En un año atravesado por una fuerte recesión y por niveles de actividad por debajo de lo habitual en los sectores turístico y gastronómico, el fin de semana largo permitió un respiro para Tandil: las calles del centro, los paseos tradicionales y los espacios públicos estuvieron repletos de gente durante el día y parte de la noche, en un movimiento que recordó a los mejores momentos, previos a la caída del consumo.

La combinación de temperaturas templadas -casi cálidas-, sol, propuestas culturales gratuitas y múltiples actividades al aire libre atrajo a cientos de visitantes provenientes de diversos puntos del país, pero especialmente de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, consolidando al que terminó ayer –con un lunes feriado por el Día de la Soberanía Nacional más un viernes declarado no laborable para el sector público- como uno de los fines de semana más exitosos del año.

Consultado por El Eco de Tandil, el presidente de la Asociación de Cabañas de Tandil, Marcos Ugalde, destacó el impacto positivo de las jornadas.