Robaron mercadería y elementos de cocina de un comedor en La Movediza
Delincuentes ingresaron al salón principal del comedor "Los Tatu" en la madrugada del domingo y se llevaron alrededor de 20 kilos de carne, un rallador eléctrico y un caloventor. Los vecinos no vieron nada y las cámaras de seguridad, privadas y del Centro de Monitoreo, no pudieron brindar imágenes del hecho. Con este robo, el comedor tendrá un fin de mes complicado.

Un comedor comunitario fue foco de un nuevo hecho delictivo en la ciudad de Tandil. “Los Tatu”, ubicado en Azucena al 1800, sufrió un robo en la madrugada del domingo cuando delincuentes ingresaron al espacio después de forzar la puerta del salón principal con una barreta.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailSi bien no hay un registro de imágenes que puedan definir cuantos delincuentes participaron del hecho, las personas que llevan adelante el comedor sospechan que fue más de una y que eran jóvenes por la elección de lo sustraído. Se llevaron alimentos y elementos de la cocina, lo cual deja un escenario complicado para cumplir con la ración de comida diaria en los últimos días del mes.
Paola Quero, responsable del espacio, contó a El Eco de Tandil que “nuevamente hemos sido víctimas de la inseguridad en el comedor. Hasta los comedores no estamos exentos de la inseguridad que se vive en Tandil”. En su relato informó que su hijo descubrió el robo cuando fue al salón el domingo a las 7.30 de la mañana.
Lo primero que notó Quero fue que faltaba una bocha de carne de alrededor de 20 kilos, la cual había quedado descongelándose para preparar la comida para el inicio de la semana. Quero notó que había manchas de sangre en la mesa del salón y le llamó la atención ya que justamente el viernes se había realizado una limpieza general para arrancar la semana.
Vale recordar que a principio de año, en este Diario se había informado que la demanda había aumentado, llegando a asistir a casi 40 familias. Esa cantidad de carne se iba a cocinar para lunes y martes, por lo que tuvieron que descongelar otra cantidad similar, complicando el abastecimiento para los últimos días del mes.
Quero comentó que había una máquina hormigonera y que no se la llevaron. “No sé cómo. Entiendo que se llevaron lo que podían en la mano, así que gente grande no es. No creo que sea gente muy mayor porque lo de mayor valor es la hormigonera y no se la robaron”, contó.
Días complicados
En la jornada de ayer, cuando regresaron al comedor para darle inicio a la semana, observaron que un mueble en el que se guardaba mercadería que no requiere refrigeración estaba abierto. Además de guardar condimentos y leche, allí tenían un rallador eléctrico, el cual fue sustraído por los delincuentes.
Este no fue el único aparato eléctrico que se llevaron de “Los Tatu”, ya que también dieron cuenta del robo de un caloventor viejo con el que, junto a otro que habían donado, calentaban el espacio. “Acá no solamente funciona el comedor, funciona la Primaria de adultos, una Secundaria, el Taller de Pampares y con un solo caloventor no dábamos abasto”, contó la responsable del comedor.
Consultada sobre la posibilidad de acceder a imágenes de cámara de seguridad, Quero señaló que desde el Centro de Monitoreo de Tandil (CMT) no tienen imágenes ya que la única cámara que hay en la zona está ubicada en Azucena y Eduardo Rodríguez y el comedor está casi llegando a González Pacheco.
“La cámara la pedimos por más de tres años y con la promesa de que iban a ponerlas, solo pusieron esa y para este lado no apunta. Lamentablemente los vecinos de esta cuadra no tienen cámaras, solo hay uno pero está en la esquina y tampoco enfoca para este lado. Y la de las chicas, que están en la otra cuadra, tampoco apunta para acá. Nadie vio nada, nadie sabe nada”, describió.
De cara a los próximos días contaron que se buscará conseguir hierros para soldar una reja en la puerta principal. No es el primer robo que les toca sufrir, pero en esta ocasión la puerta quedó deformada y, si bien cierra, no aporta confiabilidad respecto al cerramiento del espacio.
En ese sentido, se supo que buscarán establecer contacto con la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat para ver si pueden recibir una ayuda para recuperar los elementos sustraídos. Y sobre todo, pensando en la seguridad del espacio, ver la posibilidad de que compren fierros para soldar la reja en cuestión.
Por último, Quero mostró preocupación por lo que pueda llegar a pasar en los próximos días en cuanto a la producción de comida. Indicó que en el Banco de Alimentos no hay carne y que cuesta un montón conseguirla. “Para nosotros que nos saquen eso es un montón. Tuvimos que usar otra carne que yo tengo separada en el freezer pero a fin de mes vamos a estar complicados porque no vamos a tener”, concluyó.