Por mayoría, el Concejo aumentó un 25 por ciento la tarifa del sistema de transporte público urbano
Desde el oficialismo e Integrar se respaldaron en la responsabilidad de sostener el servicio, en meses en que se redujo el corte de boletos pero además subieron los costos. El Frente de Todos reconoció la necesidad de un aumento, pero pretendía que la carga se repartiera entre los usuarios y un subsidio transitorio del Estado municipal.
El Concejo Deliberante aprobó ayer un ajuste del 25 por ciento a la tarifa del transporte público urbano que llevará el boleto plano de 26 a 32,50 pesos. Si bien los tres bloques políticos coincidieron en la necesidad de otorgar un aumento para el sostenimiento del sistema, el Frente de Todos no acompañó tras presentar una propuesta para repartir la carga entre los usuarios y un subsidio temporal del Estado municipal.
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Luego del quinto día hábil desde la promulgación de la ordenanza, la nueva tarifa llevará los valores del alargue y nocturno a 38,25 pesos; categorías obrero y Pampam (jubilados, pensionados, pensiones no contributivas y veteranos de Guerra de Malvinas) y universitario a 26 pesos; el primario a 5,76 pesos; secundario 16,26 pesos; alargue escolar a Granja 24,70 pesos; combinado multilíneas 48,75 pesos; suburbano Granja 38,35 pesos y combinado secundaria Escuela Granja.
La presidenta de la Comisión de Transporte, Marcela Vairo, expuso los argumentos que derivaron en el dictamen de mayoría, que acompañaron Juntos por el Cambio e Integrar. Destacó que el último aumento otorgado se aplicó el 31 de diciembre de 2019, basado en un estudio de costos de noviembre, “donde ya existía un desfasaje del costo de la prestación del servicio”.
También recordó que habían votado una cláusula promisoria para revisar los costos del sistema y las tarifas en marzo pasado, compromiso que no pudieron cumplir a causa de la pandemia. “El aislamiento social preventivo y obligatorio golpeó a todos los sistemas y a todas las economías, y el sistema público de pasajeros no quedó exento”, dijo.
Tras enmarcar el pedido que presentó la Cámara de Transporte, indicó que el sector pretendía un 40 por ciento de aumento. “Sabemos que es uno de los rubros más golpeados, que debieron disminuir la cantidad de transportados o de usuarios en virtud del Covid”, dijo.
Más costos y menos usuarios
La concejal repasó algunos números que arrojó el SUMO (Sistema Urbano de Movilidad Ordenada) y que reflejan la menor demanda. Por caso, informó que en marzo de 2019 hubo 959.478 cortes de boleto, cuando en marzo de 2020 se registraron 458.166 cortes de boleto. También comparó que en agosto del año pasado el sistema tuvo 975.836 cortes de boleto y en el mismo mes de este año fueron 154.681.
Y agregó que “a la disminución del IPK (Índice de Pasajero por Kilómetro) le debemos sumar también las paritarias, que han cerrado en septiembre con un 30 por ciento más, con un adicional no remunerativo; y un aumento del 10 ó 12 por ciento del combustible”.
Vairo consideró que el cuerpo tiene la obligación de revisar las tarifas, teniendo en cuenta que se trata de un servicio esencial, aunque señaló que “también somos conscientes de la economía que ha decaído y ha pegado en todos los rubros, sobre todo en los que más utilizan el transporte público que son los usuarios que han tenido el cierre de paritarias muy bajo, o algunos han quedado desempleados. Esta situación de pandemia ha golpeado a todos los rubros, no lo podemos desconocer, pero también debemos ser responsables de que tiene que haber una continuidad y una vigencia del transporte público de pasajeros”.
En ese sentido, indicó que tras la evaluación en comisión, decidieron incrementar un 25 por ciento. “A nadie le resulta agradable tener que aumentar el pasaje o la tarifa del boleto, pero la realidad es que debemos ser responsables y conscientes de que debemos bregar por la continuidad del transporte, y en esto nos toca el rol de quienes tenemos que equilibrar un poco la balanza”, expresó.
