Tras la colecta de firmas, Osecac se hará cargo del audífono para Ramiro
Luego de que más de 17 mil personas se adhirieran a la colecta que comenzó Josefina Espetxe, madre de Ramiro, para que Osecac se hiciera cargo del audífono que él necesita para poder escuchar y continuar estudiando, finalmente desde la obra social confirmaron que se harían cargo del dispositivo.
Tras diez meses de reclamos por la vía formal y legal, y ante la no respuesta de la obra social Osecac, los padres de Ramiro, un niño de 20 años que necesita un audífono para poder escuchar, decidieron iniciar una colecta de firmas que rindió frutos.
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Bajo el lema “El audífono para mi hijo” Josefina Espetxe, madre del adolescente, comenzó la campaña a través del sitio web Change.org para que la prepaga cumpliera con la ley de discapacidad y le cubriera el dispositivo.
Fueron más de 17 mil personas de diferentes partes del mundo las que se adhirieron y finalmente este jueves Espetxe confirmó la grata noticia por la misma web: “Conseguimos la orden de compra de Osecac ¡Gracias a todos!”.
En diálogo con El Eco Multimedios, había contado que “Ramiro ha cumplido 20 años, ha terminado su secundaria, y en enero se le rompió el audífono. Hicimos todos los papeles correspondientes, con idas y vueltas de Osecac, y ellos tienen un convenio con una empresa de audífonos que se llama Gaes. Mostrando nuestra voluntad, ya fuimos dos veces a Mar del Plata, pero los audífonos que nos quieren dar no le sirven a Ramiro”.
La campaña cumplió su cometido y la obra se hará cargo de los gastos del audífono. No obstante, El Eco de Tandil se comunicó nuevamente con Espetxe quien advirtió que habían recibido la noticia el miércoles pero que “esto significa que, como pagan a noventa días, es probable que tarde tres meses en dárnoslo”.
“A ellos les importa la presión social”
Comentó la madre de Ramiro que esta difícil situación por la que atraviesan no es nueva sino que viene desde hace ya varios meses. Se han enviado varias cartas documento y, de hecho, “estaba por salir el amparo, pero le avisamos a la abogada que no lo sacara”.
Llamativamente, tras una campaña de colecta de firmas efectuada íntegramente de manera digital, Osecac decidió afrontar los gastos del audífono. Por tal motivo, Espetxe evaluó que “a ellos la presión social es lo que más les importa”.
Asimismo, indicó que el inconveniente era que desde la obra social sostenían que solo podían comprar los de la marca Gaes, pero la realidad es que “esos a algunas personas les sirven y a otras no, como por ejemplo a Ramiro”.
“Entonces la pulseada contra Osecac era romper ese tema de que hubiera un antecedente jurídico de un chico al que se le otorgara un audífono diferente para que todos los demás también lo puedan usar”, dijo y aseguró que “no puede ser que te den la prótesis que ellos quiere; eso no lo dice la Ley”.
Remarcó que la lucha fue por el antecedente jurídico y expuso que el 13 de diciembre viajará a Buenos Aires porque se vence el tiempo útil del implante: “¿Cuánto tiempo me van a tener con este implante?”, clamó.
Una tristeza enorme
Más allá de la alegría por haber cumplido el cometido y haber logrado que la obra social se hiciera cargo del dispositivo que le permitirá al joven de 20 años escuchar y poder continuar con sus estudios, Espetxe reconoció que sintió tristeza.
“Me agarró una tristeza enorme porque me acabo de dar cuenta que mi hijo toda la vida se la va a pasar mendigando. Pidiendo y pidiendo, cuando en realidad es un derecho adquirido. Pero te da una enorme tristeza; los papás de los discapacitados no vamos a vivir por siempre”, declaró. Agregó que la discapacidad es una “herida abierta” ya que “siempre aparece algo nuevo”.
Por su parte, contó que Ramiro está como todo chico de 20 años, “encerrado en la casa mirando televisión”, pero que ha llorado ya que es consciente de que puede llegar a perder la audición.
“Y encima es más inocente que los chicos de su edad. Por ejemplo nunca ha salido a bailar, solo se junta con sus amigos”, refirió.
Solidaridad
Como sucede con cada colecta solidaria que se realiza en nuestra ciudad, la gente se adhiere y muestra su costado solidario, dejando en claro que Tandil es una ciudad colaborativa, siempre y cuando la causa sea justa, como en esta ocasión.
No obstante, expresó Josefina que también mucha gente le ha dicho que no había necesidad de llegar a eso, a lo que ella le respondió que “no importa porque no está mal. Hay que perder la timidez”.
Dijo además que, tras darse a conocer y compartirse la publicación de la colecta de firmas, una familia que vive en la zona de Los Cuarteles le prestó el audífono de su abuelo, de manera que desde el viernes pasado Ramiro está escuchando. “Y nos contaba la audióloga que se puso a llorar cuando escuchó, porque él tiene el fantasma de que se puede quedar sordo, y solo tiene 20 años”, refirió.
Por último, señaló que “está bueno el costado solidario de Tandil” pero remarcó que la campaña trascendió las fronteras y llegó, incluso, hasta Barcelona: “Me contó una amiga que está trabajando allá en un bar que lo posteó y sus contactos lo firmaron. Entonces ya es un tema de todos”.