un poco”
José es el titular de una verdulería ubicada también sobre colectora sur, en cercanías al lugar donde se realizan las obras. En su opinión, la actividad “mejoró un poco” ante el incremento de la circulación, aunque advirtió rápidamente la peligrosidad.
“No pusieron reductores de velocidad ni nada y son muchos los autos que pasan”, describió, poniendo especial atención a la velocidad a la que se desplazan.
Estimó que la obra podría extenderse unos tres meses, al tomar como parámetro el tiempo que tuvieron para completar la intervención sobre Falucho, y agregó que los automovilistas están obligados a circular con precaución.
Dijo que los horarios más complejos son “a la mañana temprano y después de las 18”, y en ese sentido sumó como agravante la presencia de camiones que descargan mercadería en los comercios de la zona. “Ahí se complica porque hay unidades de gran porte haciendo maniobras, más los que estacionan y los que circulan”, describió.
Unas cuadras más adelante, en dirección a Espora, la responsable de un minimercado destacó el lado positivo de la obra –que obligó a cerrar el tránsito en un tramo de la ruta y desviarlo por las colectoras- y expresó que “es lo mismo” al considerar que los clientes que reciben son los que están “de paso”.
Y agregó que, en cierto modo, ven un beneficio ante nuevas ventas por personas que “no hubiesen pasado si la rotonda estuviera habilitada”, por lo que ampliaron el horario de atención, aunque subrayó que muchos no se detienen por las dificultades en la circulación. En efecto, y en sintonía con las otras voces consultadas, también alertó sobre la problemática en la circulación y la falta de controles. “El tránsito es un desastre”, definió.
“Un desastre”
“Completamente indignada por el desastre que están haciendo”, expresó con énfasis una vecina del lugar ante el abordaje que se lleva adelante.
En principio, observó que la estructura que une la calle Rauch con la Ruta Nacional 226 sólo requería un buen sistema de iluminación para facilitar el tránsito vehicular, ya que el asfalto se encontraba en buen estado, y aseguró que hay poco movimiento de obra.
“Es vergonzoso”, definió y remarcó que la obra generó un “caos” en todo sentido, especialmente en el tránsito.
Otro contribuyente se mostró “cansado” frente a las complicaciones que genera la obra y comparó el tiempo que se extendió la mejora sobre la rotonda de Falucho. “El tránsito es un desastre y el peligro con los camiones”, graficó, con indignación.
Lo cierto es que a ese escenario se suman otros trastornos como la maniobra de camiones que descargan mercadería, los que acuden a algunos de los comercios ubicados sobre colectora o que sólo circulan para retomar camino.