Se realizó otro Festival Tanque: filosofía, música electrónica y juventud en Tandil
La música de los DJs de X Academia y un taller abierto de filosofía para pensar sobre juventud y amistad fueron los ejes de la última edición de Tanque, el festival que se desarrolla una vez por mes en la plaza Martín Rodríguez. Como es habitual, en la jornada de ayer estuvieron también los integrantes de Slackline Tandil, ofreciendo a los transeúntes la posibilidad de probar su equilibrio sobre cuerdas.
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Ayer por la tarde, la plaza Martín Rodríguez —más conocida como la plaza del Tanque, en la intersección de Avenida Santamarina y Mitre— volvió a convertirse en un punto de encuentro con una nueva edición del Festival Tanque, una propuesta que combina música electrónica con actividades culturales y talleres al aire libre.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn esta ocasión, además de las presentaciones de los DJs de X Academia, el evento incluyó una experiencia distinta: un taller de filosofía abierto sobre juventud y amistad, coordinado por el docente Lucas Lanzini.
Organizado de manera conjunta por la Dirección de Cultura del Municipio y la Academia de DJs X, el Festival Tanque es una iniciativa que busca generar un espacio de disfrute, experimentación y encuentro en torno a la música y otras expresiones artísticas.
Con entrada libre y gratuita, la propuesta apunta a fortalecer el vínculo con los jóvenes y a ofrecer alternativas culturales en el espacio público.
“La idea es estar cerca de la juventud”, explicó Mercedes Guazzelli, directora de Cultura del Municipio, a El Eco de Tandil.
“El Festival tiene una frecuencia mensual; nos detuvimos durante los meses de frío porque, como es una propuesta al aire libre, obviamente está sujeta al clima. Retomamos el mes pasado y la idea es hacer uno por mes hasta fin de año”, agregó.
Según la funcionaria, el proyecto nació como un festival de música electrónica pero fue evolucionando hacia una propuesta más amplia. “Tanque se inició como un festival de música electrónica pero luego se le fueron sumando otro tipo de expresiones y de maneras de estar juntos, sobre todo de los jóvenes”, destacó.
Freestyle, moda circular y otras experiencias
Ayer, entre las 15 y las 19 , la música se combinó con la destreza de Slackline Tandil, que ofreció al público la posibilidad de probar el equilibrio en cuerdas planas. “Hoy están los chicos que hacen Slackline, que ponen todo para que la gente pueda probar y, de esta manera, dar también a conocer su actividad”, contó Guazzelli.
En ediciones anteriores participaron grupos como BMX freestyle, moda circular y artistas locales que fueron sumando nuevas disciplinas al encuentro.
“Justo hoy no están presentes, pero nos suelen acompañar los chicos que hacen BMX freestyle con las bicicletas, con esos saltos que todos conocemos por 'el Maligno' en los Juegos Olímpicos. Bueno, hay un grupo de chicos de Tandil que tiene una pequeña academia y que viene a la plaza con la rampa para mostrar lo que hacen y, de paso, practicar”, detalló la directora de Cultura local.
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Para Guazzelli, el crecimiento del festival es evidente. “Creo que, de a poquito, la convocatoria ha ido creciendo; el Festival se fue haciendo conocido. Además de jóvenes, vienen familias con chicos y vecinos de la zona que se acercan a aprovechar el día de plaza”, comentó, y dijo que la elección del lugar no fue casual.
“Esta es una plaza que tiene actividades con varios grupos de la zona: hay una murga que ensaya acá y enfrente está el Centro Vasco, que también realiza varias actividades”, manifestó.
Y añadió que “nosotros vimos que igualmente había espacio como para agregar alguna cosita más. La plaza está bien ubicada, tiene este hermoso tanque —un monumento patrimonial— y un impacto visual interesante”, expresó.
Guazzelli destacó por otra parte la fuerza simbólica del espacio, que fue lo que le puso el nombre al encuentro. “Al festival lo pensamos como un ‘tanque’, como algo con una presencia bien fuerte, como la música que están pasando los chicos”, afirmó.
La música como punto de encuentro
La curaduría y las presentaciones musicales estuvieron a cargo de la Academia de DJs X, dirigida por Sebastián Díaz, quien remarcó la importancia del festival como plataforma para los nuevos talentos locales.
“Los alumnos van rotando durante todo el año en las temporadas en las que se puede, cuando nos deja el clima. Obviamente que a partir de septiembre se pone cada vez mejor”, comentó Díaz ante la consulta de este Diario.
