Unión de Colectividades de Tandil: Italia
Para los integrantes de esta colectividad “La inmigración italiana en Tandil se remonta a la misma época de la fundación de la ciudad en 1823, porque el propio Martín Rodríguez tenía en sus filas a italianos. A partir de allí comenzó este flujo de inmigrantes, que junto a los españoles, poblaron nuestra urbe. Estos italianos en su mayoría dedicados a las actividades canteriles o a la construcción y en la última época a la industria, poco a poco fueron creciendo en número sobre todo en los períodos de posguerra. La difícil situación en Europa, la falta de trabajo y hasta de comida, fue propicio para que el jefe de una familia se viniera a ´hacer la América´ y después si le iba bien traía el resto de la familia.
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Estos italianos ya afincados en Tandil no olvidaban a su Italia natal, y para eso se reunían para jugar a las cartas o simplemente hablar el idioma del Dante. Así nacieron en la mayoría de las ciudades las sociedades de fomento o aquí en Tandil la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos fundada el 8 de Julio de 1877 con el nombre de Societa Unione Italiana, que con el tiempo pasó a ser la Clínica Chacabuco.
También los primeros curas párrocos católicos de Tandil fueron dos sacerdotes italianos de la orden franciscana, fray Luigi M. Mancini y Domenico Scavini, el primer médico y el primer boticario también fueron italianos, el doctor Fuschini y el boticario Flaminio Maderni.
F. Pancelli se dedicó a la industria láctea y fabricó los primeros quesos y ya en la época moderna los hermanos Bariffi iniciando la industria metalúrgica.
En los primeros años del nuevo siglo había en Tandil, academias de música de la mano de italianos, la Academia de Bellas Artes bajo la dirección de Vicente Seritti.
En 1911 se rematan 160 lotes propiedad de Juan Basso, hijo de Giovanni Basso un italiano nacido en el Piamonte, en lo que hoy es Villa Italia, se vendieron la mitad de los lotes y algunos de los restantes se regalaron, apellidos que quedaron en la historia como Formaíni, Di Federico, Paggi, Belsito, Vincesnau, Politano entre otros fueron los que comenzaron lo que hoy se define como Republica de Villa Italia”.
“La portada del Parque Independencia fue donada por la Colectividad Italiana al cumplirse el centenario de la fundación de Tandil, como reconocimiento por parte de los inmigrantes italianos a la población de la ciudad que los acogió.
Personalidades
sobresalientes
Dentro de los personajes que sobresalieron en Tandil, uno de ellos arribado a la ciudad en 1927 fue sin dudas Demetrio Brutti, comerciante, precursor de la Cámara Empresaria, ideólogo de lo que era el Desfile de la Gran Avenida, (avenida España), que en una nota dijo: “El turista viene a pasear, el inmigrante no. Viene a quedarse, viene a formar su vida con nuevos amigos, nuevo clima, nuevas condiciones de vida, nuevo idioma, y a mezclar también su sangre con la sangre autóctona. También recordaba lo que le dijo el padre: “Mirá, tené presente una cosa: somos inmigrantes, somos pobres, vinimos a la Argentina a trabajar; entonces acordate que somos eso, pero vinimos a trabajar, a ser honrados; la línea recta es una sola. Yo quiero que vos sigas mi camino, que es ese. Somos inmigrantes pobres pero honrados”.
Esto era el pensamiento que traían los inmigrantes al pisar el suelo que los recibía.
Otro inmigrante fue el recordado Piero Montaruli, llegado al país el 15 de Marzo de 1950, habiendo salido desde Nápoles, quién no recuerda a Piero y su trayectoria en la cultura y también su reconocimiento a Tandil, con la inscripción en su fitito, “Tandil te quiero”.
También desde su Friuli natal vino, en 1949, Valentín Nardin instalando su metalmecánica, que aún está en funcionamiento.
Lugar de reuniones
La colectividad italiana logró tener la Casa de Italia en 1957, donde los domingos se reunían en la tertulia, por causas de desencuentros y también económicas ese inmueble se perdió, hoy existe una pequeña casa cedida por el Municipio donde se realizan algunas actividades por parte de ARIT.
En marzo de 1975, comenzaron los primeros cursos en el entonces denominado Instituto Privado de Lengua Italiana de la mano de dos emprendedoras: Marta Pierre de Cuevas Acevedo y María Adela Zaldúa de Betelú y que luego se transformó en 1988 en la Dante Alighieri con el objeto de difundir la lengua y la cultura italiana en Tandil. Ya en épocas modernas y tal vez a causa del fallecimientos de esos primeros italianos se fueron disgregando esas reuniones y con el tiempo se dio paso a la formación de círculos que independientemente uno de otro, representan a algunas de las regiones de Italia, así los sicilianos, calabreses, friulanos, toscanos, son los grupos que más trabajan y realizan actividades. En la parte cultural a fines de los ´90 se observan varios grupos corales italianos.
La colectividad hoy
“El empuje de los jóvenes cambió un poco esa tónica, la aparición de la Juventud italiana transformada hace poco más de un año en Italianos de Tandil, logró que hoy medio centenar de integrantes de todas las regiones, se reúnan para no olvidar sus raíces, un cuerpo de baile, la proyección de una película italiana y la gastronomía hizo resurgir eso que hacían los antiguos inmigrantes, la unión para bailar, comer o hablar en italiano.
El cuerpo de baile Grupo Folclórico Italo Argentino hizo su presentación oficial en la última Fiesta de las Colectividades, además de diversas participaciones en y fuera de la ciudad. Aparte, varios jóvenes descendientes de italianos y a través de intercambios entre nuestro país e Italia pudieron conocer la tierra de sus antepasados”.
Los inmigrantes mayores
“Dos nos acompañan desde hace varios años en Tandil: Alfredo Mascioli y Florinda Biasone, ambos en la Fiesta de Colectividades fueron reconocidos y en sus personas a todos los inmigrantes que desde 1823, sin saber nada de la Argentina, la tomaron como suya y la hicieron crecer.
No podemos desconocer la presencia de los italianos en la ciudad, la pasión que transmitieron los inmigrantes a sus hijos y nietos por su tierra natal, característica que hoy en día perdura, donde se sigue con las tradiciones, las reuniones familiares alrededor de un plato típico, la música, los bailes, siempre estarán donde haya un italiano”.
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