HOY, MARTES
Atuendos

Hace diez minutos se quedó callado y me invade una sensación de alivio. Como cuando deja de funcionar por un rato el motor de una heladera vieja; uno no sabe qué le molesta hasta que se detiene.
Recibí las noticias en tu email
Accedé a las últimas noticias desde tu emailJamás le diría algo así a mi amigo El Gordo, que hasta hace diez minutos –y desde una hora antes de esos diez minutos- me habló de política nacional, internacional, fútbol local, juegos olímpicos, la contaminación del Sena, Boca, peronismo, de una novia de infancia y del café que acababa de tomar.
Ahora está callado, de brazos cruzados mirando a través de la ventana del bar. De tanto en tanto, toma el celular y parece mandar un mensaje.