Los feligreses celebraron esta tarde el Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen, Patrona de Tandil, con una agenda cargada de actividades que tuvieron su inicio bien temprano en la mañana y cerraron pasadas las 21 con la presentación del Coro Estable. El epicentro fue a las 18 con la procesión desde la Iglesia del Santísimo Sacramento hasta el Anfiteatro Martín Rodríguez.

Las celebraciones litúrgicas se concentraron en el templo parroquial con misas en los horarios habituales de un domingo: a las 8, a las 11 y a las 20. Sin embargo, la actividad destacada de la jornada fue la tradicional procesión hacia el Anfiteatro Martín Fierro, un evento que congregó a fieles y a diversas instituciones, quienes caminaron por las calles del centro celebrando a la Virgen.

La convocatoria se realizó para las 17.30 frente al templo parroquial, sobre Belgrano, para dar inicio a la peregrinación a las 18. El recorrido se desarrolló por la mencionada arteria, hasta Chacabuco, luego continuó por Avellaneda, hasta finalizar en Dorrego para llevar a cabo la misa solemne en el Anfiteatro minutos antes de las 19. Personal de Control Vehicular facilitó el corte de las calles para evitar cualquier altercado de tránsito.

Respecto al recorrido de la procesión, vale mencionar que la logística se adaptó en los últimos años. Si bien históricamente se realizó por Chacabuco y luego se subía por la diagonal Illia, este año, al igual que el anterior, la caminata se vio modificada debido a la coincidencia con la Fiesta del Queso Tandilero, un evento que ayer tuvo el cierre de su séptima edición.

Minutos antes de las 18, un grupo de adultos mayores se hizo presente con carteles con la imagen de la patrona de la ciudad que identificaban a distintas parroquias. Luego fueron los jóvenes y agrupaciones de scouts los que comenzaron a poblar la vereda de la Plaza Independencia por Belgrano, frente al templo parroquial. En ese momento empezaron a salir del templo los diáconos que caminaron junto a los creyentes.

La procesión

“¿Arrancamos menos cinco?” y “¿Por dónde vamos? Está la fiesta del queso” fueron algunas de las preguntas que resonaron entre los presentes mientras cada vez se congregaban más cristianos en la puerta de la iglesia. Un grupo de jóvenes comenzó a organizar todo, despejó las dudas de algunos presentes y sacó del templo la imagen de la Virgen que encabezó la marcha.

Antes de comenzar el recorrido, dos scouts se sumaron a los jóvenes para cargar sobre sus hombros la imagen de la virgen. “Vamos poniendo el corazón en silencio y nos preparamos para empezar este camino de oración” se escuchó por un altavoz que encabezó la procesión. Fue entonces cuando a las 18 en punto sonaron las campanas de la parroquia y todos los presentes se acomodaron detrás de la imagen de la virgen.

El recorrido comenzó a horario y tuvo un buen ritmo en las primeras cuadras. La caminata estuvo acompañada de oraciones y tramos de la biblia leídas a dos voces. Cada intervención fue intercalada por canciones referidas a la virgen, las cuales hicieron que muchos vecinos que no estaban realizando la procesión se sumaran al culto desde el canto y con palmas.

Luego de pasar por un lugar de mucho tránsito peatonal, en la diagonal Illia, el tramo final del recorrido se hizo más pausado. En la esquina de Dorrego y Avellaneda el ritmo mermó y, a partir del tramo en subida rumbo al punto final, hubo más demoras de lo esperado. Esto provocó que los horarios pautados se corrieran un poco más de lo previsto.

Mientras tanto, en el Anfiteatro Martín Fierro aguardaba un numeroso grupo de chicos de las capillas y parroquias de la ciudad, como así también los alumnos de los establecimientos privados, como Santo Domingo y San Ignacio. Ellos fueron los protagonistas de la misa que se desarrolló en ese lugar a partir de las 19, ya que fueron convocados para recibir la segunda comunión.

A partir del arribo de la procesión, los chicos en el Anfiteatro desplegaron pañuelos celestes y blancos y, al grito de “¡Viva la virgen!”, recibieron la imagen de la Inmaculada Concepción, la cual fue dejada en el centro del escenario. El coro entonó cantos religiosos para darle clima al evento.

El padre Rafael fue el encargado de comenzar la misa. José Luis Rodríguez, párroco de la Parroquia del Santísimo Sacramento, no realizó la procesión por cuestiones de salud, pero dijo presente en el Anfiteatro. La jornada tuvo una misa más en el templo parroquial y el cierre de las actividades estuvo a cargo del Coro Estable en el mismo edificio de Belgrano al 500.

Sobre el autor

El Eco de Tandil

Más de 143 años escribiendo la historia de Tandil