Obras Públicas precisó que es factible construir en la zona del Ramal H, pero marcó ciertos reparos
Luego de la inauguración del Parque del Origen, la Asamblea Ciudadana en Defensa de las Sierras volvió a alzar su reclamo y solicitó la intervención de las autoridades municipales y del defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires para que “actúen urgentemente para evitar la construcción en la cuenca del Ramal H”, al considerar que el avance en este sentido sería una “negligencia imperdonable”, que se pagaría “muy caro con inundaciones”.
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La advertencia la realizaron a partir del movimiento que detectaron en la zona, con tareas de “desmonte y apertura de calle”, en una modificación que hará que el agua “que es retenida por el monte y la cobertura del área serrana baje más rápido”.
En ese marco, el secretario de Planeamiento y Obras Públicas, Roberto Guadagna, confirmó a El Eco de Tandil que existe un convenio urbanístico que otorga un uso a una manzana en función de parámetros de edificabilidad que el Plan de Desarrollo Territorial asignaba para la zona, que se encuentra “dentro del área urbana y en el ejido de la ciudad”.
Se trata de un proyecto que se tramitó entre 2014/2015 y luego de la sanción de la ordenanza que convalidó ese convenio se abrió un proceso de acuerdo respecto del proyecto que se sigue gestionando, ya que los planos aún no están aprobados. “Solo tiene una ordenanza que habilita unos parámetros de edificabilidad para desarrollar esa obra”, aclaró el funcionario.
Más datos
El secretario de Planeamiento y Obras Públicas abordó el convenio urbanístico al que aluden los asambleístas, que data de 2014, rubricado por una ordenanza de 2015 que habilitaba indicadores urbanos exclusivamente en términos de usos (vivienda multifamiliar), referidos al área que se denomina “Barrio parque” dado que la manzana donde se pretende construir se encuentra dentro del área urbana y el PDT la incluye bajo ese nombre.
Se trata de un lote en el cual el grupo propietario avanzó con la apertura de calles para definir la separación con el espacio público y comenzar con la obra.
Tras la presentación de anteproyectos de ocupación de loteos, Cavia SA impulsó una solicitud de indicadores de vivienda multifamiliar que, según el PDT, le permitía subdividir el lote en hasta 16 terrenos. La densidad habitacional será de 36 habitantes.
En ese momento, y en función de lo que figura en el expediente, ello no pareció lo adecuado, por lo que se sugirió que “trataran la manzana integralmente” y que “cualquier construcción de vivienda en ese lugar fuera de tipo colectiva”.
De este modo se obtiene, en un único terreno, los cuatro bloques que integran el proyecto, que son 18 viviendas de dos dormitorios.
Una obra hidráulica
Por otro lado se encuentra la preocupación de los preservacionistas respecto del escurrimiento del agua en la zona donde se emplaza la presa de contención de agua.
“Es un gran faldón propio de la topografía de la ciudad y ahí lo que sucede es que, a medida que ‘limpian’ los terrenos el agua escurre con mayor velocidad”, explicó.
Y agregó que en este momento sigue en proceso el emprendimiento, por lo cual aseguró que deberá considerarse la obra hidráulica y de retención de agua adentro de la manzana, de modo tal de “retardar el escurrimiento del agua al sistema de desagües actuales que tiene ese sector”.
“El PDT otorga indicadores con los cuales es susceptible de construir y en función de la parcela, que es mayor a 2.500 metros cuadrados, otorga derechos a tener una serie de loteos de las dimensiones mínimas que establece el propio plan”, insistió.
A partir del aporte de distintas áreas técnicas se mejoró la propuesta y se avanzó en la utilización del terreno en forma única y “no que se sucedan distintos tipos de ocupaciones de cada uno de los lotes a cambio de tener un terreno único y que las viviendas se concentraran en los cuatro bloques”.
En efecto, ratificó que “puede edificarse”, aunque remarcó que será necesario mantener las mismas velocidades de escurrimiento del agua después de la obra construida, tal como existe ahora de modo de “minimizar el impacto y resolver la escorrentía de agua”.
La variable hidráulica
El funcionario aseguró que en la lógica de trabajo aplicada en su gestión apuntan a “superponerle al PDT el sistema de escurrimiento de agua natural y de las propias cuencas que tiene la zona y todo el territorio de la ciudad”, es decir, “la cuenca Arroyo Seco, Ramal H, arroyo Del Fuerte y arroyo Blanco”.
A propósito de la posibilidad de declarar esa zona de interés urbanístico y ambiental, Guadagna sostuvo que “código de edificación mediante, creo que esos temas son más transversales al planeamiento urbano porque afecta derechos positivos”, en efecto, el derecho patrimonial que “en otro momento le otorgó el propio tejido urbano, la propia estructura catastral”, con lo cual demanda una mirada “más amplia” dado que tendrá implicancias de tipo jurídicas.
A su vez planteó que en el abordaje del Plan de Desarrollo Territorial buscan incorporarle “más fuertemente la variable hidráulica”, es decir, revisar el documento en términos del sistema de cuencas, la realidad climatológica y la infraestructura hidráulica de la ciudad.
En ese sentido planteó que “no implica agregar densidades u ocupaciones ni en el borde de las sierras ni en el sector del área central, sino trabajar en las áreas de desarrollo de la ciudad que es el cordón noreste”.
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