Víctor Laplace presentó “El plan divino”, a sala llena, en el cierre del Tandil Cine
El reconocido actor estuvo en la ciudad y destacó el rol del equipo de trabajo para el desarrollo del film. Además, contó que se trabajó mucho el humor en el guión, lo cual consideró que es una “herramienta fundamental para poder meterse en algunos temas que suelen ser complejos”. Estuvo acompañado por su hijo Damián Laplace, que fue el músico de la película y por el actor tandilense Javier Lester.
Ayer a las 19.30 se concretó el cierre del Tandil Cine con la proyección de la película “El plan divino”, la cual fue presentada por su director Víctor Laplace, quien también actúa en el film. Previo al estreno en su ciudad, dialogó con El Eco de Tandil, junto a su hijo Damián Laplace, que fue músico de la película y al actor tandilense Javier Lester.
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En primer lugar, agradeció a “toda la gente del Festival de Cine de Tandil, que este año no contó conmigo pero que estoy siempre. Lo que pasa es que estuve totalmente metido, enganchado, trabajando con la película y llevándola a todos lados”.
“No he parado. Nunca hice tantas notas para una película, como esta vez. Toda la prensa se prestó muy generosamente a entender qué era ‘El plan divino’”, resaltó.
El humor y el público
-¿Cómo fue la recepción del público?
-La recepción del público es muy buena, porque me parece que hay un código de la película que trabajamos mucho en el guión con el humor, que a mí me gusta mucho, y creo que es una herramienta fundamental para poder meterse en algunos temas que suelen ser complejos.
A partir de allí, la risa es un elemento que sirve para reflexionar sobre algunas cosas que pasan en la película.
A mí, en realidad, lo que más me interesa a esta altura de la vida es que puedo generar un proyecto que lo puedo pensar, desarrollarlo, que lleva tiempo. No es que uno tiene una idea y a partir de ahí ya está. ‘Puerta de hierro. El Exilio de Perón’, me llevó 7 años con 20 versiones de guión, y esta película me llevo 4 años con ocho versiones de guión.
El guión para mí sigue siendo la herramientas fundamental para poder encarar una película, poder desarrollarla, poder llevarla adelante, poder tener un equipo, poder hacer una coproducción de la película.
Yo originalmente pensaba hacerla en Tandil pero conseguí una coproducción importante con la provincia de Misiones, con una productora que se llama Productora de la Tierra con la que yo ya había trabajado como actor, y es muy interesante lo que hacen. Es una cooperativa de trabajo donde todos toman todos los roles, un poco lo que pasa con el Festival de Tandil también. Hay acá mucha gente trabajando y eso me ayudó a definir, porque tenía también Córdoba que había hablado con el amigo Jorge Álvarez, que también había una posibilidad importante.
Pero me definió mucho las condiciones en las que pude trabajar con la provincia de Misiones, ellos pusieron el traslado, las comidas, las habitaciones, pusieron mucho y para una película de los costos que uno puede manejar es importante. Yo sigo creyendo que hay que hacer un cine industrial y dentro de esa pequeña industria sé que puedo hacer películas cada vez más de cuatro semanas y tres sábados, no puedo más, no dan los números. Pero en ese tiempo se hace una película.
Después me definió mucho el paisaje, encontré un lugar que era una capillita a orillas de Paraná, que era un lugar extraordinario. A su vez, tenía la posibilidad de tener alrededor todos los decorados, todos los lugares, no teníamos que andar trasladándonos, excepto tres o cuatro jornadas, con lo cual se definió ahí y además trabajar con un equipo de gente joven. Yo soy un hombre grande, no se nota porque tengo un espíritu muy juvenil pero soy un hombre bastante grande de edad. Funcionó muy bien.
Los equipos de trabajo de mujeres y hombres en producción son extraordinarios, yo apuesto mucho a eso, crezco y me nutro con ellos, y voy adelante con ellos.
También es cierto que el cine se ha modificado, no es algo vertical, ahora es algo más de grupo. El grupo avanza también porque yo trabajé antes con los actores con el músico y dibujo la película.
