Un parque de peonías en El Gallo, belleza y empuje para exportar flores y atraer visitantes
Flowery Hills, emprendimiento que nació para producir y comercializar flores de corte, abrió sus puertas para unas jornadas organizadas por la Cámara Agroindustrial Tandil. Su impulso fue más allá, llevando a Lola Bravo y Cristián Bonadeo Miguens a diversificar la actividad, volcándose al turismo, workshops y productos con la flor como insumo. Hoy contagian su espíritu emprendedor para aprovechar superficies pequeñas en lugares cercanos, en línea con el “agronismo”.

Un parque de peonías destinado a la exportación sorprende al multifacético ecosistema emprendedor de Tandil. A cuatro años del nacimiento de Flowery Hills, la diversificación se dio de hecho, ante la demanda de los visitantes por conocer este espléndido paisaje, las infinitas posibilidades de ofrecer actividades artísticas y recreativas, la generación de productos con la flor como insumos y mucho más.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailEl establecimiento, ubicado en el paraje El Gallo, fue epicentro de la segunda fecha de las primeras Jornadas de Producciones Alternativas, organizadas por la Cámara Agroindustrial de Tandil (CAI), en colaboración con el Municipio de Tandil, la Asociación de Exalumnos de la Escuela Granja y el Instituto Agrotecnológico Tandil (IAT) y con el acompañamiento de la Escuela Granja y la asociación cooperadora.
Con las puertas abiertas de su lugar en el mundo, Lola Bravo y Cristián Bonadeo Miguens le contaron a El Eco de Tandil algunos detalles del trabajo con las flores, la demanda del producto y las oportunidades que ofrece para sumar más emprendedores en Tandil.