Las unidades de Río Paraná no pueden circular y se vienen horas decisivas para la empresa y sus trabajadores
En la tarde de ayer miembros de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA) Mar del Plata hicieron llegar a la empresa Río Paraná la orden expresa y rotunda de cesar la actividad. El secretario gremial Adrián Giménez vino desde Mar del Plata junto a otros miembros del sindicato y mantuvo una larga reunión con Mario y Ezequiel Morel, y Gustavo Morales (secretario general de UTA Tandil), a la que horas después de comenzada se sumaron Blas Pugliese del Ministerio de Trabajo de la Provincia y miembros del Ministerio de Trabajo de Nación. En medio de las tensas negociaciones, Mario Morel se retiró de la reunión y se dirigió al despacho del jefe comunal Miguel Lunghi, a quien le expuso el delicado panorama y obtuvo su apoyo inmediatamente.
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La expectativa se centra en la reunión que se acordó para las 8 de esta mañana con Roberto Fernández en UTA Buenos Aires.
La medida espontánea de los trabajadores fue cerrar con los micros los accesos a la terminal, pero minutos antes del cierre de esta edición el bloqueo ya se había levantado y el resto de las empresas podían trabajar con normalidad. Además, labraron un acta donde dejan constancia que tanto el empleador como sus empleados quieren trabajar, pero se ven impedidos por el propio gremio.
La decisión gremial
Puntualmente, la UTA de Mar del Plata vino por orden nacional a que se cierre la empresa Río Paraná, prohibiendo la salida de los colectivos. Al parecer, el mismo titular de la empresa de transporte local estaba en desconocimiento de la paralización, como así también se vieron sorprendidos los propios choferes que no compartían la decisión de sus representantes gremiales.
Los motivos, según contó el mismo Adrián Giménez, corresponden a la sumatoria de irregularidades que se vienen detectando y advirtiendo a la empresa local. “Venimos de la seccional porque hay una cantidad de problemáticas en la empresa que ya las veníamos planteando y son normativas que se deben respetar”.
Sin embargo, los trabajadores de Río Paraná sostienen que no se habían acercado a ellos en años y la determinación los toma por sorpresa, y claramente les preocupa el futuro de su puesto de trabajo. El chofer Rodolfo Gigena contó a El Eco Multimedios que “el planteo es cerrar la empresa y después Mario Morel tiene que hablar con el secretario de Nación y de ahí saldrá la solución, que aparentemente es la venta de la empresa”. Además, declaró estar realmente dolido con la situación, no solo por los años de trabajo sino “porque los que vienen a parar la empresa son compañeros, que en algún momento han estado en alguna empresa que ha sido cerrada y ahora vienen con esta orden”.
Negociación complicada
Alrededor de las 18.30 la reunión continuaba puertas adentro en el taller de Río Paraná, las voces de afuera hablaban de una negociación realmente difícil y complicada. A esa altura se resolvía un encuentro con el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor, Roberto Fernández, que recibiría al dueño de la empresa hoy a primera hora y a partir de ahí se podrá tener un panorama más certero.
Conductores de los micros, mecánicos y personal de la línea urbana aguardaban expectantes que alguien les comentara qué ocurría minuto a minuto dentro de la oficina. Todos coincidían en el apoyo a la empresa, la preocupación por la continuidad de sus puestos de trabajo y que la gente supiera que los colectivos no circulaban por una orden que los excedía.
“Si no salimos nosotros,
no sale nadie”
A pesar de seguir con los intercambios sin llegar a un acuerdo, la directiva gremial seguía diciendo que los colectivos no podían retomar la actividad en rutas, por lo tanto los choferes de la firma local determinaron bloquear la entrada y la salida de la terminal. En ronda plantearon “si paramos nosotros se para todo”. Todos estuvieron de acuerdo y no tardaron en subirse a sus colectivos y emprender marcha hacia la estación.
Fue así que cortaron inmediatamente los accesos en defensa de sus puestos de trabajo. Allí se encontraron con pasajeros que tenían boleto en mano para realizar un viaje, a quienes les explicaron con calma la situación y que la falta de servicio no provenía de una decisión de ellos.
“Queremos pedir disculpas a la gente por las molestias causadas, pero aquellos que hablen mal de la empresa que se den una vuelta que acá van a encontrar gente trabajando. Lo van a encontrar a Morel a cualquier hora, es un hombre que siempre está dispuesto a ayudar. Somos aproximadamente 200 familias que nos veríamos perjudicadas si se cumple la intención de UTA Mar del Plata”, enfatizó Gigena.
Más allá de que son conocidas y recurrentes las quejas y reclamos con respecto al servicio y estado de las unidades, que en muchos casos pueden atentar contra la seguridad de los pasajeros, los trabajadores defienden a la empresa y aseguran que se están realizando cambios para mejorar.
“Nos unimos todos los compañeros, además tenemos el apoyo de mucha gente. Porque algunos reclaman por el servicio pero se olvidan que Río Paraná ayuda a muchos”, advirtieron los trabajadores.
“Ellos traen una determinación que nosotros no vamos a dejar cumplir. Los que estamos acá adentro sabemos lo que la está peleando la empresa, sabemos que hace falta unidades y hay que mejorar en muchos aspectos, pero eso se está haciendo”, expresó el trabajador José Suárez en conversaciones con El Eco Multimedios.
“Desde la llegada de Plusmar a esta parte ha habido cambios dentro de la empresa, estamos trabajando todos los empleados fuertemente para que salga adelante”, acotó.
Para el secretario gremial Adrián Giménez lo que se generó entre los choferes es una psicosis lógica que ocurre porque creen que corre riesgo su puesto de trabajo. “Es entendible, lo comprendemos”, aseveró. “Nosotros les garantizamos la continuidad laboral pero hay normas que se tienen que respetar”, aclaró, apuntando a que ahora Mario Morel tendrá que hacer lo que le corresponde. Contó que luego del encuentro con el secretario general de la seccional las partes quedarían liberadas.
“Nosotros tenemos que plantear un requerimiento en lo laboral, e higiene y seguridad que quedará detallado en el acta. Con respecto a lo laboral, lo que sucede es una realidad, están cobrando fuera de tiempo, se están yendo hasta el día 25”, denunció, asegurando que la fuente de trabajo es lo que priorizan.
Pero en contrapunto a esta aspecto, Javier Levigna, trabajador de Río Paraná, remarcó: “Están todos los recibos firmados por nosotros a esta altura del mes, puede que alguno le quede algún restito por cobrar, pero dentro del mes cobramos todo nuestro sueldo. No mentiríamos en una cosa así porque sería una falta de respeto a la comida de nuestros hijos”.
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