Un barrio en vilo por la emisión de partículas inhalables y los ruidos molestos que genera una planta de silo
Partículas rojizas se expanden por las veredas y se acumulan en los patios, algunas familias han presentado alergias y problemas respiratorios. La ciudad creció y las empresas agropecuarias que deberían estar aisladas de las viviendas, quedaron en el medio. Los vecinos esperan que el Intendente se haga eco del problema y obtener una solución, equivalente a calidad de vida. Buscan que el progreso sea con salud y paz.
Vecinos de Villa Gaucho, Las Casuarinas y alrededores luchan contra la contaminación que generan unas plantas de silo en las inmediaciones de sus hogares, que aseveraron les están provocando problemas en la salud e impiden descansar por la noche.
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Frentistas de las calles Caseros, Ugalde y Darragueira, entre otras, señalaron que unas de las empresas ubicadas sobre la colectora Macaya está en funcionamiento las 24 horas. Así, además de los ruidos molestos que ocasiona a los habitantes de cercanía, la emisión de residuos contaminantes los tiene profundamente preocupados.
De hecho, uno de los referentes del grupo, Víctor López, reveló que ya han presentado una denuncia sobre una de las firmas a la Defensoría del Pueblo de Tandil así como al Municipio
Esta empresa agropecuaria, según contó, tiene la habilitación vencida y apelan a que Municipio no se la renueve, ya que a raíz del crecimiento de la ciudad la misma quedó dentro del ejido urbano y está actualmente rodeada de viviendas.
“Queremos solicitar que estas compañías sean trasladadas al Parque Industrial o radicarse en otro lugar apropiado para su actividad y no donde esté rodeada de vecinos, contaminando y molestando con el ruido”, especificó el vocero, a la vez que aclararon no querer atentar contra las fuentes laborales, sino preservar su calidad de vida.
Contaminación ambiental y sonora
Puntualmente los vecinos se refieren a una planta de silos ubicada en Salceda y Darragueira, y a otra firma de insumos situada en Colectora Norte L. M. Macaya al 400.
Tal como denunciaron, a raíz de las constantes emisiones e inhalación de cascarillas que vuelan hasta esparcirse en las veredas y cubrir los patios, ha conllevado que muchos de ellos presenten severos problemas respiratorios.
El Eco de Tandil accedió a la zona indicada y recorrió las calles con López advirtiendo montones de rojizas partículas, además, los vecinos hicieron llegar diferentes videos constatando la presencia de partículas de semillas tanto en las afueras como en el interior de las viviendas en diferentes momentos del día.
A esto, se le suma el constante ruido, que se vuelve aún más inaguantable de noche. “Es constante, parece como si lloviera todo el tiempo, no se puede vivir así”, describió el vecino que padece como otros este problema y vive a tres cuadras de la planta. Recordó que ahí mismo, en 2019 hubo como nieve de polvillo que fue advertido ante la Dirección de Medioambiente, y ahora está sucediendo lo mismo.
De acuerdo a las palabras de Víctor, esta situación tiene muy nervioso al vecindario, ya que el Municipio se hizo presente ambas compañías para advertir sobre los planteos del barrio, pero siguieron trabajando a pesar de eso en los dos casos.
“Nunca nos dieron una explicación y esperamos que el Intendente pueda escucharnos”, señaló.
Cuando la salud está en juego
La realidad es que el crecimiento urbano que ha experimentado la ciudad en los últimos años ha dejado dentro de la población varias de estas empresas que en su momento estaban en lo que sería “campo” o periferia. “Hace más de diez años que estamos con este problema”, aseveró el referente.
Su vivienda es de dos plantas y da justo al frente de las troneras de los silos, la mayor preocupación de su familia es que sus hijos son menores y ya han acusado problemas respiratorios, así como alergias, picor en la piel y tos, que se profundizan a razón de estas emisiones. “Cuando consigue conciliar el sueño, te despiertan los ruidos de los motores”, indicó.
“Esto ya está urbanizado, no están en el campo, y su presencia nos está complicando la salud”, afirmó con dolor, pero sin resignación y con esperanza de resolución para poder obtener una vida sana. A raíz de esto, lamentó que sean “un barrio olvidado”, donde a pesar del crecimiento exponencial, “no se ocupan ni de la basura”.
Finalmente, la reflexión del vecino apuntó a tener en cuenta que es una zona donde viven tanto niños como ancianos y, nada más y nada menos, buscas atravesar un progreso que esté también basado en condiciones de vida sana, en paz y tranquilidad.
“Las autoridades ya tienen conocimiento de esto que está pasando y esperamos puedan revertirlo y evitarlo a la brevedad”, concluyó.