Productores agropecuarios reclamaron al Estado recursos para combatir la inseguridad en la zona rural
Productores nucleados en la filial Tandil de la Federación Agraria expusieron que han aumentado los hechos delictivos registrados en el área rural. Pidieron que se ejecuten los fondos de la Tasa de Protección Ciudadana que abonaron a través de la Tasa Vial para mejorar las condiciones de la Patrulla Rural.
Alarmados por los incesantes hechos de inseguridad que se viven en la zona rural del Partido, productores agropecuarios pertenecientes a la Federación Agraria local decidieron visibilizar la situación para tratar de obtener soluciones concretas ante la desprotección denunciada.
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Dos delitos acontecidos en el último tiempo, en el Cuartel X y en De La Canal, fueron el punto de partida para desandar un entramado delictivo que se replica en diferentes establecimientos y, temen, continúe en franco crecimiento.
Dardo Alonso, dirigente de la FAA Tandil, en conversación con El Eco de Tandil, sostuvo que se generalizó el delito en el ámbito rural y este fenómeno no se refleja en las estadísticas de seguridad exhibidas.
“El miércoles estuvimos en la reunión del Foro de Seguridad en la Sociedad Rural y se planteó a la comisión qué es lo que hace falta para un mejor funcionamiento de la patrulla”, explicó.
Dentro de las exigencias, los habitantes y trabajadores del medio rural postularon que es necesario contar con más recursos humanos y mayor fluidez de los recursos económicos tributados a través de la Tasa de Protección Ciudadana que se factura con la Tasa Vial. Según expusieron desde la entidad agropecuaria, el Comando de Patrulla Rural posee 40 efectivos y 6 móviles para cubrir las 480.000 hectáreas que conforman el Partido de Tandil.
Fondos que no vuelven
“El campo aportó durante estos dos años 30.000.000 de pesos con las tasas de seguridad y contra presentación de facturas nos han dado solamente 1.000.000 de pesos. No nos llegan a tiempo los recursos para tener reservas de neumáticos, lubricantes, baterías y salvar los desperfectos mecánicos de las patrullas”, detalló.
Esta demora en la liberación de fondos monetarios para solventar los gastos originados en el CPR, genera dificultades a la hora de que se garanticen las medidas óptimas de protección y prevención, tales como mayor presencia policial en la zona y más rastrillajes en los campos.
El dinero está en un fondo afectado que la comuna colocó en un plazo fijo, pero los productores reclaman que es imprescindible que los fondos se liquiden en tiempo y forma. En este sentido, objetaron que la Tasa de Protección Ciudadana mencionada se paga a costa de un gran sacrificio de los productores y que, en algunos casos hay una triple imposición, debido a que hay personas que residen en la zona urbana, que poseen un campo y que también se dedican a la actividad comercial, y en todos los casos, deben pagar la obligación por cada ítem. Ante esto, Luis García, presidente de la FAA Tandil, recalcó: “Tenemos que mendigar para que nos den el dinero y lograr que funcione correctamente la patrulla rural”.
“Necesitamos una previsión de fondos que ya el Estado cobró”, sentenciaron.
“Falta de voluntad política”
Alonso expuso que el Municipio, encargado de administrar esos recursos que van a parar al erario público, no tiene la voluntad política de actuar de manera expeditiva para brindar soluciones. “Pedimos audiencia hace más de dos años en el caso de Funtala y no tuvimos respuesta”, dijo.
Funtala es un ente de lucha contra la enfermedad de la fiebre aftosa donde confluyen entidades como la Sociedad Rural, la Federación Agraria y cooperativas y que, desde 2002, junto con el Municipio de Tandil y la policía de la provincia de Buenos Aires, batalla contra los delitos rurales, desde el abigeato hasta el robo de maquinaria.
“Hace dos rendiciones nos dieron un dinero y se lubricaron todas las camionetas, pero eso no alcanzó para pagar la mano de obra de los servicios, ahora nos dieron cheques para cambiar el aceite, pero faltan neumáticos y baterías, algunas camionetas se han roto, y si tenemos que esperar 40 o 60 días quedarían algunas unidades fuera de servicio”, precisó.
Y enfatizó: “El campo ha aportado en tiempo y forma, y esos recursos no vuelven”.
Tasas agobiantes
Luis García, uno de los productores también afectados, refirió en declaraciones a este medio que a su campo ingresaron cazadores galgueros y le mezclaron la hacienda, ocasionando severos trastornos ya que los animales se metieron en los cultivos y provocaron daños.
“A los tendidos eléctricos tenemos que acarrearlos 3 o 4 kilómetros; no podés poner un panel solar porque lo colocás a la mañana y a la tarde te lo roban, tampoco baterías. La semana pasada estaban los animales en un potrero y al día siguiente andaban en la soja, rompen el alambrado eléctrico”, relató.
Uno de los hechos previamente señalados, ocurrió entre la noche del 20 de mayo y la madrugada el 21 en un establecimiento ubicado en el Cuartel X, camino a La Patria. Allí, el productor Alfredo García vivió una horrible experiencia al encontrarse con que le faltaban siete de las ocho cerdas reproductoras de su campo. Los animales fueron carneados y robados. Además, el hombre se encontró con que también le habían dado una puñalada al padrillo.
Inmediatamente García llamó a la Patrulla Rural y dejó asentada su denuncia, por este hecho delictivo tomó intervención la Unidad Funcional de Instrucción 8 a cargo de Gustavo Morey.
Alfredo García, el productor damnificado, puntualizó que en otros casos los delincuentes han robado la producción, pero en esta oportunidad el escollo es mayor porque atentaron contra su matriz productiva. “Nos robaron la ‘fábrica’, si nos hubiésemos quedado con las madres podríamos empezar de nuevo, pero ahora se complica todo”, indicó.
El campo de García es pequeño y tiene un largo de 600 metros, lo que hace que, que cuando la patrulla arriba al lugar, ante un llamado que advierte acerca de la presencia de personas ajenas al establecimiento, las personas ya están afuera del perímetro de la propiedad privada y los efectivos no pueden actuar.
Es una situación compleja y cada vez más difícil por los costos, estamos agobiados por las tasas y ante un problema no hay respuestas. No hay soluciones ni a mediano ni a corto plazo”, aseveró.