Un vecino criticó duramente a funcionarios locales tras una mala experiencia en la auditoría de Andis
El comienzo de las auditorías de pensiones por invalidez tuvo unas primeras jornadas caracterizadas por la falta de organización y una sensación de destrato para los adultos que asistieron a la misma. Carlos Espinoza se presentó en el Club Defensores del Cerro, sufrió dos intentos de robos y criticó duramente a los funcionarios locales por “no hacer nada”.

Este lunes comenzó a desarrollarse el operativo dispuesto por la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) con el fin de auditar a las personas que reciben una pensión por invalidez y corroborar que todas los beneficios sean otorgados a quienes realmente los necesiten.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLas primeras jornadas desarrolladas en el Club Defensores del Cerro reflejaron una cuota de desorganización que generó un caos entre todos los presentes. Frío en el salón, turnos que no se respetaron y una atención que se retrasó más de lo esperado, provocó malestar en muchos de los adultos que asistieron al lugar.
Carlos Espinoza es uno de los tantos vecinos que no tuvo la mejor experiencia en su visita al club del barrio de Las Tunitas. El hombre de 65 años reconoció el trabajo de los encargados del operativo de la Andis pero descargó su disgusto contra los funcionarios locales. En diálogo con El Eco de Tandil apuntó a Protección Ciudadana y a Discapacidad y Adultos Mayores por todos los hechos que le tocó vivir en la mañana del martes.
A pesar de poseer una discapacidad hace once años y cobrar la pensión correspondiente, Espinoza contó que no le llegó la carta con la citación, por lo que se asesoró con Anses para ir hasta Defensores del Cerro. Al no tener indicado un horario, llegó antes de las 7 de la mañana en el colectivo Rojo y a partir de ahí se desencadenó una serie de situaciones que provocaron su malestar.
“Hoy prácticamente si vos me ves moverme es porque tengo una fuerza que soy indomable, pero yo ya estoy para una silla de ruedas, no tendría que estar caminando. Al ser el primero pasé cosas que no tendría que haber pasado”, comenzó su relato de una experiencia que tuvo su primer contratiempo al no poder encontrar fácilmente el lugar de la citación ya que la institución no tenía marcada la altura.
Al tener una información certera sobre si era por orden de llegada o con turnos, Espinoza fue el primero en arribar al club. Minutos después de las 6 de la mañana, mientras esperaba en la puerta de la entidad deportiva sufrió dos intentos de robo. Ambos en motos y con interacciones subidas de tono entre los protagonista. “Les dije que si se acercaban les partía la cabeza con el (bastón) canadiense. Fueron dos intentos ásperos”, describió.
“No hicieron nada”
A partir de esta situación es donde se desencadena gran parte del enojo. Un intento fallido de comunicarse con la policía se sumó a la falta de patrullaje a pesar de estar a metros del destacamento de Las Tunitas. Todo esto causó un gran enojo en el hombre de 65 años que no obstante reconoció que desde la aplicación Centinela ofrecieron una respuesta y mostraron preocupación por la situación.
“No sé qué función cumple la Secretaría de Protección Ciudadana porque no te protege de nada, no está en ningún lado”, comentó y luego aseguró que pasado los 45 minutos del llamado de Centinela un móvil de la policía se hizo presente en el lugar, dio un par de vueltas y luego se quedó apostado a pocos metros del club.
Cerca de las 7 de la mañana, contó, eran tres personas las que esperaban en la puerta de Defensores del Cerro. “Estábamos tomando frío y nadie nos decía nada”, relató y luego cargó contra Lucía González, Directora de Discapacidad y Adultos Mayores, al asegurar que “no se movió porque no le importamos ¿Qué le costaba decir es en tal lugar? Nadie informó que era el Club Defensor del Cerro”.
El club no dispuso de calefacción, acusando que no funcionaba el sistema, y por esa razón también señaló que González “podría haber clausurado. Lo agarra a (Javier) Camgrós y le dice que el lugar no es apto y listo. No le importa la gente que tiene que proteger y defender. Es una vergüenza. Lleva casi 7 años en el cargo y no ha hecho nada por mejorarnos la calidad de vida”.
Por otra parte destacó que el personal de Andis siempre intentó acelerar el proceso, asegurando que su atención duró alrededor de cinco minutos porque tenía todos los papeles en regla y ordenados. “Les agradecí porque los tipos por lo menos respetaron que habíamos llegado primero”, indicó.
A pesar de no tener simpatía con el Gobierno Nacional, e incluso expresarse muy en contra de las medidas de Javier Milei, el hombre de 65 años diferenció el operativo dispuesto por la Agencia Nacional de Discapacidad del acompañamiento municipal. “Lo que tenía que haber puesto el Municipio fue desastroso. Discapacidad y Adultos Mayores no está a la altura. No vi a nadie, nadie nos fue a proteger”, concluyó.