Tras la irónica iniciativa, los vecinos del Parque Independencia exigen soluciones definitivas
En comunicación con El Eco Multimedios, el presidente de la comisión vecinal narró los padecimientos del barrio ante esta problemática.

En las últimas horas se hizo viral la irónica tarjeta compartida por los vecinos del barrio Parque Independencia, donde “invitaban” a escuchar los ruidos de las motos, algo que están obligados a soportar todas las noches, con mayor regularidad durante los fines de semana.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEn este contexto, el presidente de la comisión vecinal del barrio, Jesúan Balmaceda, en diálogo con El Eco Multimedios, señaló que se trata de una problemática de larga data que afecta profundamente la vida cotidiana de los vecinos, y que tiene el aditivo de aquellas motos que circulan sin patente, un problema que se agrava al estar asociado con otros delitos y situaciones que comprometen la seguridad de la ciudad.
“Ya hace años que esta problemática nos complica la vida, porque hay mucha gente que trabaja y que ve afectado su descanso. Hay gente mayor que no puede dormir, niños, gente con espectro autista, y afecta nuestra cotidianeidad”, relató. Este malestar se percibe en todo el barrio, siendo, según Balmaceda, "el primer problema" para los residentes.
Ante este escenario, la comisión vecinal ha lanzado iniciativas, como la difusión de la curiosa invitación, para llamar la atención sobre la urgencia de una acción política concreta. La comisión busca aprovechar el actual tiempo de campaña electoral para que los políticos se comprometan con soluciones definitivas.
"Porque sabemos que este es un tiempo donde aparecen promesas y que los políticos salen a buscar nuestro voto. Entonces, bueno, que tomen esta problemática y que den una solución concreta, porque es verdad que estamos en invierno y esta es una problemática que no es solo de ahora, sino que sabemos que en el verano va a empeorar", explicó Balmaceda.
Entre las posibles soluciones planteadas por la comisión, se incluye la necesidad de una mayor presencia policial, especialmente durante la noche, para desmotivar estas actividades. Otra alternativa propuesta es brindar un lugar específico a quienes disfrutan de estas prácticas, alejado de las zonas residenciales, para que puedan realizarlas sin perturbar el descanso de los vecinos. Para la comisión, es fundamental que haya una acción conjunta entre el Municipio y la Policía.
Si bien desde el gobierno comunal se está tratando una iniciativa para ampliar la capacidad de acción de fiscales y policías, Balmaceda expresa cierto escepticismo sobre su efectividad, señalando que ya se vislumbran sus limitaciones. Además, resalta que existen normativas y leyes penales vigentes que podrían abordar la situación, lo que sugiere que la falta no es de instrumentos legales, sino de voluntad política.
La policía, por su parte, está realizando esfuerzos, incluso con operativos coordinados tras las denuncias de los vecinos. Sin embargo, el frentista también revela las limitaciones de los recursos policiales. “La policía está haciendo lo que puede con lo que tiene porque también, cuando hablás con el comisario, lo primero que te dice es: 'Bueno, esto es un problema de la Provincia, no nos mandan móviles, no tenemos suficiente recurso humano.' Entonces, si lo que hay que hacer es reclamar a la Provincia, bueno, que lo hagan”, expresó.