Un grupo de personas se movilizó en Tandil para visibilizar la problemática de la crisis climática
Agustina Montagna, de la agrupación Animal Libre, afirmó que hay que sentir “pánico porque realmente estamos en una situación de emergencia, tenemos menos de 10 años para cambiar nuestras costumbres porque si no los desastres climáticos se nos van a venir encima”. Y consideró que lo primordial es “dejar de consumir carne porque es lo que más está contaminando hoy en día al planeta”.
En consonancia con diferentes ciudades del mundo donde se llevaron adelante movilizaciones por la crisis climática, ayer en Tandil un grupo de aproximadamente 50 personas se manifestó en la Plaza Independencia a partir de las 17 y marchó por las calles céntricas de la ciudad.
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La movilización, que se realizó por segunda vez a nivel mundial, contó en esta oportunidad con la adhesión de 212 países y casi dos mil ciudades.
Detrás de la pancarta “Emergencia climática ya” se encolumnaron los manifestantes que llevaban consigo diversos carteles con leyendas que planteaban la problemática: “Recordatorio: éste es el único hogar que tenemos”, “No hay planeta B”, “Más del 60 por ciento de los espacios deforestados del Amazonas están destinados a la cría de ganado vacuno”, “En nuestro país la ganadería genera la mayor cantidad de gases de efecto invernadero”.
“Que se sienta el pánico”
Camila García, de la agrupación vegana abolicionista Animal Libre, explicó que si bien desde esa ONG pelean por los derechos de los animales primordialmente eso tiene “un lazo estrecho con el cambio climático. Se sabe que la ganadería es uno de los mayores contaminantes a nivel mundial”.
“El planeta es nuestro hogar y si no lo cuidamos, nos perjudica prácticamente a todos. Se debe decretar la emergencia climática que estamos viviendo y que la gente que está en el poder tome las decisiones que tenga que tomar para atacar este problema que es real”, manifestó.
“Que se sienta el pánico porque realmente estamos en una situación de emergencia, tenemos menos de 10 años para cambiar nuestras costumbres porque si no los desastres climáticos se nos van a venir encima”, advirtió Agustina Montagna.
Y enfatizó que “el mayor contaminante a nivel mundial es la ganadería. Hay muchos estudios que se han hecho donde se miden las emisiones de gases de efecto invernadero. La industria de la ganadería es la que más emite, más que todo el transporte en todo el mundo. El último número que se ha publicado es aproximadamente el 23 por ciento del total en la ganadería y el transporte está llegando a apenas el 16”.
“El cambio no sería de un día para otro, se haría paulatinamente, eso haría que la demanda sea menor, entonces se producirá menos carne”, sostuvo.
En tanto, Camila García indicó que la ONU en un comunicado solicita a la “población mundial que reduzca el 90 por ciento del consumo de carne. Nosotros somos casi todos veganos, de manera que no consumimos ni carne ni ningún derivado animal”.
Además, planteó que es necesario “cuidar el consumo de plástico, es muy popular ahora el tema de las bombillas de plástico, las bolsas, la separación de basura, los eco ladrillos que se están haciendo pero lo primordial es dejar de consumir carne porque es lo que más está contaminando hoy en día al planeta”.
“Se sabe que si se sigue a este nivel de uso de plástico para 2050 va a haber más plástico que peces en el océano. Hay un montón de medidas que se pueden tomar para reducirlo, sin ir más lejos hace un par de días en la ciudad de Buenos Aires se decretó que ya no se pueden dar las bombillas de plástico, es un pequeño cambio pero por algo se empieza”, afirmó.
“Priorizar el hogar donde vivimos”
Consideró que la gente que está en el poder debería hacer “un cambio a gran escala sin minimizar lo que podemos hacer como individuos, pero hay que hacer el reclamo para que quienes toman las decisiones no se dejen llevar por los intereses de la industria, económicos y realmente empiecen a priorizar el hogar donde vivimos”.
Agustina Montagna expuso la necesidad de “dejar de disociar el pedazo de carne con el animal que tiene una vida, que siente, que está triste, que está feliz, que le duele, que pasa frío o hambre que vive en oscuridad en vez de estar libre en un campo, y ser conscientes de que lo que estamos comiendo es sufrimiento. Se puede vivir sin consumir animales”.
La fumigación
Respecto al tema de la fumigación y los agrotóxicos, consideró que “la mayor cantidad de cultivos en Argentina, el 80 por ciento es para consumo de ganado entonces si nosotros cambiáramos nuestra alimentación obviamente habría menos fumigación porque a menor ganado que alimentar menos cultivo que producir”.
“Por un kilo de carne se producen 16 kilos de soja o cualquier otro tipo de alimento vegetal. Estamos explotando los suelos para poder producir granos y después en vez de consumirlos nosotros, los consumen los animales que después vamos a matar, que estamos criando de manera artificial, y que los agro tóxicos que la gente se preocupa por no consumir en las verduras es el alimento de la carne que están comiendo, entonces de alguna manera lo están consumiendo”, expuso.
Tomar conciencia
Por su lado, la doctora en Ecología Graciela Canziani explicó que “lo que se está buscando es que la población tome conciencia de los riesgos que estamos corriendo como especie humana, porque realmente los cambios que se están dando están acelerándose cada vez más”. Y enfatizó que el cambio climático pasó a ser “crisis climática”.
“Hay una acelerada pérdida de peces, incluso de especies domésticas, que se están perdiendo, se pierde la capacidad del suelo de producir, de retener materia orgánica, se pierde agua potable, se están perdiendo los hielos que son reservorios para muchos países para poder hacer agricultura”, sostuvo.
Y advirtió que la situación es “grave” y que la ciencia “dice explícitamente lo que hay que hacer, los científicos han estado trabajando muy seriamente en los últimos 20 años pero no se toman las decisiones políticas”.
“Las decisiones políticas se tienen que tomar en conjunto en todos los países del planeta, por eso los chicos que son los que van a heredar el problema se han dado cuenta de que no hay tiempo ya para seguir esperando, hay que pasar a la acción”, sostuvo.
Y afirmó que “me alegra mucho que en Tandil haya jóvenes que son conscientes del problema y que están planteado la necesidad de soluciones”.