“Desde septiembre a marzo viene la parte más linda; le damos mucha continuidad al festival. En las vacaciones de invierno cortamos por el frío y luego retomamos”, agregó Díaz, que celebró la incorporación del Tanque a la agenda cultural oficial del Municipio.
Sobre los inicios del evento, dijo que “teníamos la inquietud, nos acercamos a la gente de Cultura del Municipio y a ellos les gustó la idea. Le fuimos dando forma y hoy formamos parte de la agenda cultural”.
De la jornada en la plaza participaron cuatro alumnos de la escuela de DJs, aunque el trabajo de la academia se extiende a numerosos eventos de la ciudad, como la Fiesta Magma, que se realizó también ayer en el centro cultural Arte y Parte y a la que concurrieron con su música 18 de los alumnos de X.
“En los cursos tenemos alrededor de 25 DJs itinerantes y las vacantes están siempre ocupadas. Vamos rotando en todos los eventos que hacemos”, contó Díaz y subrayó el carácter inclusivo del encuentro: “Este es un evento para toda la familia. Hoy la música electrónica ya está bastante instalada: vienen padres a los que les gusta esta música con sus hijos, jóvenes que se acercan a tomar mate a la plaza, abuelos que vienen a ver a los nietos y se copan. El público es muy variado”, comentó.
Para Guazzelli, el trabajo conjunto con la academia sirve para pensar la música electrónica desde otro lugar. “Todo esto también les permite a ellos ir poniendo en práctica lo que van aprendiendo, probando su material”, señaló.
“Y el propósito es poder pensar a la música electrónica más allá de la nocturnidad; pensarla como algo que puede tener lugar durante el día y en un ambiente familiar”, completó.
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Filosofía al aire libre
La edición de ayer tuvo además un condimento especial: un espacio para la reflexión.
Bajo el título “Juventud al filo”, el docente Lucas Lanzini, profesor de Filosofía en escuelas secundarias rurales de Tandil y trabajador de la Dirección de Cultura, coordinó un taller abierto en la plaza que reunió a jóvenes y adultos para debatir sobre la amistad.
Durante unos 40 minutos, los participantes trabajaron sobre textos de Aristóteles y Nietzsche, reflexionando sobre los vínculos en tiempos de redes sociales.
“Hoy tuvimos el capítulo 1 de ‘Juventud al filo’, que es filosofía y amistad. Hicimos un recorrido por la temática de la amistad, sobre todo vinculada a un texto fundamental de Aristóteles, que es la ‘Ética a Nicómaco’. En dos capítulos de ese libro, Aristóteles le dice a su hijo cómo deben vivir los hombres en función de la a mistad. ¿Para qué sirve la amistad? ¿Cuál debe ser la amistad verdadera, cuáles son las amistades por placer o por utilidad y qué conlleva al ciudadano vivir en la polis siendo amigos?”, detalló el docente ante la consulta de El Eco de Tandil.
El planteo –explicó- busca llevar la filosofía a su terreno original: la calle, el espacio público. “Esto es en el marco de pensar que -un poco como decía Aristóteles- los jóvenes suelen mudar rápidamente de amistad conforme mudan la edad. Entonces, tratamos de reflexionar un poco sobre quiénes son los verdaderos amigos, a qué llamamos amigos: hoy haciendo un clic en internet, tenés 3.000 amigos, pero ¿cuál de ellos es amigo?”, se preguntó el docente.
Durante el encuentro al aire libre, los participantes trabajaron con textos breves e imágenes disparadoras. Lanzini contó que “hicimos un cierre con algún aporte de Nietzsche, que viene un poco a derribar la idea aristotélica de amistad diciendo que los amigos no son -como señala el sentido común- quienes están en las malas”.
"Los amigos tienen que estar en las buenas porque son los que nos llevan a la vida realmente vivible”, manifestó.
El docente adelantó que el ciclo iniciado ayer continuará: “Esperemos que prontamente -y ya pensando sobre de qué temas va a tratar-, salga el capítulo 2”.
Para el profesor, la iniciativa también tiene un sentido político y pedagógico. “La idea es volver a la filosofía a su lugar originario: las calles. La vocación filosófica es la plaza pública, irrumpiendo en una calle, en un tanque para -de algún modo- interpelarnos, pensarnos a nosotros mismos y pensar al otro en clave de emancipación. Esa es la filosofía que nace en la plaza”, aseguró para terminar.