Hoy, lunes
Ajenidades

Mi último viaje a Mar de las Pampas me hizo reflexionar sobre dos o tres cositas. La primera: todavía no estoy preparado para concretar la fantasía de un retiro en un lugar alejado de la civilización, con el océano como única compañía, donde poder escribir sin excusas de distracciones.
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Accedé a las últimas noticias desde tu emailLa noche de ese sábado se desató una tormenta que generó un corte de energía generalizado. De manera que me pasé unas cuantas horas mirando por la ventana, mientras el viento y el agua se estrellaban contra el vidrio y un metro más allá, la nada misma. Luego se me dio por ir a hacer unas compras a un mercadito a dos o tres cuadras.
La desolación más descarnada.