Pese a la nula recaudación del sistema, aún no contemplan la vuelta del estacionamiento medido
El sistema de parquímetros se encuentra cortado desde el inicio de la cuarentena. Se registraban alrededor de 100 mil estacionamientos abiertos mensuales y 3 mil infracciones, que redundaban en recursos considerables para el Municipio. Por el momento no se evalúa volver a implementarlo, aunque las cuadras están saturadas de autos.
El transporte y el tránsito son dos aspectos que sufrieron de forma inmediata el impacto del aislamiento obligatorio. Según datos oficiales, los parquímetros contabilizan 100.000 estacionamientos abiertos promedio por mes y alrededor de 3.000 infracciones que, aunque en este contexto serían menores, se traduce en recursos económicos para el Municipio. En cuanto a la cantidad de pasajeros del transporte público, se pasó de 4.000 usuarios diarios a apenas 200.
Recibí las noticias en tu email
Esta combinación resintió con fuerza al Sistema Único de Movilidad Ordenada (SUMO), cuyas cifras están lejos de los números habituales. Por el momento, el Gobierno no planea volver a implementar el régimen de estacionamiento medido, que se suspendió al inicio de la cuarentena y cuya recaudación es, obviamente, nula. Los parquímetros representan una vía de ingresos nada desaprovechable para el erario comunal, que ahora está completamente cortada.
La recaudación de los mismos, que representa sólo una parte del dinero generado por el sistema SUMO, se utiliza para las compensaciones del transporte público más la gestión a cargo de la empresa Eycon, que ofrece el servicio de boleto electrónico y estacionamiento medido en Tandil. El total de recursos económicos percibidos por todo el sistema en 2019 ascendió a los 24 millones de pesos.
Es evidente que el flujo de vehículos en la vía pública se ha ido acrecentando con el correr de las semanas y en los últimos días -con la reactivación comercial- es prácticamente imposible conseguir sitio para estacionar en la zona céntrica en determinados horarios. De hecho, una de las motivaciones para instaurar el cobro del estacionamiento en el anillo céntrico, fue la de desalentar la saturación de vehículos y permitir un recambio en el uso de los espacios para tal fin.
El SUMO, con poco uso
La tarjeta amarilla del servicio SUMO ha caído en desuso desde el comienzo del aislamiento, que buscó reducir al máximo la circulación de personas e interrumpió el cobro del derecho a estacionar en el microcentro. Con la suspensión de clases presenciales, tampoco se utiliza el PASE (Programa de Accesibilidad Socioeducativa).
Mientras que los traslados de media y larga distancia están interrumpidos desde el 20 de marzo y no se sabe aún cuándo volverán a las rutas, el transporte público urbano nunca dejó de funcionar, aunque con frecuencias y pasajeros drásticamente disminuidos, lo que significó una caída en la recaudación del orden del 95 por ciento para las empresas. El cuadro de situación obligó a revisar el contrato con la firma proveedora del servicio, Eycon SA, por los gastos que implica cumplir con el acuerdo y la escasa rentabilidad del sistema.
De acuerdo a las declaraciones del secretario de Economía y Administración comunal, Claudio Biset, se está desarrollando un relevamiento total de los contratos del Municipio, en el marco del Plan de Emergencia Económica, para lograr un gasto racional que priorice la asignación de recursos a las áreas esenciales. Así, se proponen alternativas para hacerlo viable, para evaluar si se pueden disminuir costos sin llegar al extremo de suspender el vínculo contractual.