Por último, consideró razonable otorgar el 25 por ciento de aumento frente al 40 por ciento que solicitaron los empresarios, al evaluar que ese porcentaje también acompaña la inflación.
Contrapropuesta
Por su parte, desde el Frente de Todos Ariel Risso destacó que el debate del pedido de aumento se enmarcó en “la situación económica y social histórica” por la pandemia, un contexto muy distinto a las discusiones de años anteriores.
Una vez más, lamentó que en 2015 Tandil no accediera al sistema nacional SUBE, que habilita beneficios sociales a los usuarios en forma directa. Además, repasó que en 2018, el gobierno de Mauricio Macri congeló los subsidios.
“Nosotros tenemos que velar porque el servicio sea bueno, porque las 80 familias que están manejando los colectivos –son los choferes los que ponen en funcionamiento eso- puedan seguir subsistiendo con sus paritarias como cualquier laburante, eso no se pone en discusión; por las empresas también, para que mantengan un buen servicio, entendemos que tienen que tener un cierto margen de ganancia y dejo aclarado que ninguna de las empresas es multimillonaria, son laburantes, pymes y tenemos que comprender la integralidad de esto”, analizó y volvió sobre la quita a los subsidios.
Risso indicó que se arribó a la pandemia con “la misma tensión” y reclamó un área municipal que piense la política del transporte público en adelante, ya que este año hubo un paro por la falta de presentación de documentación que impidió el arribo de subsidios y el pago a los choferes.
Sumado a eso, señaló que el bloque hizo varios pedidos para que “con sentido común” y para evitar las aglomeraciones, se incrementaran las frecuencias ante la apertura del 95 por ciento de las actividades económicas, pero “nunca se nos escuchó”.
Cuestionó que hoy al usuario “le quitamos un derecho y hoy venimos a discutir que le tenemos que cobrar más un boleto. Por eso digo que todas las condiciones no están dadas para que le recaiga un aumento del boleto a los pasajeros de Tandil”.
Risso expuso que el Frente de Todos reconoce que tiene que haber un incremento para sostener el sistema, pero cuestionó “a quién le tiramos todo ese peso del aumento del boleto de colectivo”. Planteó que se bloque propuso otorgar un 30 por ciento de incremento, del cual un 15 por ciento lo absorbiera la tarifa y otro tanto un subsidio municipal, hasta marzo para rediscutirlo con precisiones sobre las políticas presupuestarias nacionales.
Indicó que el aporte del Municipio contemplaba menos de 350 mil pesos por mes para todas las líneas y menos de 2 millones de pesos en los cinco meses previstos. Consideró que era “totalmente realizable”, con un presupuesto municipal de más de 4 mil millones de pesos, y se amparó en la postura “ideológica” que contempla la “sensibilidad” hacia los trabajadores que utilizan el colectivo.
Para cerrar, resumió que creen que el sistema se tiene que sostener con un aumento, pero no acompañaron el ajuste porque no están de acuerdo en que caiga sobre las espaldas de los vecinos en esta situación y menos aún con un servicio que vio reducidas las frecuencias.
Garantizar el servicio
Por su parte, desde Integrar Nilda Fernández argumentó la responsabilidad de los concejales de “garantizar el transporte público de pasajeros” y destacó que “este pedido está desde marzo, pero la pandemia nos planchó un poco todas estas cosas”. Además, indicó que la Cámara de Transporte nuclea a pymes que necesitan del ajuste para subsistir.
Sumado a esto, rechazó que haya habido apuro en el tratamiento, teniendo en cuenta que el pedido había ingresado en marzo. Al mismo tiempo, resaltó que en la comisión acordaron otorgar el 25 por ciento de aumento y pedir al Ejecutivo que evalúe un cambio de frecuencias en los horarios pico.