Vinos de Tandil: recibieron la identificación geográfica y las etiquetas marcarán el origen local
El Instituto Nacional de Vitivinicultura dio el registro y el derecho a uso de la Indicación Geográfica “Tandil”

Los vinos realizados por productores locales podrán contar con el sello “Hecho en Tandil”. En lo que supone un paso más en el crecimiento del sector en la ciudad, el Instituto Nacional de Vitivinicultura otorgó el registro, la protección y el derecho a uso de la Indicación Geográfica, luego de que la Asociación que nuclea a las firmas tandilenses haya trabajado por casi dos años para lograr el objetivo.
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Accedé a las últimas noticias desde tu email“Cuando arrancamos con la Asociación ya hace dos años aproximadamente, uno de los puntos que se planteó es poder retomar lo que es la indicación geográfica de vinos de Tandil y que Tandil tenga a partir de ahí una identidad propia del lugar, que era lo que más nos interesaba”, contó Matías Lucas, de la bodega Cordón Blanco.
El productor dialogó con El Eco de Tandil y brindó detalles de lo que consideró un avance en la consolidación de la identidad de los vinos tandilenses, a los que describió como vinos “suaves al paladar, fáciles de tomar y con la frescura de la acidez marcada”. Tras la publicación en el Boletín Oficial, las bodegas de la ciudad –unas 20 en total, de las que 14 están organizadas en la Asociación-, ya trabajan en el diseño de las nuevas etiquetas.
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Lucas precisó que el proceso a partir del cual obtuvieron la Identificación Geográfica se dio en vínculo con diferentes organismos como el ISET, el INTI, el INTA y distintos profesionales del sector. Hasta la fecha, los vinos de Tandil podían exhibir en sus etiquetas sólo la indicación geográfica bonaerense, pero en búsquedas de afianzar la identidad local, buscaron avanzar en una identificación propia.
“Lo que tenés que demostrar es que tu producto de Tandil tiene una identidad propia, pero con un fundamento climatológico”, explicó Lucas, poniendo como ejemplo que la acidez marcada de los vinos locales está dada por la frecuencias de cielo cubierto en el Partido.
La identificación geográfica supone la certificación para el conjunto de los vinos elaborados en todo el Partido de Tandil. “El mundo del vino es un mundo comparativo. O sea, los vinos no son iguales en Mendoza, San Juan, Neuquén o La Rioja. Con esto nosotros tenemos una protección del lugar, o sea, una identidad”, agregó el productor.
Al momento, explicó el referente del sector, los elaboradores del Partido podrán exhibir la etiqueta aprobada. Pero a su vez la Asociación local cuenta con el derecho para establecer y modificar los parámetros necesarios para que cada firma acceda al estándar de calidad necesario.
El vino con sello local
El referente de la bodega Cordón Blanco contó que existen en la ciudad entre 17 y 20 establecimientos elaboradores, de los cuales 15 están nucleados en la Asociación. Precisó que no todos producen a gran escala, y muchos son emprendimientos recientes. La obtención de la identificación geográfica, sumó, es un logro para el desarrollo de la identidad vitivinícola local.
Los vinos de Tandil, explicó, “son vinos generalmente mucho más suaves al paladar, más fáciles de tomar porque tienen menos alcohol, y por ahí sí tienen la frescura de la acidez marcada porque Tandil da para tener una acidez natural bastante elevada. Son vinos mucho más fáciles de tomar que cualquier otro vino robusto, que tienen más potencial aromático, alcohólico o de color”.
A su vez, desde su experiencia personal en la bodega Cordón Blanco, remarcó cómo hacen hincapié en destacar la identidad del vino local a los turistas que se acercan a conocer el establecimiento.
“Mostramos mucho los perfiles de suelo, hemos preparado muestras para que la gente se dé cuenta de que el vino es así porque proviene de un lugar completamente diferente a lo que puede llegar a ser otra zona. Hablamos mucho de esto, del granito de Tandil, del cuarzo en el caso de Cordón Blanco, de la tosca, del calcáreo”, concluyó.