Sin respuestas tras siete meses, trabajadores de Loimar volvieron a sacar su lucha a la calle
La pandemia resintió aún más la delicada situación y buscan retomar las gestiones estatales para obtener respuestas en torno al conflicto con la patronal. Protestaron frente a la Municipalidad y se reunieron con concejales del Frente de Todos, con representantes de la Mesa Intersindical y con el Intendente. La producción se paró en octubre y los operarios no cobran sus haberes desde diciembre. Además, hay diez trabajadores efectivamente despedidos, lo que originó el problema en primera instancia.
Ayer por la mañana, una treintena de empleados de la fábrica de cerámicos y ladrillos Loimar, decidieron dirigirse a la explanada del Municipio con redoblantes y pancartas, y cortar la calle Belgrano, para volver a poner en agenda su compleja situación, que lleva demasiado tiempo sin arribar a un resultado definitorio.
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Vale recordar que el conflicto se inició en octubre del año pasado cuando la patronal determinó la desvinculación y suspensión de operarios, y nunca tuvo una resolución. En el medio hubo paros, protestas en la ruta y en la vía pública, acampe en la planta y en el edificio comunal, y diversas reuniones en el Ministerio de Trabajo. El aislamiento obligatorio empeoró aún más las cosas, porque impidió continuar con el reclamo y frenó la posibilidad de que los trabajadores salieran a hacer otro tipo de labores temporarias para subsistir.
Actualmente, la empresa está inactiva y los empleados hace meses que no cobran sus haberes, pero tampoco recibieron compensación o indemnización alguna por parte de la firma.
Retomar las gestiones
Ahora, la esperanza está puesta en que el Ejecutivo municipal y los concejales con llegada a las esferas nacionales, puedan encarar gestiones en conjunto que se orienten a desentramar el conflicto.
En diálogo con El Eco de Tandil, el delegado de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (Focra), Alberto Algañaraz, explicó los motivos que los llevaron a volver a la acción en la vía pública, tras un paréntesis de dos meses producto de la cuarentena. En este sentido, expuso que “no le podemos encontrar solución a esto, no podemos dar con el empresario y tenemos ocho compañeros, de los diez despedidos, que quieren recuperar su trabajo y nosotros con ellos”.
“El Intendente mucho más no puede hacer, esto no es en contra del Municipio ni del Gobierno, es que queremos volver a trabajar y lo único que tenemos es manifestarnos. Necesitamos que alguien tome cartas en el asunto, que los ministerios traten de hablar con el empresario para ver qué quiere hacer, en los papeles figura una fábrica inactiva, no cerrada”, aseguró.
En rigor, aunque la producción está parada desde octubre y los trabajadores no perciben sus salarios desde diciembre, la firma no está cerrada, lo que coloca a los operarios en una especie de limbo con respecto a su situación y futuro, sin poder trabajar, sin cobrar y sin cobertura social.
El deseo de volver a trabajar
La voluntad de reintegrarse a sus puestos de trabajo no ha encontrado resonancia en la contraparte pese a los reiterados reclamos, y la incertidumbre domina el panorama. Esto se suma a que la actividad de las dependencias gubernamentales se detuvo también en el marco de la pandemia y no se pudo avanzar con gestiones en esta línea.
“No aceptamos el fondo de desempleo porque sería darnos por despedidos y nosotros hicimos un rechazo a los despidos. Se complica hasta para conseguir los alimentos, nos duele estar parados afuera de un mercado. Hasta las changas se perdieron, hemos contraído deudas, pero tenemos la convicción de volver a trabajar. Hicieron un lock out patronal, vaciaron la empresa, nos despidieron, no nos pagaron los sueldos adeudados y nos abandonaron a todas las familias”, señaló Algañaraz.
“Es la primera vez que cortamos la calle en Tandil, pero la verdad es que no podemos aguantar más, queremos que alguien nos oiga, no tenemos recursos”, clamó. “No es grato tener que estar acá, no estamos en contra de las medidas tomadas por la pandemia, pero no es que esto nos empezó a ocurrir hace dos meses, estamos agotados y esto nos terminó de destruir”, dijo. Al cabo de dos horas y concluidas las reuniones, los manifestantes se retiraron de forma pacífica pero no descartan continuar con las medidas de lucha para conseguir las respuestas necesarias.