Madre denuncia inacción tras golpiza de un alumno de 17 años a su hijo de 12
El incidente reabrió el debate sobre la inacción de las autoridades educativas y judiciales ante la violencia escolar.
Un hecho de violencia escolar se registró el pasado viernes en la Escuela Técnica 5, ubicada en Perón 937. Cerca del mediodía, un chico de 12 años recibió un puñetazo en la cara de parte de otro alumno de 17. Las consecuencias físicas para el agredido fueron importantes, su madre realizó la denuncia y luego dio a conocer públicamente el reclamo ante la falta de respuestas de las autoridades educativas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl pasado viernes, alrededor de las 13.30, Vanesa recibió un whatsapp que la alarmó: una compañera de su hijo, de doce años y alumno de primer año del Secundario de la Técnica 5, le informó que el chico había sido golpeado. A los pocos minutos, la preceptora del joven se comunicó con ella para pedirle que fuera al edificio, anticipándole que el golpe había sido grave y que probablemente su hijo necesitaría atención médica.
Al llegar a la institución, la madre encontró a su hijo con la mitad de la cara visiblemente inflamada y deformada, siendo asistido con hielo en la dirección. La conversación con la directora dejó a la mujer con una sensación de desconcierto y frustración. Según relató a El Eco de Tandil, la autoridad escolar minimizó la situación e incluso “pareció responsabilizar a mi hijo por haber ingresado a un salón específico en busca de una silla”.
Según relató la madre, la directora de la institución afirmó no poder hacer mucho más allá de hablar con el agresor y sus padres. También indicó que el joven de 17 años "ya viene con conflictos". En ese momento, la directora también se negó a otorgarle el pase de la escuela, aduciendo que a esta altura del año, a pocos días de finalizar las clases, es imposible realizar un cambio.
Inmediatamente después de la reunión en la escuela, la mujer llevó a su hijo al Hospital de Niños. Los médicos diagnosticaron un traumatismo facial y, tras realizarle una placa, confirmaron que no había fracturas, aunque la inflamación era severa. "Se le puso todo el ojo negro, se le está cerrando, la parte del pómulo demasiado hinchado, la mejilla también, todo hasta cerca de la pera", describió la madre, visiblemente conmovida por el estado de su hijo.
Posteriormente, la madre se dirigió a la comisaría Primera para realizar la denuncia. Allí, un efectivo policial le informó que "ya han venido de esa escuela a denunciar, pero no pasa nada con las restricciones" porque "fiscalía dice que son menores" y las perimetrales no suelen concederse. Esta respuesta incrementó la preocupación de la madre, quien insistió en la desproporción de edades: "Es un chico muy grande pegándole a uno de 12. Es un niño todavía, recién arranca en el secundario".
El relato del incidente
Una vez en su casa, el chico pudo relatar con más detalle lo sucedido a su madre. Explicó que había ido a buscar una silla a un salón donde tenía amigos, con la intención de saludarlos. Allí se cruzó con el agresor y, tras un intercambio de palabras, el de 17 años salió del aula y le propinó una fuerte piña.
La madre subrayó la ausencia de adultos en el lugar al momento de la agresión. "Mi hijo me dijo que no había nadie en el salón. La preceptora estaba tomando asistencia en su salón. Nada que ver con el otro salón a donde fue a buscar la silla y donde le pegaron", enfatizó.
Lo más grave, según el relato que el joven agredido contó a su madre, fue que al momento de recibir el impacto pudo visibilizar a dos profesoras al final del pasillo. El chico aseguró que lo vieron pero no lo asistieron e incluso ni le preguntaron qué le había sucedido o le consultaron sobre su estado de salud tras semejante golpe.
La agresión sufrida no es un hecho aislado. La madre reveló que el menor ya venía pasando por "malos momentos". Hace aproximadamente una semana, tuvo que ir a buscarlo porque otro alumno más grande lo había amenazado y quería pegarle a la salida. Cuatro meses atrás, una chica mayor también había intentado agredirlo. En esos casos, la escuela también habría tomado la postura de minimizar la gravedad de las advertencias.
La mujer recalcó que la propia directora había admitido el historial del agresor, lo que refuerza su indignación ante la inacción. "Si la directora también dijo que este chico de 17 años que le pegó ahora ya viene con problemas, ella misma me dijo que es maleducado", expresó, cuestionando cómo es posible que, sabiendo esto, no se tomen medidas preventivas o correctivas más contundentes que garanticen la seguridad de todos los estudiantes.
Demanda de medidas ejemplares
Ante la falta de respuestas satisfactorias por parte de la escuela, la mujer ese mismo viernes envió un mail a la inspectora de distrito, quien la llamó por la noche. La funcionaria le solicitó que acuda este lunes a la institución junto a la víctima de la agresión para mantener una reunión con otros inspectores y analizar las medidas a tomar.
La madre espera principalmente que la Justicia otorgue una medida perimetral para su hijo y que actúe, ya que el agresor, de 17 años, está próximo a la mayoría de edad penal. "Me gustaría que tomen una medida ejemplar con el chico", sentenció.
Además se mostró particularmente preocupada por el hecho de que su hijo y el agresor comparten horarios y salones cercanos. "Él tiene que seguir yendo, pero quién me asegura de que va a estar bien todas esas horas ahí", manifestó.
Si bien el chico de 12 años, a pesar de su angustia y dolor físico, quiere volver para rendir sus materias y terminar el año lectivo, su madre ya tiene decidido que el próximo año ya no lo va a mandar a esa escuela.
Por último, subrayó el derecho de su hijo a transitar libremente por el colegio sin temor a ser agredido, y la necesidad de que las autoridades actúen de manera efectiva para garantizar la seguridad de los alumnos y poner fin a un ciclo de violencia recurrente.
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