Preocupados por el exceso de velocidad, vecinos de Linstow al 300 reclaman medidas que eviten accidentes
Cuatro meses atrás un motociclista falleció tras chocar con un contenedor. Los vecinos aseguran que en un año hubo al menos seis accidentes en el tramo que va de la Curva de la Muerte hasta la avenida Falucho. “Andan como si fuera la Ruta 226”, dijo una de las frentistas. Piden un semáforo o lomos de burro.
Vecinos de Linstow al 300 y arterias aledañas reclaman respuestas del Municipio por la cantidad de accidentes que suceden en esa calle debido al exceso de velocidad con el que circulan los vehículos y la falta de medidas de seguridad vial que eviten que eso ocurra.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn una nota enviada a la Municipalidad en marzo de 2021 planteaban la problemática de la excesiva velocidad a la que transitan los vehículos en Linstow donde ya habían ocurrido accidentes.
La respuesta del Municipio llegó el 5 de abril y allí les manifestaron que sólo pondrían un reductor de velocidad en la intersección de Linstow y Domínguez, aduciendo que Linstow es una vía de acceso para los vehículos de emergencia y es “desaconsejable interrumpirla con obstáculos que ralenticen su desempeño”.
Los vecinos que habitan en la cuadrícula comprendida por las calles Linstow, Holmberg, colectora Pugliese y Aristegui, que habitualmente utilizan la arteria, enviaron una nueva nota al Municipio en julio donde plantearon que “vemos cómo los autos van a velocidad, al no existir veredas la gente camina por la calle, a esto se suman las motos y bicicletas especialmente conducidas por menores de edad”.
“Estamos alarmados porque no existe una seguridad vial planificada especialmente para esta zona, y sigue habiendo accidentes”, manifestaron.
Y allí se ejemplifica con lo sucedido al hijo de uno de los vecinos que el 26 de enero fue atropellado por un auto que circulaba a gran velocidad en Linstow y Holmberg cuando los frentistas llamaron a la policía y se llevaron al niño malherido y la bicicleta quedó destrozada.
Además, recordaron el accidente ocurrido el 25 de junio cuando un motociclista que estaba trabajando para una empresa de mandados colisionó con un contenedor y falleció en Linstow al 400.
Frente a ese panorama, solicitaron al Concejo Deliberante que interceda para que “no haya más accidentes ni hechos lamentables, por todo lo que tenga que ver con seguridad vial, un buen alumbrado, reductores de velocidad”.
Un lomo de burro o semáforo
Adrián Oscares, uno de los vecinos, explicó a El Eco de Tandil que “el problema es que pasan los autos muy rápido y hay criaturas en el barrio. Es peligroso”.
Al no obtener respuestas del Municipio, un mes atrás decidieron entre los vecinos hacer dos carteles con la leyenda “reduzca la velocidad, máxima 20, usá el freno”.
Sin embargo, aseguró que eso no dio ningún resultado porque “no respetan nada, van como en una pista hasta la Curva de la Muerte”.
Explicó que lo que quieren es que “pongan un semáforo o una loma de burro, que vean si es justificable que Linstow sea doble vía, y que hagan veredas que aseguren al peatón poder circular con seguridad”.
“A la gente que va caminando o corriendo le pasan por al lado a toda velocidad, la otra vuelta chocaron a un ciclista, que no supimos nada acerca de cómo estaba, después el chico que se chocó el contenedor, que fue como hace 3 meses, y murió”, recordó.
En tanto, señaló que además la iluminación es precaria y que “de noche no se ve nada”.
Seis accidentes en un año
El frentista, que reside en Linstow al 300, aseguró que en un año hubo al menos seis accidentes. Recordó que cuando era calle de tierra había señalización para que redujeran la velocidad pero la sacaron cuando hicieron el asfalto.
“Hace 4 años que hicieron el asfalto y ahí empezó el problema, igual antes también pasaban a velocidad pero ahora es peor. A la noche también hay picada de motos, la usan como pista. Lo que queremos es que nos hagan el favor de poner el lomo de burro o un semáforo sobre Linstow y Groethe”, afirmó.
Además, al no haber veredas la gente mayormente circula por la calle y cuestionó que el pasto de las veredas lo tienen que cortar los vecinos porque el Municipio no se ocupa.
“No es justo porque esto lo tendría que cortar el Municipio cada 15 días y hacer una vereda para que la gente no camine más por la calle, y que no haya más accidentes”, sostuvo.
Zanja peligrosa en Groethe
Otro problema que los afecta es que cuando llueve la calle Groethe se llena de agua, y cuando llueve “viene toda la catarata de agua del Cementerio y del Golf, y se hace una laguna. La gente de esa cuadra no tiene forma de salir porque se acumula un metro de agua, los vecinos han ido a hacer reclamo pero no hay respuestas,”.
Además, expusieron su preocupación porque hay una zanja en esa esquina muy profunda y cuando llueve el agua tapa todo y no se ve, por lo cual es un verdadero peligro.
“Los días de lluvia es un lago esto. Se tapan las alcantarillas, y no las limpian”, afirmó.
La iluminación
Volviendo al tema de Linstow, Ariel Miranda consideró fundamental que se refuerce la iluminación porque sólo hay luminarias de una sola mano y además los postes están dentro de los terrenos, no cerca de la calle como debería ser y eso provoca que la iluminación sea deficiente.
“Estaría bueno que coloquen las luminarias donde van y que se vea un poco mejor. Donde está el Corralón Verellén los palos están todos contra el cordón, y pusieron iluminación nueva, entonces acá estaría bueno también que hagan eso, porque de esta forma la iluminación no llega a la calle, en la parte del Golf ni siquiera hay posibilidad de vereda porque hay una zanja, es un tramo complicado”, afirmó.
A su vez, contó que al centro comunitario que está situado en esa cuadra van muchos chicos y es un peligro que los vehículos anden así.
“Es una calle que se hizo muy transitada ya antes de que sea asfaltada porque cuando se la mejoró ya los autos pasaban a una velocidad bastante alta. Se sumó que el asfalto mejoró la condición”, indicó.
“Andan como si fuera la Ruta 226”
Por su parte, Carmen Molina afirmó que “andan como si fuera la Ruta 226, acá hay chicos que van a la escuela y tienen que ir entre los pastos porque no pueden ir por asfalto. Sábado y domingo es una pista. Y ya hubo muchos accidentes, es tremendo lo que está pasando”.
“Esperamos 40 años para que nos pusieran el asfalto, y una vez que lo tenemos no podemos caminar tranquilos”, lamentó.
Y recordó que “Iparraguirre vino, nos prometió que iba a hacer el asfalto, las cunetas, pero fueron promesas de político, porque hasta ahora no ha cumplido nada”.
Por último, Ariel Miranda explicó que “desde el sentido común uno pensaría que en un tramo tan largo, ya que son unas 8 o 10 cuadras, por qué no está pensado que en semejante calle ya venga con la obra una loma de burro cada una cuadra y media o dos”.
“Entonces no es un combo lomo de burro y asfalto sino que uno después tiene que andar reclamando la loma de burro. Me parece extraño que no haya una planificación completa, o la señalización, por ejemplo hay una loma sumamente peligrosa porque uno no ve quien viene del otro lado y da la sensación de que fue sólo el asfalto y no hay nada más de planificación”, sostuvo.