Más de 30 embarcaciones hechas con materiales reciclados participaron de la regata en el Dique
Se realizó la quinta edición de la competencia náutica de canoas confeccionadas con elementos recuperados. Este año hubo dos categorías que fueron la educativa y la particular. Los materiales predominantes fueron envases de plástico, tanques de 200 litros y caños de PVC. El objetivo es concientizar sobre la reutilización de los deshechos para crear algo útil.
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Por quinto año consecutivo se llevó a cabo, ayer, en el Centro Náutico del Fuerte, la regata de embarcaciones hechas con materiales reciclados. Si bien el evento organizado por el Centro Náutico del Fuerte, la EES 16 de Cerro Leones y el Municipio estaba previsto para el sábado, debió ser suspendido por las condiciones climáticas, pero el cambio de día valió la pena ya que el sol y la temperatura formaron un combo ideal para disfrutar de la jornada al aire libre.
Federico Martínez, director de la secundaria 16 de Cerro Leones, contó que lo bueno de esta quinta edición es que superaron el promedio de embarcaciones participantes, y que corrieron más de 30 cuando siempre rondaban las 20. “El evento ya es conocido y la gente se interesa en saber cuándo empieza y cómo hay que hacer para inscribirse”, enfatizó.
Según detalló, esta vez sorprendieron los diseños que fueron con cierto estilo cómico, mientras que el material más usado fueron envases de plástico descartable. “Generalmente predominan las botellas, que es un elemento muy fácil de conseguir y que ocasiona mucha basura; también hubo muchos tanques de 200 litros, algunos caños de PVC, como otra gama de componentes que se puedan reutilizar y que ayudan a la imaginación para construir una embarcación”, reveló.
Otra particularidad que tiene esta regata es que, en cada una de las ediciones, todos los equipos se llevan premios, ya que la competencia en sí es algo secundario. “Este año pudimos separar las educativas de las particulares, por lo que se apartó por edades principalmente, pero hay distinciones y medallas para todos”, sostuvo el integrante de la organización.
Cada año la cantidad de participantes va aumentando, como así también los integrantes de los equipos de trabajo, de hecho contó que en las escuelas se suman los profesores y hasta algún padre. Sin embargo, la cantidad de inscriptos por equipo son cinco y solamente dos los que pueden subirse y remar.
“El objetivo es crear conciencia de como la basura se puede transformar en algo útil, además de cuidar y disfrutar de un lugar tan lindo que tenemos en Tandil”, compartió Martínez.
Los circuitos y categorías
Aunque la largada de las flotas tuvo lugar a las 16, el evento de entrada libre y gratuita se inició al mediodía, y mucha gente se convocó a partir de esa hora para disfrutar del espacio. Además, el predio del Centro Náutico del Fuerte contó con una serie de stands de productores locales, algunos de elaboración de artículos a base de materia prima reciclada, como bolsos con lona de pileta, mientras que entrada la tarde se realizó un taller de compostaje.
En la carrera hubo un circuito boyado con líneas rectas de diez minutos aproximadamente y uno de manejo slalom de alrededor de cinco minutos, siendo ambos tiempos necesarios para determinar la clasificación. Los participantes tenían el apremio de cubrir esos recorridos en el menor tiempo posible, utilizando la embarcación construida especialmente para la ocasión.
Este año contó con dos categorías, una educativa, destinada a botes confeccionados y navegados por alumnos de escuelas u otras instituciones educativas, y otra libre, dirigida a cualquier persona que quisiera ser parte del desafío de diseñar con materiales recuperados.
Asimismo, los dos rubros participaron de tres tipos de competencias. Todo competidor, que tiene la finalidad de llegar a la meta en el menor tiempo posible y conformó el 50 por ciento del puntaje; presentación, cuya finalidad es mostrar la originalidad, creatividad de la construcción de la embarcación, visibilizar aspectos que hagan de la embarcación el deleite de espectadores y jurado, que dio el 25 por ciento de los puntos, y disfraces, que contempla que los participantes podrán disfrazarse y exhibir banderas para tripular la embarcación, que brindó otro 25 por ciento del puntaje.
Cabe destacar que tanto la embarcación como el disfraz fueron evaluados y calificados en el mismo lugar de partida, considerando que puedan llegar en condiciones distintas a la meta a las que se presentaron originalmente.
El jurado estuvo compuesto por integrantes del ámbito educativo designados por la Dirección de la Escuela 16 de Cerro Leones, del Municipio y del Centro Náutico del Fuerte, y fueron los encargados de revisar las embarcaciones y asignar los premios a los ganadores en las categorías ornamentales. Además hubo jueces, designados por el Centro Náutico del Fuerte, que se ocuparon de controlar las acciones propias de la regata en las categorías “todo competidor”.
En este sentido, Federico Martínez insistió con que la competencia está en segundo plano, y que todos los equipos reciben medallas y premios.
Reutilizando deshechos
Lo que hace particular y distinta a esta regata son los materiales con los que fueron construidas las flotas, es por eso que una de las condiciones que debieron cumplir los equipos es que su diseño cuente un 80 por ciento de materiales recuperados; componentes que hayan sido utilizados con anterioridad en actividades que poco tienen que ver con una regata, como artículos de construcción, transporte, actividades industriales, comerciales y otros.
En tanto que los remos fueron provistos por el Centro Náutico del Fuerte, entonces no formaron parte de la embarcación a la hora de evaluar el porcentaje de material utilizado.
Cabe destacar que no pudieron utilizarse elementos que provoquen algún daño al ambiente o a las personas que las construyan, como por ejemplo envases de agroquímicos o combustibles, ni residuos patológicos, especiales, ni radiactivos.