Soledad Silveyra aseguró que Tandil le hizo “mucho bien” y consideró que la ciudad es un “paraíso”
La actriz pasó sus vacaciones en esta localidad y hoy regresa a Buenos Aires. Habló de la recuperación del ACV que sufrió días atrás y cómo cambió su forma de ver la vida. Destacó el valor de la calidad de gente que vive en esta ciudad y lo cómoda que la hicieron sentir.

“Ustedes los tandilenses viven en un paraíso, y eso tiene que ver con la calidad de gente que son”, resumió la reconocida actriz Soledad Silveyra en diálogo con El Eco de Tandil al finalizar sus vacaciones en esta ciudad. Habló de cómo cambió su forma de ver la vida tras sufrir un ACV y el esfuerzo que realiza para dejar de fumar, una de las indicaciones primordiales de los médicos.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“La verdad he podido salir de la ciudad cosmopolita en la que vivimos, que está tan agresiva, pasan tantas cosas, y uno llega acá y es una fiesta. No puedo parar de informarme en Buenos Aires, y acá hace 14 días que no prendo el televisor del cuarto”, resaltó.
Y explicó que estos días de vacaciones estuvo mucho en contacto con la gente, con el paisaje, y expresó que “me ha hecho mucho bien Tandil, yo no sé si son conscientes los tandilenses del valor de lo que tienen, de lo que es vivir acá en esta ciudad”.
A su vez agradeció “a lo generosos que han sido conmigo, no lo puedo creer porque no sé si merezco tanto, desde invitaciones a comer, a conocer lugares, a la Dirección de Turismo le agradezco profundamente, al Municipio que lo veo crecer cada día que vengo”.
Agradecida a la vida
Por otra parte, contó que tiene un sobrino de 33 años que vive en Tandil hace 5 años y que trabaja para una compañía muy importante de la ciudad como ingeniero agrónomo y explicó que “esperamos que pueda llegar rápido el día de comprar un terrenito para que puedan hacer su casita. Una cosa que me mata de nuestro país es que un pibe con un muy buen salario, un ingeniero agrónomo que no para de laburar, si no tiene herencia no va a poder nunca tener su casa, entonces uno no sabe cómo se le mantiene el ánimo a estos hombres de 33 años, que ya son padres”.
“Cuando uno toma consciencia de eso piensa en que ojalá que él pueda encontrar acá un lugar para afincarse con su mujer y su hija Jacinta que tiene un año y dos meses, que llega y lo primero que hace es ponerse alcohol en gel, es niña de pandemia”, señaló.
Confió que está “muy agradecida a Tandil y a la vida y a lo que aprendí en esta pandemia a ser más generosa, a escuchar mejor, a no levantar presión tan rápidamente como acostumbramos, a tratar de ser mejor, conectarme con el otro. He conocido en este sentido acá gente con una pasión, y toda gente joven, eso me da mucha alegría, los felicito de verdad”.
Después del ACV
Respecto al ACV que sufrió recientemente, contó que no puede especificar cuál fue el momento exacto en el que sufrió el accidente cerebro vascular porque fue de algún modo “asintomático”.
Sin embargo, recordó la situación que la condujo realizarse los estudios donde descubrió que había tenido un ACV a principio de enero.
“Tuve unos temblores de 20 segundos, o 30 no sé. La rodilla me tembló, me mareé y el productor me agarró. Pensé ‘qué raro’ y enseguida me di cuenta de que no era la cervical, que era neurológico. Después vinieron dos más, muy espaciados uno del otro, y entonces decidí ir al sanatorio donde me dejaron internada. Ahí me hicieron al resonancia y salió que he tenido un ACV”, indicó.
En cuanto a las recomendaciones de los médicos a raíz de ese episodio, sostuvo que le dijeron que debe dejar de fumar. “No puedo fumar más. Fumar es suicidarme, pero me cuesta horrores. Me ayudan mucho los parches, los recomiendo, te quita una cuota de ansiedad pero es como cuando estás enamorada y no podés dejar de pensar en el hombre que amás, cuando hago esa comparación me enojo mucho conmigo”, afirmó.
En ese contexto, sostuvo que “Tandil me ayudó muchísimo y eso que estoy con mi cuñada que es fumadora. Voy a confesar con mucha vergüenza que sólo una vez le robé una pitada, confieso mi pecado ante la sociedad porque me ayuda mucho la gente, el compromiso, porque no puedo fallar, así que voy a salir adelante”.
“Siempre tengo las palabras de Selva Aleman que me dice que no voy a poder sola, que voy a necesitar apoyo porque es durísimo para fumadoras como nosotras”, señaló.
Y recordó que cuando le dijeron los médicos que tuvo un ACV se dijo a sí misma “Silveira ahora a no hacerte tanta mala sangre y disfrutar la vida, que en cualquier momento te vas”.
Y confió que los médicos no fueron quienes le indicaron una vida más tranquila, sino que “eso lo entendí solita, no sé si una vida más tranquila pero no estar preocupada por el mañana, por mi hijo, mi familia, ya que están todos bien, la pelean como la mayoría de los argentinos, pero cuando uno mira el contexto uno es privilegiado”.
Un paraíso
“Así que siempre hay que quedarse con ese lugar, no caer en el pecado de no darte cuenta de que hay tantos argentinos que la están pasando mal. Ustedes los tandilenses viven en un paraíso, tiene que ver con la calidad de gente que son. Cada sociedad no es sólo paisaje, es la gente que construye ese paisaje, en ese sentido ustedes han sabido mantener una identidad muy rica. Es importante para el que viene como en mi caso que he venido tantas veces y veo tanta gente joven con pasión por lo que hace que la verdad me voy con el espíritu lleno y ganas de volver pronto”, resaltó.
Aseguró que en Tandil pasó unos días “inolvidables” y agradeció a la Secretaría de Turismo y “especialmente con una de las personas que trabaja ahí, Luna, establecimos un vínculo hermoso, mañana (por hoy) me lleva al Taller Protegido que quiero ver si puedo dar una mano a alguien que me conmovió tanto como Luna, y sobre todo los pibes”.
“Yo estaba buscando fanales y busqué por todo Tandil, para dejarle de regalo a la mamá de mi sobrina política que es quien me prestó su casa la primera semana, y no había fanales por ningún lado. Luna me averiguó y en el Taller Protegido hay fanales de colores y distintos tamaños, entonces de paso le dije que iba a ir a dar una mano, así que mañana a la mañana (por hoy) que es el último día me voy al Taller Protegido y al mediodía mi sobrino nos lleva a un campo, a un almacén de ramos generales así que terminaremos la jornada en el campo tandilense”, manifestó.