NUEVO CUENTO DEL TIO
Pretenden entrar a las casas a hisopar, con los datos que quedan en los restaurantes
La viveza criolla no tiene límites. Durante el fin de semana, unos profesionales concurrieron con sus respectivas familias a un conocido restaurant de Tandil. Al arribar, tal como lo indica el protocolo, les acercaron una ficha en la cual debieron registrar sus identidades, domicilios y números telefónicos.
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Después de disfrutar de la cena, todos se retiraron a sus respectivos hogares.
Al día siguiente, uno de los profesionales recibió un llamado a través del cual una persona, de buenos modales le decía: “Disculpe la molestia, pero tenemos información de que anoche usted cenó en el restaurant (…). Lamentablemente hemos registrado un caso positivo de Covid-19 entre los que compartieron el lugar con usted, aunque en otra mesa, por supuesto”.
La persona que recibió el llamado recordó entonces que efectivamente había estado en ese restaurant, que había dejado sus datos por escrito, tal y como exige el protocolo, pero algo le hizo dudar cuando quien estaba del otro lado de la línea le dijo: “Recuérdeme bien la dirección, que para evitarles mayor molestia y riesgos, concurriremos en persona a hisoparlos”.
Frente al sugerente pedido, llamó entonces al vicepresidente del Sistema Integrado de Salud de Tandil, Matías Tringler, para comentarle la situación, recibiendo como única respuesta del funcionario que nunca de parte oficial se había tomado tal determinación.
La versión del vecino informada a las autoridades motorizó un llamado de atención y de alerta, aclarando a la vecindad sobre los cuidados a la hora de recibir este tipo de llamados y consultas que bien podrían considerarse como una nueva modalidad del “Cuento del Tío”.
Antecedentes
Respecto a la reserva de los datos personales frente a los protocolos que imperan en esta “nueva normalidad” generó más de un llamado de atención y alerta ante la violación de la privacidad del ciudadano.
Por caso, ediciones pasadas se informó en estas páginas sobre la indefinición a la hora de implementar una aplicación anunciada por la comuna en conjunto con el instituto Pladema, precisamente por ciertos reparos que había en aquellos que debían ponerla en práctica.
En efecto, se detalló días pasados que el Ejecutivo aún no puso en marcha efectivamente la aplicación que de control en lugares cerrados para detectar posibles casos de personas que estén en falta por no cumplir el aislamiento que deberían llevar adelante en caso de ser un caso activo de Covid-19.
Al respecto, el secretario de Protección Ciudadana, Atilio Della Maggiora, señaló que “es un tema que se trabaja en conjunto con lo que es la Dirección de Turismo, Desarrollo Productivo y el Sistema de Integrado de Salud Pública. Se va avanzando pero todavía quedan algunas cosas por mejorar en el funcionamiento de la aplicación, fundamentalmente en cómo se implementa el control in situ al momento de hacer el control por ejemplo en el sector de los gastronómicos”.
El funcionario oportunamente explicó que “hemos tenido distintas reuniones con algunos establecimientos del sector para compartir cómo era el funcionamiento de ésta tecnología y que ellos evaluarán cuáles eran las posibilidades concretas de implementaciones, porque hay cuestiones donde se precisa equipamiento que deberán poner ellos para ser viable la implementación de la tecnología. No solamente eso, sino también la metodología interna”.
Formas de control
Al ser consultado, Della Maggiora resaltó que “hay dos maneras de implementar el control. O sea como control de barrera a la entrada para que la persona que no esté en condiciones de ingresar al establecimiento no lo haga, o se puede hacer luego, cuando los mozos van tomando las comandas ir mesa por mesa revisando si las personas debería o no estar en aislamiento. Son dos maneras distintas. Algunos prefieren una u otra. En cada caso hay que pulir una serie de cuestiones que hacen al funcionamiento mismo de la aplicación, porque si es bajo la metodología de barrera en la puerta es necesario que la plataforma le devuelva la información al instante a la persona que está haciendo el control. Hay una secuencia de temas en los cuales se está avanzando”.
“Lo ideal es tener la metodología de barrera, donde la gente no pueda ingresar, pero pasan algunas cosas que se presentan en la gastronomía como por ejemplo las personas que se instalan directamente en el sector de veredas, por decir un ejemplo. Ahí es difícil establecer el sistema de barrera. La segunda metodología de control, es compleja, sobre todo en la detección posterior a un posible caso positivo”, puntualizó.