<figure class="media"><div data-oembed-url="https://youtu.be/AxBi-0MTfaQ"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/AxBi-0MTfaQ" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure>Con el pasar del tiempo y con acciones mancomunadas entre los actores públicos y privados, el turismo ha sabido posicionarse como uno de los sectores más pujantes en Tandil.Con nuevos espacios y más alojamientos, los oferentes tandilenses y la Dirección de Turismo municipal han logrado ubicar a la ciudad como uno de los sitios más visitados del país durante las vacaciones o los fines de semana largos.No obstante, ha sido un trabajo arduo y paulatino. Desde los primeros hoteles con servicios básicos hasta los actuales, con prestaciones exclusivas y beneficios para los visitantes.Carlos Fasciolo, sin haber nacido en Tandil, ha sido un fiel testigo de ello. Llegó a la ciudad a los 20 años para trabajar en el Hotel Crillón, que se ubicaba en San Martín entre Yrigoyen y Chacabuco, y luego forjó su carrera como gerente del Hotel Libertador.Tras un paso por Amaike, regresó de la mano de Luis Cerone al establecimiento de calle Mitre, donde recibió a&nbsp;El Eco de Tandil&nbsp;para rememorar sus comienzos en el rubro y la actualidad del sector.&nbsp;“En Tandil,&nbsp;si&nbsp;mantenemos la concentración en el trabajo,&nbsp;preocupándonos como se preocupa el Instituto Mixto, y la Intendencia sigue como hasta ahora, creo que tenemos un gran futuro para el turismo”, vaticinó.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/07/carlos_fasciolo.JPG" alt="Carlos Fasciolo - 1"><figcaption>Llegó al Hotel Libertador por primera vez en 1984.</figcaption></figure><h2>Los inicios en Tandil</h2>-Nacido en Buenos Aires pero tandilense por elección…-Sí, yo nací en el centro de Buenos Aires, en Caballito, y me vine a Tandil a los 20 años. Había terminado el servicio militar y no tenía nada que hacer. Entonces entré a trabajar al Hotel Sarmiento Palace.&nbsp;Siempre les dije a mis superiores que quería ganar más plata y me comentaron que los socios estaban por comprar uno en Tandil.-¿Y fue así que llegó a la ciudad?-No conocía nada de acá y quería ver qué me ofrecían. Ellos venían los fines de semana y me trajeron gentilmente, allá por 1967. Y así arranqué, como ayudante del gerente en el Crillón.-¿Hasta qué año estuvo allí?-Estuve casi 17 años. En 1984 abrió el Hotel Libertador -en esa época no había nada parecido- y Julio Del Castillo, a quien conocía porque jugábamos al fútbol, me dijo que era socio del establecimiento y me preguntó si quería sumarme. Lo analicé un poco y me la jugué.-¿Y en el Libertador cuánto tiempo estuvo?-Hasta el 2008. Se estaba construyendo el Amaike y la señora Amalia (Masoni) paraba acá. Siempre me decía que quería que fuera con ella.&nbsp;Fui a ver el hotel, me encantó el lugar, arreglamos condiciones y comencé a trabajar allá desde que abrió.&nbsp;Me quedé hasta el 2015, cuando me jubilé.-Pero volvió al ruedo…-Estuve dos años trabajando con mi amigo Carlos Salgado en Seguros La Caja , donde aún hoy continúo. Y en el 2017, Luis Cerone me dijo que había comprado el 80 por ciento de las acciones del Libertador y que quería que estuviera.Acepté el desafío y aquí estoy.-¿Se decidió rápido?-Sí, aunque lo analicé un poco porque sabía que no iba a poder estar todas las horas que trabajaba antes.Un hotel es como una clínica, está abierto todo el día. Y si tenés un cargo con responsabilidad, tenés que estar.-Hablando de cargos, imagino que ha pasado por varios con tantos años en el rubro-Estuve de portero en Buenos Aires, después fui ayudante del gerente en el Crillón, donde también me dieron una habitación para vivir, y finalmente pasé al Libertador como gerente.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/07/carlos_fasciolo_1.JPG" alt="Carlos Fasciolo - 2"><figcaption>Pasó por diferentes puestos en el rubro de la hotelería, pero en el Libertador siempre fue gerente.</figcaption></figure><h2>El turismo de ayer, el turismo de hoy</h2>-¿Qué diferencias encuentra entre lo que era el turismo de aquella época en la que comenzó y lo que es hoy?-Cuando llegué en 1968, Tandil llegaba hasta Santamarina. Después estaba el arroyo Cruz del Sur. Recién en aquel momento empezaba a hablarse de una maqueta de la Terminal. Imaginate lo que era.-La irrupción de la tecnología también debe haber hecho un quiebre-Sin dudas. Fue un antes y un después; cambió todo.-¿Cómo era el trabajo en aquel entonces?