Loimar volvería a producir y siguen negociando la permanencia de los trabajadores
Las partes se sentaron a dialogar y avanzaron con propuestas orientadas a retomar la producción de pisos y ladrillos. Los trabajadores reafirmaron su postura de no permitir ningún despido, mientras que la patronal ratificó las 10 desvinculaciones iniciales. Volverán a encontrarse la próxima semana para seguir las negociaciones.
La situación en la fábrica Loimar, que ya lleva tres meses de conflicto, comienza a hallar un eje de acuerdo entre las partes con miras a retomar la producción.
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La planta está parada desde mediados de octubre, cuando la patronal decidió echar a diez empleados y suspender a más de treinta, alegando una caída en las ventas y severos incrementos tarifarios, lo que desencadenó el prolongado conflicto.
El viernes se había fijado una audiencia en el Ministerio de Trabajo de Nación, pero finalmente los interesados se sentaron a dialogar por su cuenta en la sede central de la Focra (Federación Obrera Ceramista de la República Argentina), sita en Capital Federal. Del encuentro participaron el titular de la firma, Juan Loitegui, el secretario general del sindicato, Domingo Moreira; el secretario adjunto, Hugo César De Franchi; y los delegados tandilenses Sebastián Gere, José Goñi y Alberto Algañaraz.
En una asamblea realizada ayer en el acampe ubicado en el exterior de la planta fabril, que queda en el camino a la Base Aérea, los representantes gremiales transmitieron al resto de sus compañeros los principales puntos de la negociación iniciada y la asamblea votó por unanimidad seguir adelante con el diálogo, pero ratificando la voluntad de que no haya despidos.
Fábrica abierta
La negociación abierta permitió a los dos frentes reencontrarse después de mucho tiempo y conversar sobre el futuro de la fábrica. La encrucijada que queda por resolver es qué sucederá con los despidos. Por el momento, los operarios mantienen firme el mandato de que no quede ningún empleado afuera, mientras que la empresa reafirmó su voluntad de seguir adelante con la decisión de prescindir de diez obreros.
“Hay cosas que tenemos que acomodar dentro de nuestras posibilidades pero lo bueno que rescatamos es que nos pudimos sentar a dialogar con el empresario para ver de qué manera quiere comenzar a trabajar y conocer su situación después de estos meses que han pasado”, contó a Algañaraz a El Eco de Tandil.
La patronal realizó una propuesta de trabajo con claras intenciones de volver a encender los hornos y retomar la fabricación de insumos para la construcción, y los sindicalistas deberán llevar una contraoferta la próxima semana, cuando vuelvan a verse las caras para continuar las conversaciones.
“Tenemos que hacer una propuesta para negociar los turnos y modalidades de trabajo. Se está hablando de la reapertura de las dos plantas, la de pisos y la de ladrillos, una reducida en turnos, para reactivar la producción”, explicó Goñi. Y añadió: “De una figura de empresa cerrada, ahora tenemos una empresa abierta”.
Las claves de la negociación
Consultados sobre la posibilidad de que existan retiros voluntarios en lugar de despidos, los referentes gremiales expusieron que esa puerta siempre está abierta para quien desee usarla. Además, sindicaron que las suspensiones también eran negociables, no así las desvinculaciones, a las que se oponen férreamente.
“No estamos de acuerdo con los despidos arbitrarios y defendemos a nuestros compañeros que tienen un legajo impecable. La reapertura de la planta no sirve de nada si quedan excluidos algunos trabajadores, es con todos adentro o se hablará de alguna otra forma”, recalcó Algañaraz.
En la mesa de negociación, el dueño de la compañía volvió a exhibir los motivos que lo llevaron a tomar la determinación de reducir el personal, sobre todo en lo atinente a las deudas de electricidad, gas y otras cargas impositivas.
En ese sentido, la Focra se ofreció a gestionar ayuda y también hubo una intervención del Ministerio de Producción con miras a encontrar una solución que permita aliviar estas cuestiones y pensar en un esquema de reactivación que contemple todas las variables.
Por último, los delegados agradecieron en nombre de todo el grupo a a las organizaciones sociales, el comedor de Cacha, la mesa intersindical, el gobierno municipal y a los vecinos de Tandil por la ayuda y solidaridad brindada en todo este tiempo.
Con un escenario que ahora sí se presenta más claro, se continuará con el diálogo -por el momento sin intervención estatal- que permitirá repensar la vuelta de Loimar al ruedo.
La historia sin fin
En el tiempo transcurrido desde que se enviaron los telegramas de despido y suspensión, a mediados de octubre, debieron intervenir las autoridades del Ministerio de Trabajo bonaerense, de la dependencia laboral nacional y hubo una medida de fuerza llevada adelante por los obreros, que levantaron un campamento en el acceso a la fábrica para rechazar la decisión de la patronal de reducir el personal ante la caída de las ventas y los incrementos tarifarios.
El 7 de enero, el intendente Miguel Lunghi intervino en la discusión en un intento por acercar las posturas. Junto a los integrantes de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Relaciones Internacionales, primero se reunió con los delegados de Focra en Loimar para conocer el estado de situación y la realidad de los 80 trabajadores que aguardan certezas sobre la continuidad de la fuente laboral.
Un día después, el jefe comunal mantuvo un encuentro con el titular de la empresa, Juan Loitegui, que expuso su voluntad de retomar la actividad pero manteniendo los diez despidos que planteó al inicio del conflicto.