Tras siete horas de cirugía en Buenos Aires, Juan Ignacio Battolla recibió el alta médica
El joven tandilense continúa su lucha contra el cáncer. Su madre, Marianela Pastorino, contó a El Eco los detalles de la intervención y cómo seguirá la recuperación del adolescente fuera del hospital.
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Juan Ignacio Battolla, el joven que tocó la fibra íntima de los tandilenses y los movilizó en una campaña solidaria para afrontar una parte de los gastos de su tratamiento, continúa su lucha contra el cáncer. Esta semana se sometió a una nueva cirugía, la quinta en 17 años de vida. El proceso fue extenso pero exitoso. Tras permanecer dos días internado, recibió el alta y ahora iniciará la rehabilitación.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa operación había sido programada con carácter de urgencia ante el crecimiento repentino del tumor para el lunes ocho de la mañana en el Hospital Italiano. La realizó el mismo equipo médico que intervino anteriormente y, según se supo en la previa, se trató de un proceso con más riesgo, ya que el tumor se desarrolló en una zona donde hay muchas venas y arterias que llevan la sangre al cerebro.
Ante el proceso de recuperación que afronta el joven, El Eco dialogó con su madre, Marianela Pastorino, quien detalló que “duró siete horas. Se le extirpó un tumor que abarcaba todo el lado derecho del cuello”. Además, describió que tenía un tamaño similar a dos pelotas de tenis.
Más allá de que, en líneas generales, el resultado fue positivo ya que se sacó todo lo visible "raspando las vértebras", hubo un resto que quedó en el espacio entre las mismas y otra parte dentro del tórax, debajo de la clavícula, donde los médicos no pudieron llegar. "Se dejaron marcas para evaluar cómo actuar en un futuro", contó Pastorino.
Si bien cuentan con obra social, los honorarios a cubrir fueron elevados y por esa razón se lanzó una campaña de recaudación de fondos. El alias para colaborar es "cirugia.Juani" y la cuenta está a nombre de Marianela Luján Pastorino, la madre de Juan Ignacio. La propia Pastorino había contado a El Eco que antes de viajar a la Ciudad de Buenos Aires se había cubierto el pago a los médicos.
La recuperación
Una vez concretado el proceso quirúrgico de siete horas, el adolescente permaneció un día internado en Hiperterapia, ya que necesitó transfusiones sanguíneas y los médicos "querían asegurarse de que respirara sin problemas". Salió del quirófano sin respirador, por lo que el martes pasó a Terapia Intensiva.
En esas primeras horas, según detalló su mamá, estuvo con un dolor soportable debido a que le hicieron varios bloqueos durante la cirugía para que pueda tener más resistencia al proceso. "Igual pasó todo los días con morfina cada cuatro horas", añadió Pastorino antes de contar que el miércoles ya pasó a una habitación individual de piso, con vías periféricas, pero sin sondas.
Allí comenzó a movilizarse con dolor y una fuerte contractura porque no tiene fuerza en el cuello, ya que quedó debilitado como consecuencia del proceso y dado que el tumor atrofió los músculos. El progreso fue tan positivo que el jueves recibió el alta médica y pudo irse al departamento donde se están quedando sus padres. Lo hizo con el drenaje y muchas recomendaciones hasta el martes, cuando vuelve a tener turno con los especialistas.
"El ánimo lo maneja bastante bien, poniendo ganas, aunque por momentos se enoja y se preocupa porque no se pudo extraer todo y no quiere que esto continúe. Pero lo hablamos y es disfrutar el hoy con las buenas noticias y esperar lo mejor, y si no enfrentarlo también", contó Pastorino, que también dejó en claro que hasta que no le quiten el drenaje no podrán volver a Tandil.
Entre los cuidados que tiene Battolla durante estos días, está el no realizar mucha actividad física hasta que cicatrice bien la cirugía. De a poco, a medida que vaya progresando día a día su cuerpo, comenzará a trabajar con el kinesiólogo para fortalecer los músculos del cuello. Respecto a la zona, aclaró la madre que momentáneamente va a andar con cuello ortopédico para no forzarla.
A su vez, sobre la parte médica, señaló que los doctores quieren que termine la etapa de la escuela secundaria, tenga su egreso y el viaje con sus compañeros, descanse en el primer mes del año y ya en febrero empiece con estudios de control para ver cómo está la zona. En ese sentido, indicó que se le va a realizar una resonancia y ver si se hace una crioablación para "matar" el resto que quedó y evitar que se expanda de nuevo.
"Juan Ignacio es muy fuerte y le pone mucho empuje y fuerza a todo lo que hace. Pero no hay que olvidar que es un adolescente que enfrenta cosas que adultos no soportarían: se cansa, se enoja y por momentos solo quisiera ser un chico normal con problemas normales", concluyó Pastorino.
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