Presentaron una denuncia por impedir ver a una tía abuela de 104 años que está en un geriátrico
Juan Pablo Luna se acercó hasta El Eco de Tandil para contar el problema por el que está atravesando junto a su familia, ya que no puede tener contacto con su tía abuela de 104 años de edad, que se encuentra hospedada en un geriátrico que funciona en calle Necochea 86.
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El vecino detalló pormenorizadamente que “todo comenzó cuando falleció Rosa Raquel Málaga, persona que tenía la guarda de Marta Ramona Lima de Málaga, mi tía abuela de 104 años de edad. A partir de ese instante comenzó una verdadera odisea que aún no sabemos cómo culminará”.
Señaló que “con la gente de Iacaruso hicimos el velatorio en Tandil y la trasladamos a María Ignacia para sepultarla, ya que gran parte de la familia es de esa localidad. Ahí fue cuando nuestro médico nos dijo que vayamos a buscarla al geriátrico, con alguna excusa, para que sea este profesional el que le diga lo que había sucedido con su hija. Lo intentamos pero no hubo manera de que quisiera salir”.
Según lo narrado por el familiar de la mujer, “al regresar de la inhumación la fuimos a ver y una señora, que solamente sabemos que se llama Susana y dice que era masajista de la persona fallecida, nos dijo que veía a la tía abuela muy caída. Al llegar le dice a mi padre que desde el geriátrico pedían que se les pague la cuota mensual, por lo que le abonó 10 mil pesos. Tras eso lo sacó del lugar diciéndole que el comprobante del pago realizado se lo daba otro día”.
Aseveró que “el viernes pasado, como no lo dejaban entrar a mi papá en el geriátrico fui a ver qué estaba sucediendo y ya había efectivos de la Policía Local y un móvil de la bonaerense a los que habían llamado. Entró un policía que luego no se identificó ante mi requerimiento, y al salir me dijo ‘vos de acá no te la llevás’. En medio de esa situación esta persona identificada como Susana le dijo a mi padre que le daría el recibo de lo que abonó, cuando se le entreguen las llaves de la casa que mi tía alquilaba en la calle Payró y las del departamento que está en el bloque 1 del barrio Tandilia. Todo este conflicto llevó a que se radique la denuncia ese mismo viernes en la comisaría Segunda por corresponder jurisdicción”.
Anomalías
Expresó que “lo más raro es que desde el geriátrico dicen que no es empleada del lugar, por lo que no sabemos quién se responsabiliza de tener a esta persona”.
Aseveró que “cabe mencionar que desde el geriátrico tampoco me dejaron pasar a ver a mi tía abuela, ya que nos argumentaron que no somos familiares directos y no tenemos la tutela de la persona. No hay forma que entiendan que esa tutela la tenía la persona fallecida y que el familiar que le sigue es mi papá. Ningún encargado o responsable del lugar habló, ni nos llamaron, solo nos impiden verla con esos argumentos. Los abogados están trabajando y se está al aguardo de que se expida la Justicia porque la denuncia penal está hecha”.
Explicó que “todo esto lo está llevando adelante mi abogado Rodrigo López Santoro que está trabajando mucho en el tema. Agradezco también a los distintos entes que me han atendido, pero en una situación como esta no hay solución y una persona queda desamparada”.
Geriátrico en la mira
En la ciudad funcionan muchos geriátricos donde las distintas familias han encontrado un lugar de contención para los adultos mayores a los que no les pueden brindar la debida atención.
En la amplia gama de oferta hay de todo, diferenciándose por el valor que cobran mensualmente para atender a los abuelos y por las instalaciones.
Luna al ser consultado aseveró que “hablé de esta situación con la directora de Desarrollo Social y con el director de Inspección, quienes me atendieron de manera excelente. Con solo ver lo que es lugar de Necochea 86 te das cuenta que ese lugar no puede tener una habilitación”.
Argumentó que “no dan la cantidad de metros cuadrados por extintores, no hay salidas de emergencia, no tiene señalizaciones, está fuera de la ley 19587 (NdR: Seguridad e Higiene), el sitio no está dentro de ningún marco normativo de la ley. No hay registro de personal los que deberían tener aportes jubilatorios y demás”.
Indicó que “desde Inspección me dijeron que están haciendo lo que pueden y tengo que creerle porque son los funcionarios que nos representan. Me comunicaron que ellos ya habían hablado en varias oportunidades a la Provincia. Intenté llamar a La Plata y jamás pude hablar por teléfono porque nadie atiende y en la web al querer ingresar salta error, por lo que no hay forma de comunicarse. Es increíble que se pierda el contacto con una persona mayor porque no te dejen entrar”.
“Sacarla de ahí”
Indignado por lo que está atravesando, dijo que “quiero saber cómo está y poder sacarla de ahí. Y si me dice el Juzgado que no puedo tener la tenencia de la persona para cuidarla, llevarla a otro instituto o a María Ignacia con el resto de la familia, si queda a tutela del Juzgado o de quien sea, quiero que la saquen y la lleven a otro lugar porque ese geriátrico no está habilitado y ya fue cerrado dos veces. Cómo puede haber un lugar así, con personas de 104 años de edad viviendo en condiciones tan deplorables. Y siguen permitiendo que se abra”.
Especificó que “parece que esto es un negocio demasiado turbio y deberían darse cuenta que tienen que parar porque están jugando con los abuelos. La vida humana tiene un precio grande y todas estas personas con tanta edad fueron las que nos trajeron a nosotros, por lo que debemos cuidarlas ya que es nuestra obligación”.
Por último señaló que “simplemente estoy buscando poder recuperar a Marta Ramona Lima de Málaga que es mi tía abuela, siendo mi padre el sobrino directo. Esto pasa a ser una privación ilegítima de la libertad. No estoy pidiendo nada fuera de lo normal ni de la ley, me parece que no nos estamos preocupando por la integridad psicofísica de nuestros abuelos. La verdad es que no le encuentro la vuelta, por lo que acudo a los medios a hacer público este hecho mientras aguardo que la Justicia se expida”.
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