Taxistas presentarán un proyecto al Legislativo para liberar las paradas y horarios, ante la caída de la actividad
El rubro de los taxistas señaló que sufren desventajas por no poder circular libremente ante la restricción horaria y de paradas, motivo por el cual solicitarán modificar la normativa vigente en la ciudad. Si bien no habrá próximos aumentos de tarifa, la desactualización de la misma producto de la inflación repercute duramente en los trabajadores del sector, que aspiran a flexibilizar sus condiciones laborales.

El Sindicato de Peones de Taxis presentará finalmente en el Concejo Deliberante hoy un proyecto de paradas libres y flexibilidad de horarios. En julio y agosto, la entidad mantuvo reuniones con la Comisión de Transporte del Legislativo en las que se trataron estos temas y también el aumento de la tarifa.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl pedido de aumento de la tarifa de taxi había sido solicitado al Concejo en marzo y la propuesta consistía en un alza del precio desdoblada en marzo y septiembre, pero no se efectivizó esta suba por la falta de firmas de los licenciatarios y primó la postura de la Asociación Patronal de Conductores de Taxis de otorgar un único aumento. La legislación municipal requiere el aval de más del 55 por ciento de las firmas de los titulares, tal cual lo establece el punto 29 de la ordenanza que regula la actividad.
Frente a este escenario, el pasado 24 de agosto, el Poder Legislativo local aprobó por mayoría aumentar un 20 por ciento -con respecto a la tarifa anterior- la bajada de bandera de taxi, lo que la elevó a 25 pesos y 2,50 pesos la ficha a partir del 1 de septiembre.
Mauricio Villalón, secretario general del Sindicato de Peones de Taxi de la ciudad, le informó a El Eco de Tandil que a pesar de los sucesivos incrementos registrados en el combustible no es posible aumentar la tarifa este año, pero sí evalúan solicitar la autorización para la suba de manera más prematura en 2019.
“Aumentaron el combustible, los repuestos, el cambio de gomas, el aceite. Cuando hay que hacer los cambios mensuales se nota el aumento”, consignó. “Seguimos estando por debajo de la inflación. La tarifa se fue a un precio que convenía en su momento pero hoy no dan las números, encima la actividad bajó un 40 por ciento”, explicó.
A fines de enero o principios de febrero podrían estar presentando un proyecto ante al Deliberativo para aumentar un 10 o 15 por ciento más la tarifa, pero el titular sindical objetó que si los remiseros no actualizan el precio de los viajes, tendrán que mantener el costo vigente porque brindar el mismo servicio más caro redundaría en una merma aún mayor de la actividad.
“Hoy no hay mucho trabajo y estamos iguales en tarifa. La gente busca el beneficio de su bolsillo, tomarse un taxi es un lujo, no todos tienen el dinero para pagarlo”, describió.
El conflicto por las paradas
El proyecto que se elevará la próxima semana al Concejo prevé que se liberen las paradas y horarios asignados, y brega por la libre circulación de los vehículos en la planta urbana, una problemática que desde el gremio consultado señalan desde hace mucho tiempo.
Los horarios y paradas establecidos ciñen las oportunidades de trabajo e incrementan los gastos. “Liberar las paradas para que sea menor el gasto de combustible”, destacó. Para ejemplificar, expuso que un trabajador al volante que lleva un pasajero del centro a la terminal tiene que volver a su parada y no puede quedarse ahí, además de ser pasible de una multa si no cumple la banda horaria estipulada para ofrecer sus servicios.
La entidad gremial respalda la libre circulación de las unidades, para que los conductores puedan salir a buscar viajes e instalarse en cualquier parada, como sucede en Mar del Plata y Ciudad de Buenos Aires por caso. Esta modificación propone un cambio de mentalidad, aunque podría causar “molestias” en quienes tienen asignadas las mejores paradas.
No obstante, defienden su posición y esperan que el proyecto elaborado pueda ser tratado pronto en el recinto, con la expectativa de que se le dé curso a los cambios solicitados, que según su óptica servirían como un paliativo para mejorar el rendimiento de la actividad y facilitar el trasporte al usuario.
Las multas aplicadas al sector
Los conductores de taxis mantienen una disputa con sus pares remiseros por la parada del supermercado Monarca que se halla sobre la calle San Martín. Según la ordenanza actual, ni taxis ni remises pueden detenerse allí pero ambos lo hacen, y el conflicto se sostiene porque, según las declaraciones del dirigente gremial, los taxistas son multados constantemente mientras que los proveedores del otro servicio no registran mayores problemas.
“A los taxis nos multan, nos echan, y a los remiseros no. No tengo nada contra ellos, pero debería haber igualdad y tolerancia en estos tiempos de crisis”, señaló.
En la ciudad hay una plaza autorizada de esta clase de automóviles del orden de las 200 unidades, pero no se encuentra completa. De acuerdo a los datos proporcionados, a comienzos de 2018 el relevamiento indicó que había 181 vehículos circulando, pero se registró una baja de licencias, por lo que actualmente se registran un promedio de 160 autos en funcionamiento y 20 licencias que deberán entregarse este mes. La cantidad de autos vinculados a remiserías asciende a 650 unidades. El límite de 200 autos impone, para el sindicato, una cota muy restringida que genera demoras en la entrega de licencias y genera desgaste entre los postulantes anotados, quienes suelen migrar hacia la plataforma remisera.
“Cuando hay trabajo, hay trabajo para todos, pero la ventaja es que el remis trabaja puerta a puerta y se puede pedir por teléfono. Si ellos tienen la posibilidad de parar en un mercado o en la calle, nos quitan el trabajo a nosotros. Nos multan por no estar en las paradas, por ejemplo”, definió.
La baja en la recaudación diaria es un motor para que los taxistas comiencen a pelear otros frentes y solicitar diferentes alternativas que les permitan sostener la actividad. Ante este panorama, Villalón indicó que “los chicos que se iban al mediodía a comer ya no se van, es imposible seguir así. Aumenta todos los meses el combustible, el gas se mantiene, por suerte. El que trabajaba 10 horas por día, ahora trabaja 13 o 14 horas. Tendremos que ver qué es lo que pasa, si la situación se estabiliza”.