Piden un gesto y acciones de la Cámara y el Municipio frente a las intimaciones de la Usina
La Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines marcó postura ante la convocatoria lanzada por el sector, que hoy marchará a la Municipalidad para reclamar por la reapertura. Calificó de “terminal” situación de la gastronomía, en plena vigencia de las restricciones del Estadio Rojo. Hizo referencia a las conversaciones con la empresa distribuidora de energía para “lograr una alternativa cumplible”.

Un día antes de la protesta que encabezará hoy el sector gastronómico frente a la Municipalidad para visibilizar la situación crítica que atraviesan, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de la ciudad difundió un comunicado en el que solidarizó con la decisión adoptada y sentó su postura ante una compleja actualidad.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“La situación del sector pasó de ser crítica a terminal y esta asociación no puede hacer más que solidarizarse con el grupo de colegas que día tras día hace sentir su voz de manera independiente a través de los medios de comunicación, redes sociales, petitorios ante el Municipio y cuanta manera consideran lícita, como será la presencia frente al Municipio en el día de mañana”, expresó la entidad.
En el escrito, además, hace referencia a las tratativas que lleva adelante ante la Usina tendientes a alcanzar algún esquema que les permita a los usuarios de la actividad superar este momento, tras el corte del suministro que sufrieron días atrás varios emprendimientos del sector, con un pedido de contar con el apoyo del Municipio y la Cámara Empresaria.
El comunicado
En primer lugar, la entidad resaltó que desde el inicio de la cuarentena, el pasado 20 de marzo, la entidad mantuvo un rol activo y se convirtió en un “actor principal de todas las acciones y conversaciones que se pudieron implementar”.
En ese camino, no sólo aportó ideas “sino la contención de la institucionalidad del sector, a sabiendas que cada reclamo era y es con el sólo objeto de evitar la desaparición de nuestros emprendimientos y puestos de trabajo”, pero también “agradeciendo los pequeños avances”.
Así, la comisión directiva de la institución citó la apertura de los locales en junio, “a pesar de la pérdida del 50 por ciento de nuestra capacidad de salones”, circunstancia que “hacía de por sí muy difícil la ecuación”, y el cierre total que se implementó en setiembre, además del proceso de cambio hacia el sistema de Estadios dispuestos por el Municipio, que “nos llevó a los pocos días de su puesta en marcha a la prohibición del trabajo en los interiores de los locales que, sumado al clima de esta primavera hizo que fueran más los días de no trabajo que los de actividad normal”.
“Como última estocada al rubro, desde el 31 de octubre sólo está permitido el funcionamiento de 9 a 17 y con mesas al aire libre, perdiendo desde esa hora en adelante el trabajo nocturno”, señaló.
Esta medida fue considerada como el “último empujón antes del cierre” y también fue informada al intendente Miguel Lunghi y a parte de su equipo durante una reunión de la que participaron el miércoles 28 de octubre, “sin haber sido escuchados”.
“No nos podrán negar que siempre hemos estado presentes para todas las reuniones que hemos sido convocados, aportando alternativas”, incluso en las audiencias “pedidas por nosotros”, en las que lucharon por conseguir una hora más en el servicio de delivery o restaurantes, que funcionaban “hasta las 24 y hoy solamente hasta las 23”, o “proponiendo alternativas como es el uso del espacio público en veredas, playas de estacionamiento, plazas y/o parte de las calzadas”.
Estas propuestas de los representantes del sector, “en las reuniones, reciben respaldo de las autoridades, pero que luego, en la práctica, no son llevadas a cabo, como si la esperanza de llegar con los negocios abiertos al verano alcanzara para pagar las deudas acumuladas por salarios, aportes sociales, proveedores, servicios públicos, mantenimiento, etc., y sin olvidar que nuestro sector está conformado por un conjunto de pequeñas pymes y no de grandes cadenas, donde detrás de cada negocio viven como mínimo dos familias propietarias”.
En otro párrafo, desde la entidad hicieron referencia al trabajo con la Unión de Trabajadores Hoteleros Gastronómicos (Uthgra) “para garantizar, mediante inspecciones conjuntas, que se respetaran estrictamente los protocolos aprobados en salvaguarda de los trabajadores y clientes”.
Como resultado, “parte de lo que el Municipio reconoce, que los contagios no se dan en lugares controlados como los nuestros, sino en las reuniones familiares y sociales que se producen como consecuencia de la imposibilidad por nuestros espacios cerrados”.
El reclamo ante la Usina
Sobre el final del comunicado, la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines de Tandil señaló que en junio mantuvieron un encuentro con el directorio y personal de la gerencia de la Usina Popular y Municipal para abordar las cuestiones vinculadas al servicio y la posibilidad de avanzar con algún esquema para cancelar las facturas acumuladas.
En esa instancia, aceptó un plan de pago “por las deudas que íbamos acumulando a sabiendas que de continuar con el aislamiento esa facilidad no nos serviría, situación que a la fecha se confirmó”.
Actualmente, siguen las conversaciones con la empresa distribuidora de energía de capitales mixtos con miras a “lograr una alternativa cumplible, deseando contar no sólo con el acompañamiento del Municipio sino también de la Cámara Empresaria”.
Apoyo a los asociados
En diálogo con El Eco Multimedios, el titular de la Asociación de Hoteles, Luis Cerone, reforzó el mensaje y los argumentos que sustenta la postura adoptada: “Estamos absolutamente convencidos que algo se puede hacer”, definió.
Y desde allí, planteó que la entidad “no puede avalar ninguna cosa que vaya contra el orden natural, ni tampoco quedarse de brazos cruzados viendo cómo esto sucede”.
Entre las razones, se respaldó en lo expuesto por las autoridades comunales en cuanto a los contagios y el contexto en el que se generan, y dijo que “en un restaurante, cervecería o pizzería, no es un mundo de gente circulando, con lo cual el impacto que tenemos es muy bajo y es demasiada la crisis de siete meses sin poder trabajar”.
En cuanto a la decisión de sus asociados de salir a las calles a protestar en defensa de la actividad, Cerone aseguró que “nos pareció perfecto que se manifiesten, estamos de acuerdo en apoyarlos, ir al Municipio e insistir en la búsqueda de un punto medio”, especialmente en defensa de “algo que está demostrado que no ha generado grandes problemas”.
“Espero razonabilidad”, dijo y se mostró confiado en que “va a primar el concepto de ciudad chica, donde sabemos quiénes son y cómo se manejan las empresas. No hay multinacionales sino emprendimientos de dos o tres familias que la pelean desde su local”.