-Nosotros empezamos desde abajo. Eran pocas las agencias de Buenos Aires que trabajaban con Tandil. Pero como yo ya tenía contactos de mi época en Crillón, organizaba tours, y eso me dio muy buenos resultados.Hacíamos visitas guiadas a la Granja, al haras de los Trama… Después el hotel compró una combi y yo mismo la manejaba. Hacía de todo, porque me gusta hablar.-Es indispensable saber vender-En marketing siempre me enseñaron que el que trabaja en hotelería vende ilusiones. Tu hotel, aunque sea el más humilde, es el Hilton de Las Vegas.-Y continuando con las comparaciones ¿cuáles eran las diferencias más notables&nbsp; entre lo que era el turismo en Buenos Aires y lo que era en Tandil?-Era otro mundo. Allá estaba en el microcentro, era toda gente extranjera. Acá, era otro trabajo: muchos viajantes, comerciantes, visitadores. No había muchos turistas.Pero poco a poco fue progresando y después de 1986 se empezó a mover mucho más; creció a la par de la ciudad.-Hablando de los visitantes ¿cómo han ido cambiando las exigencias de los turistas?-No es que estén más pretenciosos, pero quieren más servicios. Los hoteles no solo tienen que brindar una cama para dormir o un desayuno. Tienen que ser otra cosa.-¿Desde dónde nos visitan mayoritariamente?-El 70 o el 80 por ciento son de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Igualmente también vienen de ciudades vecinas como Azul, Mar del Plata o Bahía Blanca.-¿Extranjeros no?-No muchos. Siempre hay algunos, pero son pocos. La mayoría son de Buenos Aires.-¿Y son principalmente familias?-Por lo general son matrimonios solos o con un hijo. Antes venía una familia de cuatro y te pedía una semana. Pero eso se terminó.Ahora vienen un fin de semana. Hay algunos que piden tres o cuatro días, pero son pocos. La gente cambió su forma de vacacionar.-¿Usan mucho a Tandil como una ciudad de paso?-Claro. Vienen, se quedan dos o tres noches, y siguen para la costa. Eso nos pasa en el verano sobre todo. Tenemos mucha gente que viene de San Juan, Mendoza o del norte y hacen una parada.-¿Qué destacan los turistas de la ciudad?-La gente se queda asombrada, está muy linda. Miguel (Lunghi) está haciendo un gran trabajo, al igual que el Instituto Mixto.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/07/carlos_fasciolo.jpg" alt="Carlos Fasciolo - 3"><figcaption>El Libertador está ubicado en Mitre al 500.</figcaption></figure><h2>La pandemia fue un quiebre, pero el futuro es prometedor</h2>-El sector turístico fue uno de los más afectados por las medidas adoptadas para frenar la propagación del coronavirus&nbsp;-Era desolador. Era tremendo. Pero todo el personal del hotel debe agradecer que Luis con nosotros se ha portado maravillosamente. Fuimos empleados igual, y no todo el mundo puede decir lo mismo.-Para colmo no podían abrir pero el mantenimiento había que hacerlo-Claro. Son 66 habitaciones, es un mundo. Y cuando se reabrió, hubo que cambiar el piso. Tuvo una espalda muy grande para bancarlo.-Había mucha incertidumbre durante el 2020, ¿no?-Mucha. Nos preguntábamos qué íbamos a hacer, hacia dónde íbamos. Y cuando se volvió, los primeros tiempos fueron duros. La gente no salía mucho.-¿En el turista cambió algo? ¿Hubo un antes y un después de la pandemia?-No sé si para el turista, pero para nosotros sí. Cuando se hacen los check out, tenemos que dejar media hora para que se renueve el aire. Todo eso lo seguimos haciendo, aunque a veces se quejan.Y somos muy detallistas en la ropa. Tenemos un lavadero y antes lavábamos todo acá. Pero a partir de la pandemia todo lo que es sábanas se lleva a otro lugar y acá solo dejamos lo chico, como las fundas o las toallas.-Más allá de lo ocurrido con el Covid ¿qué cambios nota en el turismo tandilense?-Nos hemos aggiornado a los cambios. La tecnología nos fue obligando a hacerlo. Pero todo fue para bien, sin ninguna duda.Hoy desde cualquier lugar agarrás el teléfono y podés reservar una habitación. Era impensado antes.-¿Y cómo ve al sector en el futuro?-Yo lo veo bien. Si mantenemos la concentración en el trabajo,&nbsp;preocupándonos como se preocupa el Instituto Mixto, y la Intendencia sigue como hasta ahora, creo que tenemos un gran futuro para el turismo.Además, en Tandil hay un gran parque industrial, muchas empresas y ahora también&nbsp;viene un shopping, que se necesitaba. Una ciudad como ésta no puede no tener uno; le va a dar un buen impulso.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2023/07/carlos_fasciolo_2.JPG" alt="Carlos Fasciolo - 4"><figcaption>Fasciolo avizora un futuro prometedor para el turismo.</figcaption></figure>

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