Vecinos de El Tropezón expresaron que “es muy duro vivir en esta zona, estamos muy en el olvido”
Un grupo de frentistas se reunieron en la esquina de Catamarca y Ugarte para plantear diversos reclamos. Aseguran que Catamarca tiene una gran circulación de vehículos y mucha gente que transita caminando, lo cual hace la arteria muy peligrosa porque no hay veredas. Además, exigen presencia policial e iluminación ya que hubo varios hechos delictivos en la zona.

Vecinos de El Tropezón se reunieron el martes por la tarde en la esquina de Catamarca y Ugarte para reclamar por diversas problemáticas que los afectan hace tiempo y con tristeza, confiaron que “es muy duro vivir en esta zona, estamos muy en el olvido”.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailUn grupo de vecinos se autoconvocó en esa esquina para poner en común sus necesidades y estuvo presente también el concejal del Bloque Justicialista Facundo Llano y el referente del Movimiento Evita Nicolás Carrillo, que dialogaron con los frentistas.
Carolina Quiroga, una de las vecinas, explicó que las necesidades son múltiples y detalló algunas de las más relevantes.
En ese sentido, indicó que el hecho de no tener veredas ni asfalto es “un peligro” porque por ejemplo en el caso de Catamarca, que después de Figueroa se transforma en Piccirilli, “el peatón circula por la calle, porque si bien es una sola mano, no se respeta porque no está asfaltada, la usan doble mano y circulan a alta velocidad, porque tampoco hay reductores de velocidad”.
Asimismo, remarcó que transitan diariamente gran cantidad de niños que van a la escuela situada en el barrio Arco Iris o a la de La Movediza, y al no haber veredas deben caminar por la calle, con los riesgos que ello acarrea.
“Nosotros hicimos dos pedidos hace un tiempo al Municipio de estos reductores de velocidad por lo menos para ir esperando la llegada del asfalto pero no tuvimos ningún tipo de respuesta”, lamentó.
“Vivimos en una nube”
Por otra parte, “el regador que antes pasaba mucho más seguido ya casi no viene, en esta época de verano se nota más es increíble pero nosotros vivimos en una nube de polvo”.
“Es muy triste porque no tenemos derecho a salir a tomar un mate, a tener nuestra ropa tendida, a hacer cosas que mucha gente puede hacer. Entiendo que hay muchas calles que no están asfaltadas pero ésta tiene una gran circulación, un gran tránsito”, recalcó y aclaró que en algunos tramos de Piccirilli y de Catamarca pasan los colectivos amarillo y blanco, aumentando aún más el flujo de tránsito. Además, pasan muchos camiones que utilizan esa arteria para dirigirse a la Ruta 226 porque conecta de forma directa.
Y explicó que “por donde pasa el colectivo es una nube total. Tomamos esta iniciativa porque ya no damos más, estamos muy cansados. Queríamos hacer oír nuestra voz para poder tener una solución pronta”.
Consideró que el asfalto es “una necesidad” tanto en Piccirrilli como en su continuación, Catamarca desde Lunghi hasta Quintana. Además plantearon que en algunas cuadras tampoco hay cordón cuneta y se requiere también señalización.
También marcó la importancia de contar con una buena iluminación ya que ha habido accidentes porque hay mucho tráfico y de noche la visibilidad no es buena.
Por su lado, Marisol Vidal explicó que otro problema que tienen es que las motos que corren picadas en Lunghi cuando hay operativos la vía de escape que suelen utilizar en Piccirilli, lo cual es un peligro para la gente que circula a pie por la calle. “Andan muchas motos sin luces, sin papeles, nada”, sostuvo.
Carolina Quiroga aseguró que quieren una solución a corto plazo, “no de acá a 30 años. Yo quiero hoy poder sentarme tranquila, mandar a mi nene al mercado y no tener miedo de que lo atropelle un auto”.
Inseguridad
Por otra parte también tuvieron varios robos. “A mí me entraron a mi casa varias veces por la iluminación que no está como corresponde. Yo vivo en Catamarca y Laprida. Entraron al patio cuando no estaba en casa y cuando estaba también. Es una zona insegura, fue de noche, me robaron la máquina de cortar césped, la bordeadora, la moto guadaña, cosas que encontraron en el garaje”, indicó.
Y agregó que “entraron por el costado, a partir de eso tuve que poner rejas y chequear más las cuestiones de seguridad”.
En ese contexto, aclaró que no hay patrullaje en el barrio hace tiempo. “Antes cada tanto pasaban pero ahora ni siquiera eso. Estamos totalmente invisibles, es triste, nos duele”, lamentó.
Y aseguró que hay casas que “están muy lindas, muy prolijas pero no se luce nada, se desvaloriza todo porque vivís limpiando, todo el tiempo se respira polvo, no es saludable”.
“Es muy duro vivir en esta zona”
Respecto a la convocatoria, evaluó que “la convocatoria reunió a gran cantidad de vecinos que se fueron acercando a medida que pasaban los minutos, tuvimos la presencia de Nicolás Carrillo y Facundo Llano, que quedamos en seguir en contacto”.
“Había demasiadas problemáticas y los vecinos de distintas zonas del barrio se fueron acercando y planteaban directamente las cuestiones como la falta de luminarias, el tránsito a alta velocidad, falta de garitas, iluminación y señalización”, indicó.
El encuentro sirvió para que los vecinos armen un grupo para seguir en contacto y reclamando sus necesidades.
“En un mes vamos a volver a reunirnos y vamos a convocar a alguien del Municipio, Lunghi, Guadagna o quien se pueda acercar y vamos a seguir haciendo oír nuestras voces”, enfatizó.
Planteó que “caminamos por las calles esquivando motos, pozos, autos, con mucho riesgo. Tampoco tenemos patrullaje. Estamos totalmente solos, la gente está muy dolida. Es muy duro vivir en esta zona, estamos muy en el olvido”.
“Uno tiene muchas responsabilidades y tener que salir a reclamar no nos gusta, no planteamos nada extraordinario, no pedimos ningún lujo, sólo pedimos pertenecer a este Tandil, ser reconocidos, vivir tranquilos”, expresó.
Y añadió que “somos gente de trabajo y nosotros cumplimos con el pago de nuestros impuestos pero si hay que pagar algo más para tener mejoras no nos rehusamos a hacerlo, queremos que nos toquen las mejoras, que nos miren, que se acuerden que existimos”.
“Tengo la posibilidad de tener movilidad pero mucha gente no la tiene y debe caminar en estas calles sumamente precarias con el peligro de ser atropellados y otras situaciones”, lamentó.
En tanto, explicó que Piccirilli y Catamarca en poco tiempo se poblaron muy rápido y “es una pista de carrera continuamente y al no haber señalización ni nada es tierra de nadie”.
“Nadie nos da respuestas. En cualquier momento vamos a tener alguna mala noticia si no toman cartas en el asunto. No puede ser que tengamos una o dos luces por cuadra, es una boca de lobo, hay cuadras que no tienen ni una luz. Lo invito al doctor Lunghi a que pase por acá porque no debe estar ni enterado de que este barrio existe”, sostuvo.