Me dejo un 10 ó 15 por ciento para ver si hay algo que podemos improvisar y no miro por el ojito de la cámara sino que hago lo que aprendí de un director con el cual filmé que él siempre estaba al lado de los actores y de la cámara. Se me amplia totalmente el radio de acción para ver si puedo hacer algo nuevo que me interese en el momento.
Los actores
-¿Cuántos actores participaron de la película?
-Yo llevé a Gastón Pauls y de Tandil, a Javier Lester. Y el resto de los actores eran todos misioneros, es muy interesante hacer ese mix.
Yo lo conozco a Javier, desde niño, y a Gastón también, a mi hijo también, tiene que ver con que uno ha ido viendo el crecimiento de ellos, y yo sin hacer ostentación, me doy cuenta de que quiero y puedo trabajar con la gente que a mí me gusta. Eso es un valor enorme porque a la hora de poder exigir, uno puede vapulear sin temor a que te digan que no van a hacerlo.
Yo lo vi nacer y crecer a Javier, vi espectáculos de él en Tandil. Lo seguí, siempre me impresionó mucho su calidad de artista y su calidad de persona. Cuando esas dos cosas se juntan, no hay con que darle.
Estoy feliz de haber trabajado con ellos, además Gastón y él hicieron una yunta muy hermosa, yo me integré, nos reíamos mucho, fue maravilloso porque los dos roles que son los que llevan la película adelante, van cambiando. Hay un rol que ejecuta y otro que obedece y en un momento de la película cambia.
Es muy hermosa la relación de ellos dos, que son dos niños abandonados, dos niños expósitos, que han quedado detenidos en tiempo y espacio y piensan un plan para poder salir de allí. Y para poder evadirse del padre Roberto, que soy yo, que es un viejo que habla un latín dudoso y trata a los feligreses de una forma dudosa.
Es muy interesante lo que pasa con el público cuando analiza detenidamente la película.
“Vi como una oportunidad la idea de
sumarme al proyecto”, dijo Javier Lester
Por su lado, Javier Lester habló de su experiencia en la película.
-¿Cómo fue participar en la película?
-A mí me convocó Víctor el año pasado, más o menos en noviembre, diciembre, me dijo que iba a hacer una película y me la pasó. Vi que eran dos personajes que llevaban la acción, me dijo que yo iba a ser uno de ellos.
Yo le dije que no tenía la experiencia, me empecé a achicar, me dijo que el otro iba a ser Gastón Pauls, más me achiqué. Pero me convenció, y vi como una oportunidad la idea de sumarme al proyecto. Cuando llegó la oportunidad de empezar a trabajar, conocer a los actores, al grupo de trabajo fue muy bueno. Es realmente desde lo vincular que nace la película.
El equipo de trabajo que se armó junto a la gente de Misiones, para mí fue como una especie de retiro del cine, porque no estoy tan ducho en el lenguaje, y desde la primera escena hasta la última fue una especie de retiro, de aprendizaje con Víctor. El vínculo con Gastón fue muy importante porque su experiencia, la apertura que él tiene para trabajar y el compañerismo, esa fue la clave para que pudiera relajarme y eso hace que uno pueda ser.
Formación de equipos
En tanto, Damián Laplace destacó que “me parece que es importante, el tema de la formación de equipos en este ambiente, en las películas en general, hay grandes directores que logran armar sus equipos, con lo cual delegan mucho y cuando eso funciona es bárbaro”.
“Eso hace que haya un código de entendimiento, nos pasa con la música que hay que buscarle la vuelta también. Se agradece la posibilidad de poder hacerlo nosotros que somos más jóvenes y tenemos menos experiencia, siempre es la mejor manera de aprender”, enfatizó.
Mucho público
En el cierre, la programadora del Tandil Cine Carolina Cesario aseguró que “hemos tenido mucho público. Las funciones han sido acompañadas en su mayoría por directores o representantes de cada película y hemos tenido la posibilidad de dialogar con ellos al finalizar las proyecciones, así que la verdad que un balance sumamente positivo”.
“Afortunadamente ha cumplido con las expectativas, obviamente hay películas más convocantes que otras pero en general un gran promedio de público por película”, destacó.