Una tandilense que padece endometriosis profunda necesita ayuda para afrontar una estadía en CABA
María Belén Supato enfrentará su operación número once en los próximos días. Esta vez, le reemplazarán una válvula del corazón y debe pasar varias semanas cerca de la Clínica Favaloro. Si bien IOMA cubrirá su intervención, su situación es complicada para costear el alojamiento.
Hace cuatro años, El Eco de Tandil daba cuenta de la lucha que María Belén Supato mantiene frente a un cuadro de endometriosis profunda, patología que los pacientes definen como “cáncer blanco”. Casi 30 años después de su diagnóstico, atravesó una decena de operaciones y en estos días volverá a Buenos Aires para fijar la fecha de otra cirugía, esta vez de corazón. Hoy, a la angustia por la intervención y la complejidad del postoperatorio, se le suma la situación económica ya que deberá permanecer en Capital al menos tres semanas.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailBelén, quien se mantiene activa en las redes sociales con el objetivo de difundir la importancia del diagnóstico precoz de la endometriosis, necesita ayuda para costear su estadía en Buenos Aires por razones de salud. Quienes puedan colaborar, pueden hacerlo a través del alias todos.xbelen; por Instagram @mariabelensupat y en Facebook, la pueden encontrar como María Belén Supato.
Rondando los 50 años, María Belén Supato transitó el camino de espinas que le impuso la endometriosis profunda, enfermedad a la que las pacientes llaman “cáncer blanco”. Atravesó una decena de cirugías, pero hubo una que le cambió la vida, le permitió dejar la cama y volver a caminar, no sentir dolor por varios meses. “Sufrí muchísimo, al punto de decir listo, denme una inyección, no quiero vivir más”, confiaba al hablar de esta enfermedad “horrorosa” en 2024. Lamentablemente, los padecimientos regresaron.
En contacto con El Eco de Tandil, explicó que luego de la cirugía que había atravesado en 2023, en Escobar, que motivó la primera entrevista para difundir su caso, estuvo dos años bien. Sin embargo, “la endometriosis empezó a hacer lo suyo con el tema del dolor, así que a fines de enero del 2024 estuve internada 18 días en el Hospital Santamarina, en terapia intermedia, porque tenía muchísimo dolor, estaba con 130 de pulsaciones”, precisó y agregó que tenía comprometido el páncreas y parte del riñón.
Tras una mejora, le dieron el alta, pero sus problemas continuaron por los dolores abdominales intensos, imposibles de soportar, que la obligaban a tomar derivados de la morfina. Poco después, en un centro asistencial privado de la ciudad, en el área de tratamiento del dolor, le colocaron un parche que funcionó y que le permitió una mejor calidad de vida.
“Estaba todo bien hasta que tuve una gripe grande y empecé con un sonido raro desde el pecho hasta la garganta. Me agarraba mucha tos”, relató y al consultar de urgencia en el Hospital, le detectaron un problema en la válvula mitral del corazón, por lo que deben reemplazarla por una prótesis.
Ante esta situación, la derivaron a la Fundación Favaloro en Buenos Aires, donde la atenderán por IOMA. En estos días, le realizarán un cateterismo y los estudios previos para organizar la cirugía cardiológica.
En tanto, Belén mostró preocupación por el postoperatorio, teniendo en cuenta que le sacarán el parche que le suministra calmantes y teme que el dolor la lleve a hacer fuerza, lo que podría generar algún inconveniente en la recuperación de la cirugía de corazón.
“Me van a tener cuatro días en terapia intensiva y de ahí me van a bajar al piso pero me van a tener sedada y con mucha medicación, así que en vez de estar una semana como todo el mundo, voy a estar dos semanas seguramente y después me tendré que quedar para que me saquen los puntos y hacer una rehabilitación”, relató.
Campaña y plegarias
Mientras los médicos, en conjunto, definirán la fecha de la intervención para las próximas semanas, otra preocupación embarga a Belén y su esposo José, quien trabaja en el Hospital Santamarina.
“Nosotros no llegamos a costear todo. Estuvimos buscando departamentitos mini, hoteles de los más baratos que estén cerca, y más o menos, con todos los días que nos tenemos que quedar, nos sale medio millón de pesos; más la comida o cualquier cosa que nos llegue a pasar, se nos va a complicar”, lamentó y contó que sus amigas convocaron a una campaña para financiar la estadía en Buenos Aires.
En paralelo, pidió que “recen por mí, porque será mi operación número once ya. Es mucho” y sumó que luego deberá regresar a la clínica de alta complejidad de Escobar para que analicen su inflamación del páncreas para saber si se trata de la temida endometriosis. “Tuvimos que dejar eso y ocuparme del corazón”, explicó.
“Con la endometriosis, lo único que tenemos como tratamiento es ir de operación en operación, que nos saquen órganos en cada operación que tenemos. Es muy dolorosa”, describió.
Más allá del terrible cuadro, agradeció que “mejoré en otras cosas. Ahora puedo caminar gracias a la cirugía que hice hace 4 años, pero hago una cuadra y me agito, estoy muy cansada, duermo mucho y necesito esta operación urgente porque la válvula está muy cerrada y no pasa el aire”.
“No acabo de salir de una que me toca otra”, dijo y explicó que junto a su marido están en shock frente a las continuas intervenciones.