Sin avances en la negociación, el gremio lamentó que el conflicto en Loimar “se va a empantanar”
Ayer se realizó una audiencia en la delegación del Ministerio de Trabajo. La firma ratificó los 10 despidos y 31 suspensiones. El sábado vence la conciliación obligatoria y el sindicato de ceramistas evalúa un paro, con movilizaciones y acampe.
Sin avances en la audiencia que se realizó ayer al mediodía, en la Delegación Regional del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el conflicto por la situación de Loimar llegó a un punto de máxima tensión. La firma insistió con efectivizar los diez despidos y 31 suspensiones, y los trabajadores se encaminan al paro que comenzaría a partir del primer minuto del sábado, cuando se termina el período de conciliación obligatoria.
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En paralelo a la medida de fuerza, los empleados evalúan realizar movilizaciones y acampes, al tiempo que no descartaban la posibilidad de tomar la planta si el conflicto se agrava.
En la víspera, de la audiencia encabezada por el delegado Blas Pugliese participaron el jefe de Recursos Humanos de Loimar Jorge Segon y el abogado de la empresa, los delegados gremiales José Goñi, Sebastián Gerez y Alberto Algañaraz, junto al representante legal del sindicato de Ceramistas Oscar Becerra.
La reunión fue en el marco de las negociaciones en el período de conciliación obligatoria que vence a la cero hora del próximo sábado. Frente a la delegación ministerial, a la sombra de los árboles de la Plaza Independencia, unos sesenta trabajadores aguardaban los resultados del encuentro, en un clima de preocupación por el futuro de las fuentes laborales.
“El límite era el despido”
“No pudimos avanzar en nada, porque la realidad es que siguen ratificando los despidos”, adelantó José Goñi y ató la posibilidad de prolongar el diálogo a que la empresa desista de la cesantía de diez empleados.
“Hasta ahora ha sido el trabajador el que ha puesto siempre el hombro para la empresa, ante las necesidades que tuvo el empresario a la hora de trabajar en estos tiempos que han resultado difíciles. A través de la asamblea hemos podido solucionar un montón de temas y siempre fue el trabajador el que puso de sí. Es más, siempre le aclaramos al empresario que lo último que nos podía pedir eran despidos”, expresó el delegado de la planta y reiteró que “el límite era el despido”.
Señaló que la firma se encamina a efectivizar los 10 despidos y 31 suspensiones a partir de la hora cero de sábado. “Es más, salió a decir que la planta empezaba a trabajar en una rotación de un 6 por 1, es decir, 6 días de trabajo y uno de descanso, incluyendo domingos y feriados. Pintaron algo como para decir que tenemos que entrar esclavizados a trabajar a la planta”, lamentó.
Goñi recordó que a partir de una decisión de la asamblea de trabajadores, para incluir a más gente, optaron por cumplir turnos de 6 horas –en lugar de 8- “para que nadie se quede afuera, el día de 24 horas lo dividíamos en cuatro grupos de 6”. E interpretó que a partir de la reducción de personal, la empresa vuelve a las jornadas de 8 horas con un franco semanal.
“Los vamos a defender”
En cuanto al fin del ciclo y a las expectativas por el cambio de Gobierno, sostuvo que “el que hoy no nos da una luz de esperanza es el empresario. Hubo un montón de reuniones y fuimos los laburantes los que propusimos para que la empresa ahorre plata” y agregó que “nos adeuda dos quincenas y el aguinaldo” a cada uno de los trabajadores de Loimar.
Por otro lado, confirmó que los diez trabajadores que serán despedidos recibieron ya las cartas documento, aunque la medida quedó en stand by debido que el ministerio decretó la conciliación obligatoria. “Los vamos a defender”, advirtió y agregó que todos los trabajadores de la planta productora de ladrillos y pisos son jefes de familia, que alquilan y que han crecido dentro de la fábrica.
Además, la situación se da sobre fin de año, en una fecha cercana a las Fiestas. “Es parte de la estrategia del empresario porque esto lo podría haber hecho mucho antes si hubiese querido, porque esta situación la venimos arrastrando desde abril o mayo. Realmente no sabemos lo que buscan porque se va a empantanar”, auguró.
Goñi marcó que “nos ponen en una encerrona porque ellos solamente dicen que van a pagar las indemnizaciones en cuotas y sólo si seguimos trabajando, o sea que ni siquiera a los despedidos, que al cuarto día hábil tienen que cobrar su indemnización, no les están asegurando pagarles”.
Sin más audiencias, ayer hicieron una asamblea en la plaza y antes del sábado van a adoptar definiciones en cuanto al inicio de un paro y las medidas de protesta para visibilizar la situación.
Sin contacto con el Municipio
Por otra parte, el delegado gremial José Goñi indicó que recibieron apoyo de la Mesa Intersindical de Tandil, a la cual pertenece el Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas; como así también de movimientos sociales y partidos de izquierda, quienes se solidarizaron para evitar más despidos en la ciudad.
Confirmó que no tuvieron contacto con autoridades del Municipio, aunque “llegado el momento vamos a tener que ir a golpear las puertas” para sostener a las familias.
“Somos una de las pocas empresas que hoy tiene tantos trabajadores y que no sólo le da trabajo a 82 sino lo que le da trabajo también a otras empresas satélite, porque operan con tornería, con talleres, casas de repuestos”, dijo en relación al impacto que podría tener la crisis de Loimar sobre la actividad local.