Retoman las gestiones en un nuevo intento por resolver el conflicto de Pami con la Chacabuco
Las autoridades de la oficina local mantienen contacto con la central para cerrar un encuentro con el directorio de la Nueva Clínica Chacabuco. Buscan evitar intermediarios. El conflicto es por la atención de los pacientes oncológicos, que se encuentra suspendida desde el lunes. Las prestaciones las concentrará el Hospital Santamarina.
El compromiso de recategorización al que se había llegado de palabra y que fue anunciado como la vía para solucionar el tema en forma “definitiva” no prosperó y la Nueva Clínica Chacabuco decidió suspender la atención de los pacientes oncológicos de Pami desde el lunes.
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La negociación volvió a foja cero y las autoridades de la obra social buscan retomar el diálogo en un nuevo intento por hallar una salida al conflicto que se suscitó a raíz del cambio en el método de contratación por las prestaciones de este tipo.
Las conversaciones aún no están cerradas y en esta instancia apuntan a concretarse sin intermediarios entre los máximos niveles de conducción de ambas instituciones para evitar la aparición de improvistos en otros niveles de mando.
Mientras se resuelve este punto, los afiliados de Pami que cursan un tratamiento oncológico en la Nueva Clínica Chacabuco deberán presentarse en las oficinas de Pinto 869, donde recibirán una orden de prestación para ser atendidos en el Hospital Municipal “Ramón Santamarina”.
“Instancia final”
El titular de la delegación local de Pami, Pablo Díaz Cisneros, mostró desconcierto frente al inconveniente que se presentó y que determinó la caída de aquel compromiso que previamente habían informado desde la central y a través del director de Mar del Plata, Sebastián D’Andrea.
Desde entonces “hemos estado tratando de averiguar qué posibilidades hay de lograr alguna reunión en Buenos Aires”, que podría concretarse en los próximos días a instancia de los propuesto por el nivel central para evaluar el modo en que se desarrolla el tema.
Respaldó lo actuado desde Tandil y desde Mar del Plata en pos de alcanzar una salida al conflicto y bregó por la importancia de sentar a las partes, sin intermediación, para negociar y sellar eventualmente un nuevo convenio.
“Entendemos que esa es la instancia final, en la que cada uno tendrá oportunidad de exponer y rebatir argumentos”, para evitar instancias que promuevan el error.
Por otro lado, defendió su postura y dijo que actuó con responsabilidad al anunciar el acuerdo “de palabra” al que habían llegado las partes. “Estaba todo perfectamente encaminado para que nos dijeran que podíamos dar la buena noticia”, contextualizó y agregó que “no somos improvisados y no nos aventuraríamos a dar una noticia como esta” si no tuvieran el respaldo necesario.
Por eso, al explicar lo sucedido, sostuvo que “a último minuto” surgió un imponderable que “nadie pensó” y la única manera de solucionarlo es juntar a las máximas autoridades de cada lado.
Las posibilidades de solución
Por su parte, el administrador de la institución sanitaria privada, Ricardo Saracca, abordó ante el ciclo televisivo “Tandil despierta” (Eco TV) los detalles del conflicto y las expectativas de resolución de un tema que se inició en octubre cuando PAMI modificó el sistema de contratación.
La nueva modalidad contempla la rúbrica de un nuevo contrato que se base en órdenes de prestación. Así, frente a la asistencia determinada de un paciente, Pami emite una orden que luego se factura. Este sistema se encuentra vigente para alta complejidad y la obra social adeuda a la clínica 2,5 millones de pesos de 2017 y 2018 por órdenes de prestación.
Ante la decisión de no adherir a ese esquema que buscan trasladar para la atención de pacientes oncológicos, las autoridades del centro privado de salud iniciaron una serie de reuniones con “ciertas promesas” por parte de los directivos de la obra social.
Destacó la “muy buena” predisposición del titular de la oficina local de PAMI, Pablo Días Cisneros, que llevó adelante las gestiones para propiciar el diálogo entre las partes con el objetivo de llegar a un acuerdo.
Finalmente se alcanzó un entendimiento y el 20 de diciembre “se nos confirmó verbalmente que nos iban a dar una recategorización” para solucionar el tema de las prestaciones para pacientes oncológicos.
“Nos quedamos tranquilos”, expresó Saracca para reflejar la postura frente al acuerdo alcanzado hasta ese momento, que los llevó a sostener la atención hasta fin de año.
Al observar que se demoraba la llegada de la documentación que sellara lo pautado, extendieron la atención una semana más “por buena voluntad”. Sin embargo “el viernes recibimos un llamado (de la casa central) para preguntarnos cómo estaba la situación” y la consulta causó impacto entre los directivos de la clínica. “Realmente eso me incomodó muchísimo, toda la gente de la clínica se sintió muy mal con este tema. Y decidimos suspender el servicio”, precisó Saracca.
Expresó sorpresa y desconocimiento por la situación que se desató frente a lo que se presumía un acuerdo en medio de la predisposición que mostraron las partes, especialmente de los directivos de Tandil y Mar del Plata. “Pero en Buenos Aires parece que no entienden nada”, sentenció.
De todos modos, y sin certezas sobre nuevos avances, el titular de la clínica ratificó la decisión de sostener el diálogo con miras a resolver la situación, a pesar de la “bronca” que genera.