Nuestra mirada desde adentro: visita a El Eco de Tandil
Estudiantes de 6to año de la orientación en Comunicación del Colegio Ayres del Cerro visitaron El Eco Multimedios en el marco del Taller de Producción en Lenguajes, coordinado por Gabriela Ballarre. La mirada de los jóvenes sobre los distintos roles y funciones dentro del multimedios, las áreas involucradas en los procesos de producción y el trabajo diario que implica sostener un medio de estas características.

Por: Katerina Siperman
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl 17 de junio no fue un martes cualquiera. A las 10 de la mañana estábamos entrando a El Eco de Tandil, teníamos mucha curiosidad y entusiasmo por conocer cómo trabajaban. No todos los días se tiene la oportunidad de conocer cómo funciona uno de los medios más importantes de la ciudad, ese que muchos leen sin imaginar todo lo que pasa detrás de cada página, de cada publicación en redes, detrás de cada transmisión en vivo.
La visita comenzó con un recorrido general por las instalaciones, el cual lo hicimos con mucha curiosidad. El primer lugar que visitamos fue la sala de streaming, había pantallas, cámaras, micrófonos y todo el equipamiento necesario para hacer transmisiones en vivo. En ese espacio se producen programas, entrevistas y coberturas que se emiten en tiempo real. Cuando pasamos a la sala nos hicieron una entrevista a mi y a mis compañeros en la cual nos preguntaron porque elegimos la orientación de comunicación y en el colegio.

En otra parte del edificio conocimos el sector de marketing, que es clave para que todo lo que produce El Eco de Tandil llegue al público correcto. No es solo un espacio con computadoras, ahí se piensa cómo posicionar el medio, cómo conectar con distintos públicos y cómo adaptar los contenidos a cada plataforma. No se trata solo de vender, sino de construir una identidad y generar comunidad. La sala está pensada para generar contenido dinámico y atractivo que puede llegar a través de redes sociales.
Después, fuimos a la sala de diarios antiguos, la cual fue la que más me interesó. En ese sector estaban las páginas de los diarios de hace bastantes años, solo con ver las hojas nos dábamos cuenta que eran diarios muy viejos. Nos contaron que estaban tratando de digitalizar sus archivos, que alguna vez fueron leídos por nuestros abuelos y ahora están siendo escaneados para que no se pierdan.
La experiencia siguió en la sala donde se imprimen los diarios. Ver las enormes máquinas trabajando y el olor a tinta nos hace entender que, aunque todo parece digital hoy en día, el papel sigue siendo un ritual importante. Nos explicaron cómo es el proceso de armado del diario, desde que se escriben las notas hasta que se dobla la última hoja.
Al salir, no solo nos llevábamos información, sino también una nueva forma de ver todo lo que hay detrás de una noticia. Entendimos que cada título, cada nota y cada posteo en redes no nacen de la nada: hay personas reales, equipos que piensan, crean, se adaptan y ponen el corazón en lo que hacen. Detrás del diario que vemos cada mañana, hay mucho más que tinta y papel: hay esfuerzo, pasión y un compromiso enorme por contar lo que pasa, usando tanto lo clásico como lo nuevo.
Personalmente, la experiencia me sorprendió. No imaginaba todo el trabajo que hay detrás de un medio como El Eco de Tandil. Me fui con la sensación de haber aprendido mucho, pero sobre todo, con admiración por la forma en que combinan lo tradicional con lo moderno. Me sentí inspirada y agradecida de haber podido conocer ese “detrás de escena” que pocas veces se ve.