Las camas de terapia siguen al límite, hubo otra derivación y los contagios no dan tregua
El vicepresidente del SISP, Matías Tringler, afirmó que cuando se libera una cama, se vuelve a ocupar de inmediato. Informó que ayer se derivó a un paciente a Capital Federal. Indicó que si bien los positivos diarios siguen altos, habrá que esperar a analizar la semana completa. Consideró que será muy difícil alcanzar la meta de 500 contagios cada cien mil habitantes, en 14 días, para que Provincia coloque a Tandil en Fase 3.
La situación sanitaria de Tandil sigue muy complicada, con ocupación plena de las camas de terapia intensiva, los diagnósticos diarios por encima de los cien casos y fallecidos todos los días. Ante ese panorama, el vicepresidente del Sistema Integrado de Salud Pública, marcó como dato alentador la baja del índice de positividad que observan en las muestras de los testeos rápidos, aunque reconoció que en 14 días será difícil llegar a los 500 casos activos cada 100 mil habitantes que establece la Provincia para volver a la Fase 3.
Recibí las noticias en tu email
En una entrevista con Eco Noticias, el médico analizó el contexto en que el Intendente debió afrontar la Fase 2 impuesta por la Provincia. “Es muy difícil ponerse en contra en una situación como la que estamos. No hay mucha posibilidad de diálogo en esto. De hecho, nosotros en la ampliación horaria hasta las 20 (que se decidió el sábado para implementarse desde el lunes pasado), fue consensuada con Provincia y al día siguiente nos enteramos de la Fase 2. Y además, en una situación en la que estamos con las camas de terapia ciento por ciento ocupadas”, expuso.
En ese último aspecto, reflejó que “cada vez que se libera una cama por algo, se termina ocupando”. Como ejemplo, contó que el martes por la noche había una cama libre en la terapia reservada para Covid de la Clínica Chacabuco y al hacer la recorrida matutina de ayer por la sala general, los médicos subieron a uno de los contagiados al sector de cuidados críticos. “Es constante el flujo de pacientes”, dijo.
Segunda derivación
Por otra parte, precisó que en la víspera había dos casos de coronavirus internados en la Guardia del Hospital, de los cuales tuvieron que derivar a un paciente a Capital Federal. “Por suerte por la obra social se consiguió cama”, señaló.
Tringler contabilizó que las 16 camas de terapia intensiva del Hospital permanecen ocupadas, el Sanatorio tampoco tiene plazas disponibles y la Clínica Chacabuco también está al ciento por ciento en relación a las camas de Covid. Más tarde, esa realidad quedó asentada en el parte de anoche, que reflejó que hay 29 internados en UCRI en los centros públicos y privados de la ciudad.
“Esta situación que es la misma que estamos viviendo hace dos semanas. Lo que cambia es que si seguimos la curva como se ve, en descenso, va a tener que ir aliviándose; pero que se vaya aliviando, que sigan bajando los casos y que se empiece a notar en las terapias, lleva unos días”, confirmó.
Los casos diarios
Consultado por la curva de contagios y los positivos por encima de los cien que se registraron los últimos tres días, explicó que “hay que analizar la semana epidemiológica” y agregó que “veníamos de 690 a poco más de 620 y después a 602. Hemos bajado, y cuando uno ve el gráfico, el pico quedó dos semanas atrás”.
Sobre el inicio de esta semana, graficó que “el lunes y martes fueron más altos los valores positivos que la semana anterior” y evaluó que “sería la primera vez en las dos olas anteriores que si seguimos así, volvemos a subir. Nunca pasó. Una vez que empezó a bajar, bajó, no volvimos a subir en la misma ola”.
Desde esa experiencia, indicó que deberán evaluar los números de la semana completa, ya que suele ocurrir que lunes y martes aumenta la demanda de testeos, pero además los laboratorios privados cargan más resultados al SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina) y aparecen más positivos por nexo epidemiológico.
“Estamos lejos”
Por otra parte, expresó que “sí estamos lejos, salvo que baje estrepitosamente, de poder volver en 14 días a decir que tenemos una incidencia menor a 500 casos cada 100 mil habitantes. Ahí, lamentablemente, lo tuvimos en el verano y lo tuvimos en febrero cuando parecía que ya había pasado el Covid. Eran situaciones muy cómodas cuando tuvimos ese nivel de incidencia”.
Por ese motivo, con respecto a las restricciones y a la suspensión de la presencialidad educativa, manifestó que “vamos a tener que ver cómo podemos, siempre queriendo respetar lo que diga el Ministerio de Salud de la Provincia, pero es una situación muy difícil de llevar adelante”.
Como aspecto alentador, rescató “dentro de las malas”, el descenso de la tasa de positividad. En principio, explicó que no se puede ver en el parte porque faltan los negativos de los laboratorios privados, “pero cuando recibimos nuestro testeo rápido, que son habitualmente 200 muestras, vemos que la positividad se está manteniendo por debajo” y refirió que el martes fue del 30 por ciento, la semana pasada estuvo en el 40 por ciento y en el pico superaba el 50 por ciento.
“Esa positividad, si queremos ver el lado bueno de la situación, es en lo que vemos que pareciera que las medidas de restricción y los cuidados están haciendo efecto”, y aclaró que “no lo vemos reflejado en las camas y no lo vamos a ver hasta dentro de una o dos semanas”, como tampoco en el incremento de los fallecidos.
Por último, sostuvo que “obviamente que la situación es crítica” y admitió que “este parate seguramente va a redundar en que bajen los casos, y nos viene bien”.