Tras la tercera jornada de capacitación sobre arbolado urbano que se realizó en esta ciudad el pasado viernes 21 de junio, en el predio de Sans Souci, se llevó a cabo una recorrida por los árboles del Dique para evaluar su estado y para verificar si había necesidad de talar o cortar algunas ramas.
La propuesta, que era de entrada libre y gratuita, fue organizada por la Dirección de Espacios Verdes Públicos y contó con la adhesión de diversas entidades de la región. Estuvo a cargo del ingeniero agrónomo Carlos Anaya y del licenciado Horacio Amasino, y se debatió sobre los beneficios del arbolado, la legislación sobre el arbolado urbano, el sistema de autorizaciones, el registro de podadores y los diversos aspectos sobre la poda de árboles urbanos.
“Puntualmente lo que queremos con esta jornada es unificar criterios de poda junto con la gente que está podando en la calle y elaborar un registro de personas habilitadas a podar, que hoy no existe. Estamos tratando de ir generando la cultura de reglamentar la actividad”, señaló Luciano Jaureguiber, director de Espacios Verdes.
Tras la finalización del evento, Jaureguiber se dirigió junto a Anaya y Amasino a la zona del Dique para enseñarles el estado del arbolado y debatir acerca de las acciones a efectuar.
“Carlos es un ingeniero agrónomo arbolista, especialista, es una referencia que tenemos a nivel país básicamente. Ha venido ya tres o cuatro veces a Tandil y cada vez que lo hace, nos deja bastantes enseñanzas, lo cual es muy bueno. Entonces aprovechamos para hacer algún relevamiento de lo que es la zona del Dique con los eucaliptos y las fallas que pueden tener, como algún gajo seco, por ejemplo”, señaló Jaureguiber.
Tras concretar el análisis pertinente, Anaya reconoció, en diálogo con El Eco Multimedios, que se trata de una arbolada y un ambiente “magnífico” y que, por lo tanto, sería un “disparate” tomar alguna acción mutilante para los eucaliptos. “Son árboles que están prestando un muy buen servicio”, resumió.
El riesgo cero no existe
No obstante, si bien reconoció que estaban cumpliendo muy bien “su rol”, al igual que cualquier árbol y cualquier situación en la vida, tienen un riesgo. “Insisto, el nivel de riesgo cero no existe”, expresó el ingeniero.
Lo que se debe considerar, según señaló, es el nivel admisible de ese peligro para la sociedad: “Si uno pone en la balanza todos los beneficios que esta arboleda o este grupo de árboles está dando contra alguna mínima posibilidad de conflicto, obviamente lo positivo supera cualquier aspecto negativo que puedan generar”.
Por otra parte, destacó el accionar del personal de Espacios Verdes Públicos y expuso que si realizara una estadística entre las personas que transitan a diario por la zona y los días, los meses y los años, “la probabilidad de riesgo que podrían llegar a generar estos eucaliptos es muy baja”.
“Lo positivo en la gestión es que veo que se preocupan en el tema, los inspeccionan con periodicidad. Hay ciertos problemas en los árboles que son los que se están atendiendo, cualquier defecto que uno pueda advertir, una rama seca, una fisura, una cavidad, una rama quebrada, son temas a corregir”, destacó respecto al trabajo que efectúan desde la dirección que está al mando de Jaureguiber, y diferenció lo que es un accidente de una negligencia. “Hay que convivir con estos árboles, aprovechando o usufructuando los beneficios y, obviamente, no bajando los brazos en el sentido del cuidado y el monitoreo de los árboles”, agregó.
Comentarios