Admirados, salames y tiranos

Me entretuve con una de las frases dichas casi al pasar por Martín Kohan, durante la charla que dio el viernes en el marco de la Feria del Libro.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailEstaba hablando de la Guerra de Malvinas y elogiando -cómo no- “Los Pichiciegos”, el libro que escribió Rodolfo Fogwill en pleno conflicto bélico, cuando la suerte para los soldados argentinos ya estaba echada pero nadie se animaba a decirlo. Mucho menos a escribirlo.
No me detuve ni en la guerra ni en el libro ni siquiera en el propio Fogwill, de cuya muerte se cumplen hoy 14 años. Fue en una casi confesión de Kohan. Dijo algo así como que cuando lo conoció a Fogwill le dio miedo cómo lo iba a tratar, aludiendo a un carácter más bien áspero del autor de “Muchacha punk”, su humor ácido, su escaso acatamiento a los límites de todo tipo. Un tipo difícil.