La Rural de Tandil apoyó un posible plan de lucha y rechazó las retenciones, los ROE y la presión impositiva
Más de 700 productores se juntaron en Pergamino y analizaron estrategias para defender al sector frente a la presión impositiva. Matías Meli asistió y contó que no se descarta un cese de comercialización. Por otro lado, dijo que tras los incendios de Australia, el país podría ir al frente con las exportaciones pero dependerá de políticas claras.
Tal como estaba previsto, el sábado se llevó a cabo en Pergamino la asamblea convocada por Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), donde unos 800 productores propusieron lanzar un cese de comercialización de productos agropecuarios y un plan de lucha contra el aumento de la presión impositiva nacional y bonaerense.
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En el encuentro ruralista, que también estuvo acompañado por la Mesa de Enlace, con gente de la Federación Agraria, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), y Coninagro, hubo referentes de toda la zona, entre ellos Matías Meli, presidente de la Sociedad Rural de Tandil, quien destacó que se trató de una convención “muy importante”. Allí emitieron fuertes críticas al presidente Alberto Fernández y al gobernador bonaerense Axel Kicillof, por la suba de los derechos de exportación y el aumento de impuestos en la provincia de Buenos Aires.
Asimismo se propusieron medidas determinantes como dejar de pagar impuestos, reducir la producción, acercarse a la población urbana para explicar la situación del campo, realizar protestas en las rutas (sin cortarlas) y manifestarse en Buenos Aires, entre otras.
Por otro lado, solicitaron definiciones al Gobierno antes del 31 de este mes respecto de los reclamos que llevó la Mesa de Enlace al Presidente en diciembre pasado. En caso de que eso no suceda, la Asamblea otorgó el mandato de iniciar un cese de comercialización de granos y hacienda, en fecha y modalidad a definir.
Además, los productores se mostraron a favor de la unidad del campo, pidieron de manera unánime el ajuste del Estado y de la clase política y no aplicar medidas del pasado que fracasaron, como las restricciones a las exportaciones de trigo y maíz, y transmitieron su preocupación por la “mirada sesgada de funcionarios hacia la producción agroalimentaria”.
La referencia local
En este sentido, Meli recordó que el reclamo no hizo más que insistir con los planteos postulados en las últimas asambleas. Entonces, ratificó la necesidad de que se bajen o eliminen directamente las retenciones y rechazó el aumento indiscriminado del Impuesto Inmobiliario, el cual aseveró que en algunos casos llega como mínimo al 55 y hasta 65 por ciento.
Al respecto, indicó que se le ha puesto al presidente Alberto Fernández el 31 de enero como fecha límite para que haga llegar su respuesta a las solicitudes acercadas en diciembre. “También se está hablando de una nueva asamblea en la zona del sudeste hacia mediados de febrero, con fecha y ciudad concretas a definir”, reveló.
Detalló que además se pidió que no se vuelva a los ROE (Return on Equity), el indicador financiero utilizado para valorar la rentabilidad del capital, ya que se trata de políticas que ya han fracasado anteriormente.
Otro de los puntos que manifestaron como importante fue que se nombren las autoridades de algunas dependencias que continúan vacantes tanto a nivel provincial como nacional, como es el caso de Lechería.
Según reveló, este precisamente es un pedido que se viene haciendo hace 15 días. “No hay nadie con quien hablar ni a quien referirnos, entonces no se puede pedir la emergencia por la que están atravesando varios partidos de Buenos Aires”, advirtió.
Por otro lado, Meli contó que uno de los asuntos más resonantes está ligado a que las bases están pidiendo un cese de comercialización. “El pedido proviene de las bases de las sociedades rurales del interior, y a su vez Carbap canaliza ese mensaje y lo replica”, explicó.
En lugar de Australia
Los expertos ya habían adelantado que los despachos de trigo argentino a Asia podrían trepar a ventas récord en los próximos dos meses debido a la sequía que afecta la producción australiana y ante los menores inventarios del Mar Negro.
Esto se debe a una demanda que deberá ser cubierta y tiene a Indonesia como el mayor importador de Asia, junto con Vietnam, Tailandia y Filipinas que necesitan recibir cerca de 1,2 millones de toneladas de trigo. Para los especialistas del mercado extranjero, la mira está puesta en este país.
Al respecto, Matías Meli confirmó la posibilidad de que se abran estos nuevos mercados. Sin embargo, advirtió que para que esto ocurra es necesario garantizar la producción y, por ende, “políticas claras”. “Si esto ocurre, el productor va a sembrar y contará con producción para exportar, que a su vez generará el ingreso de dólares que es lo que está necesitando el país para poder salir adelante”, consideró.
Vale aclarar que Argentina se convirtió en un exportador clave de trigo a Asia a principios de 2019, ya que el tercer año consecutivo de sequía frenó las exportaciones de trigo de Australia. Para todo el año pasado, Indonesia compró 1,7 millones de toneladas de trigo argentino, según datos de Refinitiv Eikon. Vietnam importó 182.000 toneladas y Tailandia, 396.000 toneladas. Niveles que este año está previsto que se incrementen.