Arrancaron un reductor de velocidad que había sido colocado en la diagonal Illia
No duró nada. Los reductores de velocidad instalados en la diagonal Illia que conduce al Parque Independencia tuvieron su bautismo de fuego el pasado fin de semana. Había expectativa porque lo colocado evitaría que las motocicletas, que se habían adueñado del lugar, no pudieran llevar a cabo las famosas picadas que ponían en riesgo sus vidas, además del perjuicio sonoro hacia los vecinos y que originaba convocar a la policía para que con su sola presencia salieran espantadas.
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Si bien no se produjeron las habituales picadas, los vándalos dejaron su marca y un claro mensaje al Gobierno comunal. Uno de los reductores fue arrancado, en clara señal de que mientras no haya presencia policial en la mencionada diagonal, se seguirá destruyendo lo colocado.
El gran interrogante ante lo acontecido es saber qué hará el Municipio. La respuesta brindada por parte de aquellos que están en contra fue romper y celebrar el daño realizado, dejando en ridículo a los propios funcionarios, personal del Control Urbano y policía.
Reparar el daño y nada más, habilitaría la posibilidad de que los irracionales volvieran a hacer de las suyas, lo que convertiría el tema en interminable, además de la erogación de dinero que significaría cada arreglo.
Pocos días
Hace apenas cinco días atrás dábamos cuenta de la colocación de los famosos reductores y en ese momento el director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, abordaba detalles de las tareas realizadas y el objetivo que perseguía, en cuanto a la necesidad de atender una problemática del tránsito y una demanda de la barriada.
Los reductores de velocidad colocados fueron confeccionados con un plástico resistente, que presentan forma triangular en la parte superior y que son utilizados para alertar a los conductores. Villarruel reconoció y justificó que “se buscó un punto de equilibrio tratando que no sean molestos para los vecinos que día a día circulan por ahí pero también que sirvan como referencia para reducir la velocidad”.
Buscando que principalmente las motos cesen con las picadas explicó que “fueron colocados en diagonal, lo que obliga aún más a reducir la velocidad para que el impacto no sea tan fuerte”.
El funcionario aseguró que “si bien vamos a aguardar a completar las tareas para evaluar sus resultados, este fin de semana (NdR: el que pasó) las bandas colocadas van a atenuar muchísimo el tránsito, que en la actualidad es un peligro por la cantidad de autos, motos y peatones que circulan por la zona”.
A tan solo pocos días de la colocación de la primera parte de un total de 13 reductores, la respuesta de quienes no están conformes fue destrozar lo hecho, redoblando la apuesta que irán por más si por las noches la carencia de controles es total.
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