Ya rige la rebaja de aportes patronales para economías regionales y podría ser un paliativo para el sector
Desde la Dederación Agraria, Dardo Alonso indicó que estas medidas podrían aplicarse aquí para los productores de papa. Sería una medida que alivie un poco al sector, aunque la situación está muy compleja. Pero enfatizó que hace falta un plan productivo e integral para que se pueda seguir adelante. La ganadería, por su lado, se está quedando sin terneros y novillos.

El Gobierno nacional formalizó el aumento en el mínimo no imponible sobre las cargas patronales de los trabajadores de las economías regionales. La medida alcanza a todos los salarios de hasta 17.509 pesos, sobre los cuales los empleadores no deberán pagar nada en concepto de contribuciones, mientras que sobre los montos superiores sólo deberán abonar la diferencia respecto a ese tope.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa medida llegó a través del decreto 128/2019, publicado en el Boletín Oficial, que estableció que los contratantes del sector primario agrícola e industrial tendrán una detracción en el cálculo de las contribuciones patronales.
La misma entrará en vigencia a partir del mes próximo y las actividades alcanzadas pertenecen a los sectores de cultivos, alimentos y bebidas y muebles, entre otros, cuyos empleadores se beneficiarán con un mínimo no imponible que escalará de los actuales 7.004 a 17.500 pesos. Vale destacar que este nuevo monto representa un anticipo de lo previsto en la reforma tributaria aprobada en el 2017, que contempla subas escalonadas en el mínimo no imponible de las contribuciones patronales entre 2018 y 2022.
Las economías regionales alcanzadas son los cultivos de vid, tabaco, manzana y pera, frutas cítricas, maní, sésamo, jojoba, frutas tropicales, secas, bulbos, brotes, raíces y hortalizas de fruto, yerba mate y frutas de carozo.
Desde la filial Tandil de la Federación Agraria Argentina (FAA), Dardo Alonso, sostuvo que si se llegara a emplear también la zona, podría resultar un paliativo que ayude en la compleja situación económica. “Ojalá sirva”, se esperanzó.
Un alivio momentáneo
El director de la entidad, consideró que todavía hay que ver cómo se implementan estas rebajas de los aportes patronales y a qué sectores incluye, realmente. Se entusiasmó pensando que a priori podrían aplicarse en esta zona, teniendo en cuenta el cultivo regional de papa, con mano de obra intensiva. En este sentido, deseó que fuera así, ya que estos agricultores necesitan pagar sus obligaciones, insumos, fertilizantes, combustibles y productos químicos.
“Sería interesante en este momento porque significaría un pequeño paliativo, porque la crisis que estamos teniendo es bastante importante. No se puede ir a los bancos, estamos desfinanciados y tenemos retenciones, que es una cosa de locos porque somos el único país en el mundo que las tenemos, siendo un sector que aporta genuinamente divisas para poder pagar las deudas que contraen nuestros políticos”, enfatizó.
Si bien indicó que en los bancos están las tasas muy altas, sobre todo hizo hincapié en que esta semana el ministro de Economía le sacó 40 mil millones de pesos al Banco Nación para compensar las cuentas del Estado. “Desde el vamos, los productores vamos a tener toda esa suma menos para aplicar a la producción”, se indignó.
Aunque aseguró que podría ser un parche para pasar el momento, puntualizó que lo que hace falta verdaderamente es un plan productivo e integral para que se pueda seguir adelante. “El 50 por ciento de la capacidad de la industria está obsoleta, ociosa”, exclamo, ejemplificando que en la parte textil solamente está funcionando al 30 por ciento. “El panorama es bastante complicado”, remató.
Sin terneros ni novillos
Con respecto a la carne, Alonso sostuvo que hay un par de cosas que hay que tener en cuenta. En primer lugar, señaló que “por la desastrosa política financiera y las altísimas tasas de interés” que tiene que pagar cualquier doliente, muchos productores han tenido que vender vacas preñadas o vientres. En este sentido, reveló que en noviembre y diciembre pasados más del 50 por ciento de los animales que entraban al mercado de Liniers eran vientres.
“Estamos matando a la fábrica de terneros y, por otro lado, no hay novillos por ningún lado”, exhortó, suponiendo que esto último tiene que ver con la seguía del año pasado, cuando el animal que se tenía pensado llevar a los 400 kilos se tuvo que vender a los 300 para hacerse de flujo de caja. “Vivir cuesta caro”, concluyó.