Los enfermeros cumplieron con la jornada de paro y el conflicto se encamina a cumplir otra semana
En una escalada en el conflicto, que se inició el pasado 18 de septiembre, los enfermeros del sistema de salud pública cumplieron ayer con un paro de actividades por 24 horas programado tras la movilización que encabezaron este jueves a las oficinas de la exSecretaría de Salud.
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En medio de la medida de fuerza, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil –STMT- y el Ejecutivo fueron citados por el delegado del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires a una audiencia de conciliación, prevista inicialmente para el lunes pero que se adelantó con vistas al recrudecimiento del reclamo.
En ese marco, el secretario general, Roberto Martínez Lastra, acompañado por su par de organización, David Marconi, y gremial, Cecilia Soto, acudieron a la reunión con el secretario de Gobierno, Oscar Teruggi, y con el presidente del Sistema Integrado de Salud Pública, Gastón Morando, que estuvo mediada por el delegado Blas Pugliese.
En una tensa reunión, las posturas de las partes involucradas se mantuvieron firmes por lo que se no se lograron avances significativos. En efecto, el diálogo continuará este lunes, en un nuevo intento por acercar posturas y alcanzar un acuerdo que permita destrabar el conflicto.
La medida de fuerza, en tanto, se llevó adelante con un alto nivel de adhesión y tras su finalización el agrupamiento retomó el estado de alerta, movilización y asamblea permanente, donde evaluarán la continuidad del reclamo, aunque no se descartan nuevos contactos durante el fin de semana.
Pese a esta circunstancia, desde la organización gremial ratificaron que las emergencias, urgencias y los pacientes internados reciben la atención “como corresponde y como siempre lo han hecho”.
Una “falta
de respeto”
En diálogo con la radio de El Eco Multimedios, el secretario de organización del gremio, David Marconi, puso el foco en el cumplimiento de las funciones de la delegación local del Ministerio de Trabajo bonaerense y rechazó la postura del Ejecutivo en el conflicto.
En primer lugar, al abordar los resultados de la reunión, aseguró que “no avanzamos en nada” y cuestionó el rol de la delegación de la cartera laboral, en función de la “cantidad de denuncias que hemos presentado” sobre diversas situaciones, como “de seguridad e higiene, riesgo en algunos sectores e incumplimiento del Ejecutivo en cuanto a la ley 14.656 del Empleado Municipal”.
También calificó de una “falta de respeto” la decisión adoptada de adelantar la audiencia prevista para el lunes, para la cual fueron notificados el jueves “a las 19.55”. Para el dirigente fue “bastante desprolijo y tampoco había un fundamento”.
“El ministerio debe actuar cuando hay otras cuestiones que también hacen a la paz social, seguridad de los trabajadores e interés común de los vecinos de Tandil, no solo cuando el foco lo pone el Ejecutivo sino también cuando el sindicato denuncia o pide la intervención ateniéndose a las facultades del propio ministerio”, apuntó.
A su vez renegó que a partir del reclamo impulsado por los enfermeros, los funcionarios municipales “aparecen como los grandes hacedores y preocupados” para suscribir a un convenio colectivo de trabajo y a un manual de funciones “cuando hace dos años que estamos intentando discutir” ambas herramientas. “Y las denuncias al Ministerio de Trabajo versaron sobre esta imposibilidad de poder avanzar, incluso en lo práctico, porque en más de una oportunidad faltaron a reuniones que habíamos pactado previamente”, subrayó.
La reunión
Marconi sostuvo que el intercambio transitó por momentos de tensión, más aún sobre el final de la reunión realizada en las instalaciones de Pinto 520, “cuando se pretendió achacar a la medida de fuerza algún inconveniente en la atención del Hospital”.
En ese sentido, se escudó en que el 15 de septiembre el sindicato notificó a las autoridades de la delegación sobre la protesta que se inició el lunes 18 en reclamo por la bonificación y por la reducción horaria para el servicio, “entendiendo que mientras avanzan los expedientes en el Ministerio de Trabajo para declarar la insalubridad, bien se podría reducir la jornada laboral en un gesto de reconocimiento y de mejora de las condiciones de trabajo”.
“Advertimos la grave situación en la que se encuentran trabajando los compañeros, que no solo no tienen insumos ni la aparatología que correspondería para dar un servicio de calidad, sino también la falta de recursos humanos de acuerdo a la cantidad de pacientes o la gravedad de la patología”, dijo para sustentar la postura adoptada y el largo reclamo que llevan adelante.
Diferenciar las tareas
En otro pasaje de la entrevista radial, el secretario de organización enfatizó que el reclamo “no pasa” por la diferenciación de las tareas de los trabajadores, en una cuestión que dejó para el manual de funciones, instrumento en el que “no hace mucho que venimos trabajando pero sí reclamando”.
En esa línea contextualizó que en 2010, cuando se reestructuraron los escalafones de los empleados de la comuna, quedó el compromiso de avanzar hacia el contenido en un manual de funciones, para describir las tareas y asignar el reconocimiento a cada una de ellas.
“Hay muchas cuestiones que son generales a los trabajadores municipales y que tienen que ver con un convenio colectivo de trabajo, del cual estamos lejos y queremos que se empiece a discutir y a poner en valor la tarea de los trabajadores”, apuntó.
De todos modos rechazó el momento en el cual el Ejecutivo pone como argumento la necesidad de suscribir a una herramienta que ordene la situación. “En esta coyuntura, pretender obligarnos a que discutamos esto, en medio de un reclamo gremial, no es justo, menos aún si se tiene en cuenta que el proyecto del Ejecutivo lo puso a consideración, en forma general, en una sola presentación hace dos meses”, definió.
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